Mucho antes de la caída del meteorito hace 65 millones de años, los dinosaurios ya estaban en declive, víctimas del enfriamiento del clima del planeta, según un estudio publicado hoy.

Desde el hallazgo del gigantesco cráter del impacto en México en 1980, hay consenso en la comunidad científica sobre la responsabilidad del objeto extraterrestre en su desaparición, informó la agencia AFP.

La colisión provocó un onda de choque tal que la Tierra quedó envuelta en una nube de polvo y gas, transformando el clima y suprimiendo definitivamente a tres cuartas partes de las especies, entre ellas los dinosaurios no aviares.

Pero los paleontólogos debaten si esta extinción llegó brutalmente o si el meteorito supuso el golpe de gracia a un grupo ya en declive.

“Es un debate feroz”, explicó a AFP el biólogo Fabien Condamine, autor del estudio publicado en Nature Communications.

Los datos no son suficientemente sólidos como para validar una hipótesis u otra: “El registro fósil (los huesos de los dinosaurios) está incompleto, en mal estado de conservación, algunas zonas geográficas como los trópicos están mal representadas, unos periodos de tiempo están mejor registrados que otros…”, explica el investigador del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en el Instituto de Ciencias de la Evolución de Montpellier, en el sur de Francia.

Para corregir estos sesgos, el científico y su equipo (formado por franceses, ingleses y canadienses) utilizó un nuevo método de modelización estadística, que calcula las probabilidades de las causas a partir de la observación de elementos comunes.

Seleccionaron 1.600 fósiles que pertenecían a seis familias de dinosaurios, entre los cuales se encuentran los emblemáticos tiranosaurios, triceratops y hadrosaurios.

Gracias a su método, los investigadores pudieron estimar una edad de aparición y de extinción para cada una de las especies, en un período que va de hace 145 millones de años, a finales del Cretáceo, a 66 millones de años, poco antes del desastre.

“Constatamos un pico de diversidad antes de los 76 millones de años, con un nivel elevado de creación de nuevas especies. Y luego, un lento declive”, detalla Condamine.

En un período colosal de 10 millones de años, el número de especies de dinosaurios disminuye, pasando de una cincuentena a menos de veinte, hace 66 millones de años.

Los investigadores confrontaron estas estadísticas con datos medioambientales -climáticos, marinos o geológicos- ya conocidos.

Los resultados mostraron una correlación perfecta con las curvas climáticas: “A medida que la tasa de desaparición de las especies aumenta, en paralelo, las temperaturas caen”, analizó el experto.

Esta baja de las temperaturas, que hizo perder a la Tierra de 7 a 8 grados, coincide “justo” con el declive de los dinosaurios.

“En aquella época, hacía mucho más calor, había palmeras y manglares a nivel del estrecho de Bering”, entre Siberia y Alaska, prosiguió Condamine.

Y estos gigantes no eran capaces de producir su propio calor corporal, como lo hacen los humanos.

Dependían mucho de su entorno para alimentarse, moverse y reproducirse, y su metabolismo seguramente no pudo adaptarse al cambio.

EL ROMPEHIELOS

Otro dato clave es que las primeras desapariciones afectaron a los herbívoros, unos dos millones de años antes que los carnívoros.

El hecho de que hubiera menos herbívoros -el alimento de los carnívoros- habría desequilibrado los ecosistemas y conllevado la extinción en serie de las otras familias de dinosaurios, sugiere el estudio.

Es en este contexto que un meteorito de 12 km de diámetro impactó contra la Tierra.

Ya debilitado, el reino de estos gigantes no se recuperó del cataclismo, a diferencia de otros pequeños mamíferos.

Fuente: Agencia Télam

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