Una aventura contada entre amigos, un minucioso recorrido por cartas de navegación y mapas para acceder al lugar y un mítico canal, el Leones, caracterizado por sus corrientes más la hazaña personal de haberlo hecho posible, con esfuerzo y sin otro soporte que su propia determinación representan el cocktail casi perfecto.
Tres nadadores comodorenses decidieron romper la quietud, desafiar sus límites; investigar y finalmente cruzar por una zona inhóspita que requirió en la ida, caminar 12 kilómetros y nadar otros 8 para llegar a destino; pasar la noche en un Faro y regresar con 3 kilómetros adicionales de nado y 20 más para volver “a tierra”: 43 kilómetros en total desde la Bahía de San Gregorio hasta la Isla Leones.
“Este proyecto surgió hace dos años con dos amigos, Andrés Moreno, militar, y Pablo Maccari que es ingeniero. Ya habíamos hecho la travesía de unir Ramón Santos con Caleta Olivia en 2018 y ahora queríamos cruzar la Isla Leones, un canal mítico con muchísima corriente. La isla tiene un faro de principios de siglo, que es un lugar bellísimo y reconocido por muchos navegantes”, relata Juan Manuel Diez Tetamanti, docente universitario y amante de las travesías.
El parque Marino Costero de la Patagonia entre Cabo Dos Bahías hacia Bahía Bustamante es uno de los que menos acceso al público tiene a nivel país, ya que sólo se puede recorrer en un pequeño porcentaje. “Al sur, al inicio del Golfo San Jorge está repleto de islas y archipiélagos donde la más importante es la Leones”.
Diez Tetamanti explica que la idea del viaje se reflotó el año pasado sumando al grupo a Víctor Bonzano. “Fue muy interesante el proceso de investigación de cómo llegar a la isla. Nos basamos en libros, buscamos cartas y entrevistamos a gente que navega e hicimos una expedición previa hasta Bahía San Gregorio caminando porque no hay nada que facilite el acceso”.
Agrega que en el lugar no hay senderos, ni nada que facilite el ingreso, lo que sumó numerosos factores de dificultad. “Para llegar a la isla se puede ir por un camino hoy cerrado por una estancia hoy denominada `Del francés´ aunque en los mapas aparece como público y llega casi hasta Caleta Hornos”.
El trayecto
El viaje tuvo como punto de partida el Cabo Dos Bahías, el grupo debió caminar veinte kilómetros para luego nadar 8,5 kilómetros hasta la isla.
“Los lugares fueron alucinantes, con olas enormes. A partir de ahí tuvimos que esperar el momento en que deja de haber corrientes, para poder cruzar el canal. Hay corrientes de hasta 10 km/h. Muchos nos decían que no íbamos a poder y que era peligroso pero en definitiva, fuimos trazando además de amistad y compañerismo un sistema de comunicación con una compañera que estaba vía radio en Cabo Dos Bahías y llevando nuestras cosas”, explicó Diez Tetamanti sobre la aventura incluyó el transporte del agua, la comida y todo el equipamiento personal.
“No hay agua en todo el trayecto por lo que tuvimos que potabilizar con unas pastillas el agua de una vertiente”.
El grupo pernoctó en el Faro de las Islas Leones, un espacio histórico, conservado y reconocido por los navegantes que recorren la zona.
“Es alucinante y misterioso”, describe. “Tiene 11 habitaciones, entre cocinas y talleres y la nave central que tiene el faro de metal donde pasamos la noche”. En el lugar confluyen dos ramales ferroviarios y una Lobería.
Los relatos sobrevuelan las historias aunque existen pocas referencias respecto a un cruce a nado, sin apoyo de embarcaciones, cargando pertenencias y alimentos. “Esto confirma que uno que investiga, prevee situaciones climáticas respecto a las corrientes. De hecho, el regreso fue con una deriva de 3 kms. por donde nos dejó la corriente; fue complicado, tuvimos que caminar más, casi 20 kilómetros. Ya estamos pensando en otra travesía y en otro cruce”.
Sortear todo obstáculo posible y construir posibilidades a partir del pensamiento de “que el hombre sepa que el hombre puede” movilizan la pasión.
Desde la fan page “Nademos juntos nadadores del marques” en Instagram y “Nademos juntos ddm” se pueden conocer más detalles del raid e información del grupo que todos los domingos a las 10 en la Costanera, realiza bautismos náuticos y prácticas de natación en aguas abiertas.
Fuente: Diario Jornada