La casa del gobernador británico de las Malvinas informó esta semana que Goose Green se había convertido en el primer asentamiento del campo de las Malvinas en ser declarado libre de las minas que fueron plantadas por los militares argentinos en la guerra de 1982, y que comenzaron a ser removidas hace unos ocho años.
Bajo la tierra de Malvinas, mayormente turba, los militares argentinos plantaron cientos de miles de minas y otros explosivos cuyo número nunca fue oficializado.
La mayor parte fue sembrada alrededor de las posiciones que ocuparon en su guerra contra el Reino Unido, que transcurrió desde la reocupación del 2 de abril al 14 de julio de 1982 y dejó 649 muertos argentinos y 255 británicos.
En estos 35 años que pasaron desde la guerra hubo varios accidentes, algunos mortales y otros con heridas.
Se estima que solo los pingüinos podían pisar campos minados sin hacerlos explotar, como se vio en playas deshabitadas que, ahora con el desminado, se comenzaron a reabrir para el turismo.
Además también les permitió a los isleños tomar algunas tierras para el pastoreo. Goose Green es de hecho el segundo asentamiento más importante de las islas. Está en el gran islote del Este, pegado a Darwin, donde se levanta el cementerio con las 230 tumbas argentinas.
El gerente general de la estancia de Goose Green, Keith Alazia, le dijo a la agencia Mercopress hace unos días que “poder recuperar esos campos para el pastoreo de animales, de una no querida intrusión hace más de 35 años, es algo brillante”.