El 4 de noviembre de 1922, hace 97 años, el arqueólogo inglés Howard Carter descubrió el Valle de los Reyes, la tumba del joven faraón egipcio Tutankamón.
El 3 de noviembre de 1922, Howard Carter y su equipo encontraron la puerta cerrada de la tumba de Tutankamón, que había permanecido oculta durante más de tres mil años. En su interior había más 5.000 piezas, incluida la máscara funeraria de Tutankamón de oro macizo.
Existe la creencia de que cualquier persona que ingrese a la tumba de un faraón del Antiguo Egipto sufrirá una maldición y morirá en poco tiempo. En el caso de la tumba de Tutankamón muchos autores (incluido el propio Howard Carter) niegan que hubiese una maldición escrita; otros afirman que en un sello en la pared de la tumba había inscripción que decía: “La muerte golpeará con su miedo a aquel que turbe el reposo del faraón”.
Por su ubicación, esta tumba se había salvado de la rapiña de los saqueadores y todo en su interior estaba intacto. Carter logró fotografiar antiguas ofrendas florares que se desintegraron cuando las tocó.
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