De la mano del Centro de Aprendizaje FORMAR la Universidad Siglo 21 hace pie en la localidad mediterránea llevando la posibilidad de acceder a estudios superiores, terciaros y universitarios. La opción llega para quienes eligieron a Tolhuin como su lugar en el mundo y deciden ser profesionales con sentido de pertenencia.

Había pasado una hora apenas desde que la nueva sede de la UESiglo21 de Tolhuin había abierto sus puertas sobre calle Rafaela Ishton al 300 pero ya contaba con una veintena de alumnos que tomaron la noticia con mucho entusiasmo.

Y es que acceder a educación de nivel superior y terciaria dentro de Tolhuin era prácticamente una odisea. Sobre todo para quienes habían decidido quedarse no sólo en la provincia sino en la ciudad. Cada estudiante terciario o universitario en cualquier institución pública o privada debía recorrer por lo menos una hora de camino hacia alguna de las ciudades grandes para conseguir su título.

Santiago Pauli es profesor de inglés y Coordinador del Centro de Aprendizaje FORMAR, que tiene a su cargo la sede de la Universidad Siglo 21 en Río Grande. En contacto con EL ROMPEHIELOS, Pauli contó que la idea de abrir una sede en Tolhuin viene de la gestión anterior -la Siglo 21 tiene 7 años en Río Grande- pero que no se había podido concretar por distintas situaciones.

Desde el año pasado nos propusimos llevarlo a cabo”, comentó Pauli partiendo de la base de 19 alumnos que desde hoy dejan de hacer el recorrido hasta Río Grande para cursar Abogacía, Contador Público, Licenciatura en Educación e Higiene y Seguridad. El cambio es automático, los alumnos directamente van a poder asistir a la sede en Tolhuin y continuar sus carreras sin tener que cruzar los casi 110 kilómetros que los distanciaban de la sede más cercana.

¿Hubo análisis de mercado? ¿Evaluaron potenciales alumnos-clientes en la localidad que los convencieran de que era buena idea abrir la sede en Tolhuin? Santiago se ríe. “Fue muy jugado” sincera ante la consulta, “lo hicimos por 20 alumnos que iban allá. Acá no tenían opción y muchos iban a Ushuaia”.

La perspectiva de negocio cortoplacista queda desdibujada, y los resultados esperados tienen efectos positivos a diez años, sobre todo para la localidad de Tolhuin. “Esto permite que se estudie acá. Los efectos los vamos a ver quizás en 10 años, con gente que no se fue, que se arraigó. Que decidió quedarse” plantea Santiago en una búsqueda de sentido de pertenencia a los alumnos no sólo con la Universidad sino con la localidad que los cobija.

Hoy hay gente que viene a trabajar acá de otros lugares -remarca-; la idea es que el sector público y privado pueda tomar profesionales que se formen acá” insiste con una visión de desarrollo educativo con efectos para el conjunto social.

La sede que el Centro de Aprendizaje FORMAR abrió en el “corazón de la isla” cuenta con un aula y oficinas sobre calle Rafaela Ishton al 300. Ahí los alumnos, que regularmente tenían que trasladarse a Río Grande para cursar o rendir, lo van a poder hacer en la sede Tolhuin sin inconvenientes. Tolhuin es la sede más nueva de las más de 300 con las que cuenta la Universidad Siglo 21, que fue destacada por su visión federal con más de 50.000 alumnos entre sus sedes que abarcan desde la Puna hasta la Antártida.

A 5 minutos

Susana puede llegar a cursar caminando. Tarda cinco minutos, solo eso en llegar a la nueva sede de la universidad. Tiene 23 años y está por ser mamá. Cursa abogacía en modalidad a distancia y está en tercer año.

EL ROMPEHIELOS conversó con una de las beneficiadas inmediatas de la nueva sede de la Universidad en Tolhuin. “Viajo todas las semanas, curso y vuelvo”, cuenta mientras espera la llegada de su hija.

El procedimiento era igual todas las semanas. Pedir el día en el trabajo, tomarse una combi que la dejara en Río Grande y entrar a cursar. A veces el viaje se extendía hasta el día siguiente porque el último trasporte de nuevo a su ciudad salía antes de lo que ella dejaba el aula.

Tenía que quedarme en casa de una amiga o pagar un hotel. Quedarme hasta el otro día y salir a las 6 de la mañana porque tenía que entrar a trabajar a las 10”, relata Susana, visiblemente feliz por la noticia. Si bien nunca pensó en dejar, “sí pensé más de una vez si era el momento. El viaje era frío, incómodo” como bien sabe todo aquel que haya viajado en cualquiera de los servicios que hacen Río Grande/ Tolhuin durante el día.

Hace una semana me dieron la sorpresa” personaliza la futura abogada. Vino de Misiones hace algunos años con su pareja con intenciones de conocer y se terminaron quedando en la isla. El Centro de Aprendizaje FORMAR (CAF) además del abanico de carreras que tiene a disposición, logra generar una empatía especial con los alumnos que la destacan de otras Universidades con la misma modalidad.

Desde que arranqué me gustó todo”, cuenta Susana con una risa levemente nerviosa pero segura de lo que estaba contando. Habla de un lugar que hizo propio y que hoy además tiene cerca de su casa. “A mí me hacen sentir parte. Siempre fueron muy comprensivos” comenta por su condición de estudiante ‘de Tolhuin’.

Si bien el título más cercano que está por recibir es el de madre, contó que su meta es la Escribanía: “pero bueno, hay que empezar por acá” dice y se vuelve a reír. Ejemplar y aplicada para su corta edad pero con metas claras. Susana encontró en el CAF no solo la facilidad para estudiar sino un lugar donde pertenecer, sentirse identificada y mantenerse firme en sus estudios hoy por la módica suma de 5 minutos de distancia.

Santiago estudió profesorado de Inglés en Río Grande “porque era lo que había” como muchos que priorizaron quedarse o que simplemente no tuvieron los medios para irse e hicieron lo que pudieron para profesionalizarse.

Nos encantaría que vengan más instituciones” dice finalmente el Coordinador del CAF. “La educación trae desarrollo social, económico y cultural” a los lugares donde llega. Un puntapié inicial para una localidad con ansias de desarrollo que busca el protagonismo que en años anteriores no se le supo dar.

 

Pablo Riffo

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