Una de las principales atracciones turísticas de Ushuaia cumple hoy 30 de enero, 104 años desde que finalizara su construcción en 1919. La inauguración se dio un año después, en 1920.
Su historia comienza en abril de 1918, cuando el barco de la Armada Argentina “A.R.A Vicente Fidel López” comenzó a realizar tareas de relevamiento en el Canal, a fin de determinar el lugar más propicio para instalar una señal luminosa.
Por ese entonces, Ushuaia dependía totalmente de los barcos que llegaban al puerto con suministros y provisiones. Tras el estudio realizado por la Marina, la zona elegida fue un grupo de islotes bautizados por el capitán francés Louis Ferdinand Martial como Les Eclaireurs (Los Exploradores). Uno de los peñones, ubicado al Noreste del conjunto de islotes, reunía las condiciones necesarias para levantar la estructura, y allí comenzaron los trabajos de construcción el 19 de diciembre de 1918.
El 30 de enero de 1919 se culminó la obra: una torre de piedra de 11 metros de alto, pintada en los tradicionales colores rojo y blanco, y con la linterna situada a 22,5 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, debido a la falta de algunos materiales y a las malas condiciones climáticas, el faro Les Eclaireurs no entró en servicio sino hasta el 23 de diciembre de 1920.
Desde entonces, ha funcionado ininterrumpidamente durante décadas de historia fueguina.
El faro, cuyo nombre en francés significa “los exploradores”, fue construido en 1920 y tiene una altura de 11 metros. Se lo ha llamado erróneamente “el faro del fin del mundo”, por la novela homónima de Julio Verne; sin embargo, la inspiración del escritor proviene del faro de San Juan de Salvamento , ubicado en Isla de los Estados.
Los hechos de ficción relatados en este libro suceden sin lugar a dudas en la Isla de los Estados y no en el faro cercano a Ushuaia por el simple hecho de que cuando se publica la novela éste último todavía no se había construido.
La Isla de los Estados
La Isla de los Estados es una pequeña isla ubicada en el Atlántico Sur al este de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Fue descubierta por Shouten y Le Maire el 25 de diciembre de 1615, quienes la llamaron País de los Señores de los Estados. El capitán holandés Hedrick Brouwed la rodeó por completo en 1643. La isla tiene una longitud aproximada de 65 kilómetros, su parte más ancha mide 16 kilómetros y la más estrecha unos 500 metros, y su superficie, incluida la de las islas adyacentes (Año Nuevo al Norte, Dampier y Menzies al Sur), es de unos 530 kilómetros cuadrados.
Conocedor de lo peligroso de los mares circundantes, el marino argentino Luis Piedrabuena, quien había rescatado ya a un grupo de náufragos alemanes, construyó en 1862 el refugio de San Juan de Salvamento cerca de la bahía (casi fiordo) llamada puerto Cook.
El faro de la Isla de los Estados fue inaugurado el 25 de mayo de 1884 por una Expedición de la Armada Argentina al mando del Coronel Lasserre (la misma que fundaría Ushuaia el 12 de octubre del mismo año). Fue el segundo faro que tuvo Argentina.
Está ubicado a los 54º 43′ 24″ de latitud Sur y 63º 47′ 1″ longitud Oeste de Greenwich, alumbrando un sector de 94º.
Construído a 60 metros sobre el nivel del mar, funcionaba en un edificio circular, con una altura de 6 metros, y estaba hecho de madera de lenga. No se trataba de un faro tradicional: la cabina era octogonal, con dos sus lados (que daban al mar) cubiertos de gruesos cristales, tras los cuales se colocaban las 7 lámparas a petróleo que lo iluminaban.
En el interior había algunos camarotes, unos con cuchetas para que durmieran los marineros, y otros para depósito. Las paredes eran de madera y el techo de zinc.
Solo funcionó hasta 1902, sustituido por otro en la isla Observatorio (llamada Isla de Año Nuevo por James Cook, dado que llegó allí por primera vez el 1º de Enero de 1775.). Su luz se apagó y cayó en el olvido hasta 1975, año en que fue nombrado monumento nacional argentino.
La historia de su reconstrucción se inició con la presentación efectuada por el Sr. André Bronner, presidente de la asociación “El Faro del Fin de Mundo” (Association “Le Phare du Bout du Monde”) a la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.
Bronner conoció la Isla de los Estados, en un viaje de “iniciación” en abril de 1993 y desde ese momento soñó con el proyecto hoy hecho realidad.
Ciento doce años después de su instalación en la Isla de los Estados, el faro del Fin del Mundo sería reconstruido ni más ni menos que por un navegante, con el apoyo económico del Municipio de Nantes, Francia, donde nació Julio Verne y del Municipio de La Rochelle, donde reside Bronner. Por su parte el Municipio de Ushuaia declaró la iniciativa de interés municipal, comprometiéndose a brindar todo el apoyo necesario.
El jueves 26 de febrero de 1998 finalmente fue inaugurado el nuevo Faro del Fin del Mundo en la Isla de los Estados.
Este es el faro que sirvió como inspiración a Julio Verne para escribir la que sería su novela póstuma, El Faro del Fin del Mundo. Fue publicada por primera vez en 1905, veintiún años después de la construcción del faro en San Juan de Salvamento.