El mar es un ecosistema en constante movimiento. A veces, ese dinamismo trae consigo visitantes inesperados. En las aguas del Golfo San Matías, un grupo de científicos del CENPAT-CONICET investiga la expansión de una especie introducida: Ciona robusta, una ascidia que podría alterar el equilibrio del ecosistema marino.
Desde hace algunos años, esta especie ha comenzado a aparecer en distintos puntos del Atlántico Sudoccidental, generando preocupación entre la comunidad científica. Su presencia en el golfo no solo plantea interrogantes sobre cómo llegó, sino también sobre su impacto en la biodiversidad local.

¿Qué es una ascidia y por qué preocupa?
Las ascidias, también conocidas como “chorros de mar”, son organismos marinos sésiles, es decir, viven fijas a superficies como rocas, barcos o estructuras sumergidas. Aunque suelen pasar desapercibidas, su capacidad para colonizar nuevos ambientes las convierte en protagonistas inesperadas en los ecosistemas costeros.
En el caso de Ciona robusta, su expansión genera inquietud porque es una especie con alto potencial invasor. Se reproduce rápidamente, compite con organismos nativos y puede modificar la dinámica de los ecosistemas marinos.
“El problema con Ciona robusta es que tiene una gran capacidad de adaptación. Se asienta sobre estructuras naturales y artificiales, desplazando a otras especies y alterando la biodiversidad del ambiente marino”, explica uno de los investigadores del equipo.
Un estudio clave para entender el fenómeno
Los científicos del CENPAT-CONICET llevan adelante un estudio para analizar la distribución y el impacto de esta ascidia en el Golfo San Matías. La investigación incluye muestreos en distintos puntos de la costa, donde se registran datos sobre su presencia y densidad.
“Necesitamos comprender cómo y dónde se está estableciendo esta especie, qué condiciones favorecen su crecimiento y cómo interactúa con las especies nativas. Esa información es clave para evaluar si puede convertirse en una amenaza ecológica”, detallan desde el equipo de trabajo.
La investigación también busca determinar si su expansión está vinculada a la actividad humana, como el tráfico marítimo o el cambio en las temperaturas del agua.

Impacto ambiental y posibles soluciones
El avance de Ciona robusta podría generar consecuencias no solo para la biodiversidad, sino también para actividades económicas como la pesca. Al adherirse a estructuras submarinas y desplazar especies locales, podría alterar los recursos marinos de la región.
Desde la comunidad científica destacan la importancia de la prevención y el monitoreo. “En otras partes del mundo, especies como esta han generado problemas significativos. La mejor estrategia es detectar su presencia a tiempo y estudiar su comportamiento para definir posibles medidas de control”, explican los investigadores.

Mirando al futuro: conservar el equilibrio del mar
Los ecosistemas marinos son frágiles y cualquier alteración puede desencadenar cambios inesperados. Por eso, el estudio de Ciona robusta en el Golfo San Matías es una pieza clave para anticiparse a sus posibles impactos.
El mar siempre ha sido un territorio de exploración y descubrimiento. Ahora, con la presencia de esta especie invasora, los científicos buscan descifrar el próximo capítulo de su historia y encontrar respuestas que ayuden a proteger la biodiversidad de la Patagonia.