Río Gallegos – En la tormentosa mañana del sábado 9 de marzo de 2013, el Mirage M5 Mara cayó al suelo en la capital de la provincia de Santa Cruz.
Acaban de cumplirse seis años. Ocurrió en la costanera de la ciudad, justo al lado del antiguo monumento que recuerda a los “Pilotos Caídos en Combate”.
Como otros lugares del sur argentino, Río Gallegos fue en 1982 una ciudad atravesada por la guerra. Dentro de unos días y como cada año, los veteranos que viven aquí comenzarán a divulgar las actividades para el próximo 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.
El episodio de 2013 se trató de un verdadero papelón y fue motivo de real indignación en la comunidad. En aquellos días, eran una constante razonamientos de este tipo: “¡Cómo es posible que un avión que se salvó del bombardeo inglés se nos haya venido al suelo treinta años después!”
¿Fue realmente así? Es una historia que vale recordar, entre otros motivos, para no repetirla.
LOS DÍAS PREVIOS
“Con este monumento le queremos dar un matiz distinto a nuestra costanera, siendo éste un nuevo espacio que simboliza a personas que lucharon por la soberanía de nuestro país”. Fueron las palabras del entonces intendente, Raúl Cantín, a mediados de enero de 2013.
En la mañana del sábado 12 –según el comunicado oficial del municipio– “personal de la Secretaría de Obras Públicas del Municipio junto a equipos de la Base Aérea Río Gallegos realizó exitosamente los trabajos de izado e instalación del Avión Mirage M5 Mara.”
Esa tarde, el intendente del PJ/Frente Para la Victoria recorría la obra junto a parte de su gabinete: “vengo a reconocer el excelente trabajo que han realizado los trabajadores municipales”. “El monumento se va a inaugurar el 31 de enero ya que es una fecha muy importante para la Patagonia”, adelantó. Ese día se celebra al patrono de la Patagonia, San Juan Bosco.
Nadie faltó a la inauguración el jueves 31 de enero. Allí estaban el entonces Ministro de Defensa de la Nación, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea; representantes de las fuerzas armadas, del Poder Legislativo local y provincial, de la Iglesia Católica; el gabinete municipal a pleno, entre tantos otros.
En su discurso inaugural, el intendente se refirió a la fecha elegida como un día “muy especial porque se conmemoran diversos hechos históricos y se conjugan entonces muchas emociones, todas ligadas a la esencia de nuestra patria”. Además de San Juan Bosco, se celebraron los 60 años de la Base Aérea Militar de Río Gallegos y el centenario de la Fuerza Aérea Argentina.
El jefe comunal volvió a agradecer “al personal municipal por su dedicación”.
LA HISTORIA DEL MIRAGE
El Mirage M5 Mara que un mes más tarde caería de su pedestal “fue fabricado en el año 1968 para la Fuerza Aérea Peruana. Durante el conflicto del Atlántico Sur fue cedido a nosotros por el país hermano, no llegando a participar de la contienda y permaneciendo algunos años en la VI Brigada Aérea de Tandil”. El testimonio corresponde al entonces Jefe de la Base Aérea Militar Río Gallegos, Comodoro José Javier Videla, quien contó la historia del avión en el acto inaugural.
“Después de que se creara la X Brigada Aérea en esta ciudad y luego de reequiparse y adaptarse, recibió el nombre de Mirage M5 Mara en alusión a la liebre patagónica, y llegó a estas latitudes para custodiar los cielos por más de 12 años”, relató el comodoro frente a las autoridades.
LA CAÍDA
Las imágenes del Mirage destrozado en el suelo ganaron amplia difusión en pocas horas. A primera hora de la tarde de aquel tormentoso sábado 9 de marzo de 2013, el intendente Raúl Cantín ordenaba “a las autoridades de la Secretaría de Obras Públicas y Urbanismo el inicio de una profunda investigación para determinar las causas de la caída del monumento”. A través de las portadas de los diarios digitales de la ciudad, el intendente prometía llegar “hasta las últimas consecuencias”.
Los resultados de la presunta profunda investigación nunca se conocieron, mientras que el Mirage fue repuesto en el mismo sitio dos años después, en marzo de 2015. “Fue muy importante toda la colaboración del personal de la Fuerza Aérea, tanto en la puesta a punto del Mirage Mara, como en los trabajos de montaje y armado del mismo”, destacaba en esos días un colaborador del intendente.
A cuatro años de haber sido repuesto junto al primer monumento que recuerda a los “Pilotos Caídos en Combate”, los transeúntes podemos apreciar el Mirage M5 Mara en la costanera. Allí están, uno al lado del otro, el piloto y el Mirage: ambos miran hacia las islas.
MALVINAS
Más allá de las discusiones en torno a la guerra y, en particular, la discusión acerca de las circunstancias y el contexto político-institucional del país al momento de la contienda, se trata de un hecho histórico que marcó a fuego ciudades como Río Gallegos.
Los días de la guerra permanecen vivos en la memoria de los habitantes de la ciudad.
“Por ello hay un profundo sentir de nuestros hombres aeronáuticos hacia la comunidad local. Ellos guardan los mejores recuerdos de la ciudad y de la Patagonia Austral. Hoy la Fuerza Aérea desea testimoniar su agradecimiento a través de la humilde contribución de este avión de combate. Reciba usted señor Intendente el símbolo más preciado de nuestra institución”, dijo el Jefe de la Base Aérea Militar aquel 31 de enero.
Leandro Doolan