La presión inflacionaria generó una fuerte alarma entre los industriales, quienes vieron encarecer sus costos por insumos dolarizados al ritmo de una caída del consumo que se reflejará en las estadísticas de marzo.
Los tarifazos que golpearon los bolsillos de la población provocaron una retracción en la producción, en el medio de una profundización de la crisis impositiva y de conflictos macroeconómicos que eludirán los análisis sectoriales. El combo “explosivo” surgió del análisis de empresarios y ejecutivos de la UIA.
Las fábricas temen que el efecto “castillo de arena” las encamine hacia un escenario de inmovilidad ante la impronta de las importaciones, la inflación y la presión impositiva. Los industriales se ven como “niños que son ayudados por sus padres a construir castillos de arena que el mar destruirá invariablemente, por más que se hagan cien veces”, se lamentó un ejecutivo fabril.
Sucede que la conformación de las mesas sectoriales, impulsadas por el Ministerio de Producción para solucionar los conflictos diarios que afectan a cada rama de la industria, desenfocará la discusión sobre los problemas que desataron la crisis de la competitividad. “La macroeconomía es la responsable del fondo de la cuestión. Todo lo que se acuerde en esas negociaciones tendrá poco éxito si es que crecen los costos, los precios y la importación es tan agresiva”, afirmó uno de los referentes del mundo de la alimentación.