Se terminó el tiempo de los balances. El 2018 está entre nosotros y es hora de accionar. Si bien Tierra del Fuego se caracteriza por casi anular el primer mes del año del calendario, la clase política trabaja de a períodos. De gobierno, de gestión y de campaña.
2018 tiene marcada en la agenda esa transición entre la gestión y la campaña, porque a nadie escapa que más de un dirigente está mirando el 2019 y más de uno tiene planteadas esas aspiraciones.
El desafío mayor lo tiene la oposición. Vapuleada tras una elección que dejó a más de uno sorprendido, la dispersión de fuerzas benefició al gobierno, que logró posicionarse con una banca en una de las provincias más afectadas por las decisiones económicas y políticas del ejecutivo nacional.
Ni la combinación Melella, Ríos, Pérez; ni los múltiples discursos en marchas gremiales, parecieron ser fructíferos para atraer al electorado. Mucho menos el estrepitoso final de UnirTDF, que vio dinamitado su capital alcanzado hacía apenas dos años cuando peleó la gobernación.
La gobernadora Bertone es opositora. Una opositora que priorizó la gobernabilidad de un territorio dependiente casi en su totalidad de la asistencia del Gobierno Nacional. Siempre consciente de su pertenencia política, pocos días atrás aseguró ante Agencia Télam su gran frustración con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner “de los que siempre me sentí parte y tuve mucha participación, es una cuestión moral” (se puede leer la nota aquí).
De acá a junio la agenda será interminable: análisis de nombres, posiciones, mediciones. De junio en adelante, la campaña estará declarada: ¿Quiénes se animarán a poner sus nombres en pugna ante el electorado? ¿Qué estrategias serán las tomadas?
Si bien Cambiemos sumó en las últimas elecciones, todavía tiene un camino largo por delante: profundizar un perfil dirigencial que encaró Héctor ‘Tito’ Stefani con bastante éxito. Lejos del antecedente del PRO que supo llevar adelante Gastón Roma, las filas del actual oficialismo cuenta con algunos nombres que han sabido demostrar gestión.
El actual titular de ANSES en Río Grande, Fermín Randón Salgado, es quizás uno de los nombres con mayor fuerza. Randón Salgado ha sabido sortear los incidentes que tuvo en vilo a la ANSES y pudo capitalizarlo. Resta esperar en qué lugar puede llegar a jugar el actual funcionario nacional, si con aspiraciones a nivel local como el Concejo Deliberante de Río Grande o quizás a nivel provincial en la Legislatura.
Las intenciones de Martín Pérez son claras sobre sus aspiraciones para la intendencia de Río Grande. La pregunta es, en este caso, si seguirá la alianza con la que repitió la banca en diputados con una diferencia mucho menor entre el primer y el segundo lugar. Si la intención es acompañar a Gustavo Melella en la carrera hacia la gobernación, y en caso de hacerlo, ver qué lugar ocupará Fabian Ríos en este cuadro.
Si algo se le podría criticar a la actual dirigencia del Frente Ciudadano y Social es el armado de cuadros que acompañen las intenciones de posicionarse en el ejecutivo. En su Río Grande natal, solamente la edil Eugenia Duré podría considerarse parte de su terruño. Verónica González y Laly Mora, si bien coindicen en la línea ideológica, podrían tener sus propias aspiraciones: ¿acaso la conducción de Melella tiene la capacidad de englobarlos a todos? ¿es el artífice de los lugares que tendrán que ocuparse en las boletas en 2019?
Paulino Rossi es otro de los nombres con aspiraciones similares a las de Pérez. Siempre del lado del radicalismo, todavía mira con cautela los movimientos de sus correligionarios para ver de qué lado trabajar en alianzas. La salida de Federico Sciurano fue un golpe fuerte no solo para Rossi sino para todos los que se veían representados en un espacio diferente entre la polaridad que ha marcado al radicalismo fueguino. Entre un radical K como Gustavo Melella y el frente que integran a nivel nacional que hoy conduce el país con Cambiemos.
Ser intendente de Río Grande no es un objetivo que se pueda alcanzar de forma individual, por lo que todos los encuentros que se darán en adelante pueden tener más de una lectura. Alianzas, nombres, acuerdos, lugares, candidatos. ¿Entrará Miriam Boyadjián nuevamente al cuadrilátero electoral? Con varias críticas y reponiéndose del final de la alianza con la que casi llega a la vice gobernación, cuenta con un bagaje importante que podría capitalizar en el nuevo encuentro electoral. La pregunta -nuevamente- sería dónde piensa llevarlo adelante y con quién.
Si bien el tiempo está de nuestro lado, la escalada de nombres irá incrementando a medida que los meses avancen. Se trata de un plan a corto plazo para cualquier aspirante político. La agenda política de 2018 será tendrá un fuerte componente electoral, de cara al recambio que se viene en 2019.
Pablo Riffo