Le nouveau (Rudi Rosenberg, 2015)
Coming of age o ‘Hacerse grande’. Hay cierto encanto infalible en estas películas que retratan la pérdida de la inocencia en esa etapa tan compleja de la vida como es la adolescencia. Sobran los ejemplos. Uno de los más célebres es la inolvidable Cuenta conmigo de Rob Reiner. Le nouveau tiene ese toque. La ópera prima de Rudi Rosenberg es encantadora y tiene un enorme potencial. Llama mucho la atención que no haya tenido demasiado éxito en cines. Estamos convencidos de que Le nouveau tiene un numeroso público que todavía no la descubrió, como aquellos que llenaban las salas de los cines argentinos con las comedias francesas en los 80. Es una película capaz de conmover a adultos y jóvenes por igual y que, pese a su tono ligero y divertido de nueva comedia indie, retrata con delicadeza la problemática acuciante del bullying. El film formó parte de la competencia internacional del [18] BAFICI y ganó el premio del público.
El esfuerzo por reinventarse de un cineasta de renombre siempre es motivo de celebración. Y más cuando el resultado es una película como Sangre de mi sangre. El italiano Marco Bellocchio regresa a su lugar iniciático como director (la película transcurre en el pueblo de Bobbio al norte de Italia al igual que su ópera prima Con los puños en el bolsillo de 1965) para pegar un riesgoso salto estético en este drama sobrenatural que deslumbra por la potencia erótica del cuerpo femenino y combina vampirismo, la Santa Inquisición y “Nothing Else Matters” de Metallica (sí, leyeron bien), versionada por el coro belga Scala & Kolacny Brothers. Al respecto escribió nuestro curador de contenidos Javier Porta Fouz: “La vehemencia cinematográfica hermana a esta película con una tan distinta –y también vampírica– como Drácula, de Coppola. Ambos cineastas comprenden que estos personajes, estos misterios se abordan mejor desde un cine en ebullición, un cine apasionado, un cine que no teme encontrarse con la belleza en un río y un castillo de fondo musicalizados con una canción de Metallica.” La película recibió el premio de la prensa cinematográfica en el festival de cine de Venecia.
La ceremonia (Claude Chabrol, 1995)
Isabelle Huppert y Sandrine Bonnaire. Su pareja de protagonistas ya es razón suficiente para que veas esta gran película del maestro Claude Chabrol. Si te gustan las películas de asesinatos Chabrol es definitivamente un director para vos. Si te gustan los thrillers que, en lugar de marearte con falsas pistas, eligen explorar la psiquis de sus personajes y sus relaciones La ceremonia es sin dudas una película para vos. Premiada en Venecia y Toronto, la película fue definida por el propio Chabrol -con cierta cuota de ironía- como “el último film marxista”.
El infierno (Luis Estrada, 2010)
Dinero, sexo, mujeres y violencia. Retrato cínico del mundo del narcotráfico en México a cargo Luis Estrada, desde la mirada de un torpe principiante interpretado por Damián Alcázar (Narcos). Una brutal sátira de su país durante la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa. La película fue un éxito de taquilla y estuvo nominada a los Premios Goya como mejor película hispanoamericana.
Un hombre perfecto (Yann Gozlan, 2015)
La vida del escritor es un motivo recurrente que ha dado películas de lo más diversas. Desde comedias delirantes como Los secretos de Harry de Woody Allen, dramas desgarradores como Las horas de Stephen Daldry, y hasta clásicos indiscutidos como El ocaso de una vida del gran Billy Wilder. Aquí, en su segundo largometraje como director, el realizador francés Yann Gozlan se suma a la lista con un thriller psicológico desesperante.
