Estefano Ozuljevich/MiloZ (Porvenir, 1988). Artista plástico. Licenciado en artes y titulado en Gestión Cultural en la Universidad de Concepción (Chile), donde se interiorizó en la gráfica y el color específicamente.

Nos cuenta Estefano Ozuljevich, en exclusiva para El Rompehielos:

Fue en esos primeros años de la universidad donde se dieron las primeras búsquedas de materialidades que me llamaran la atención, principalmente con el trabajo grafico tradicional y el uso experimental de la acuarela llevándome a lo que sería el trabajo de ilustrativo acompañado fuertemente con el boceto o dibujo de apunte. En el 2021 desarrollo la exposición “Trazado en tensión” abordando la figura humana como concepto y tensionándola y torciendo para poder expresar una dualidad entre la técnica gráfica y su valía en el arte como forma de expresión personal.

Al principio el trabajo académico iba muy de la mano con mi trabajo debido a la formación que estaba obteniendo en ese entonces desde carrera, pero rápidamente me comenzó a aburrir, el representar la realidad no me llenaba, mas allá de decir “si, se parece a la imagen real” no me entregaba nada.
Fue al experimentar y combinar el boceto y el color a través de la acuarela que comenzó a llamarme realmente la atención lo que estaba haciendo. Su gestualidad y ruptura propia del boceto, sus líneas sin acabar y la información rápida de volúmenes y sombras (muy contrarias al dibujo de la academia) me llamaron rápidamente la atención, usar el error como recurso me parecía mucho más enriquecedor que el dibujo tradicional. Paralelamente el introducirme a la acuarela y ver sus características potenció ese interés en la experimentación, por una parte tenía el boceto que es rápido y gestual, y por otro lado la acuarela que tiene esa característica de dejar mucho al azar.

Hay mucho que uno no sabe cómo va a quedar hasta que el papel esté seco y eso me gustaba, por más que tuviera una idea de lo que quería desarrollar la obra siempre termina entregando cosas propias de sí misma, colores que no se esperan, manchas o transiciones q a veces terminan funcionando mejor de lo que uno espera Fue esta práctica lo que sin darme cuenta comenzó a decantar y tomar una dirección en mi trabajo hacia la ilustración

Hasta ese momento mi enfoque estuvo completamente centrado a la experimentación de las técnicas, y si bien la composición entre el dibujo y el color funcionaban y lograban llamar mi atención, aún no me terminaba de convencer, no me sentía del todo cómodo con los resultados ni lograba encontrar el contexto para poder direccionar y darle un sentido a mi trabajo gráfico, hasta el momento aún me parecía sólo estético. Fue entonces que comencé a trabajar desde el otro extremo, dejé de trabajar conceptos agradables o tradicionalmente entendido como bellos por el público, los comencé a considerar a mi gusto demasiado gratuito para el ojo del espectador el darle lo que quiere y comencé a trabajar con aquello que se evita precisamente en el área artística, comencé a trabajar con lo grotesco, lo desproporcionado y aquello justamente opuesto a lo que se podría entender como arte bello. El dibujar monstruos y seres antropomorfos me permitió también comenzar a ficcionar y crear mundo en torno a esto y curiosamente me resulto mucho más agradable de trabajar ya que comencé a trabajar para mí, para mi interés propio en relación a mi desarrollo y no para el otro, para el espectador, ya no quería hacerla fácil de leer, me gustaba generar un poco de rechazo por el otro hacia mi trabajo, esa mirada extraña de no saber cómo reaccionar a lo que está viendo.
En 2014 expongo una muestra llamada “Organismos fractales” donde integro herramientas digitales en mi trabajo logrando mundos y universos ficcionados donde se representa esta relación entre el microcosmos y el macrocosmos como organismos dentro de un campo ilimitado del imaginario.

El 2015 vuelvo a Porvenir llevando conmigo la idea de que el arte no debe estar más en los museos, nunca me ha agradado la idea museal o de estar exponiendo en un museo, en lo personal me incomoda hablar en público y más ese “deber ser” que se forman en estos espacios, ese silencio en sus galerías y el aire intelectual que se genera en el ambiente me hace sentir no querer ser parte de eso. Por otro lado, considero que el arte como una herramienta de democratización, porque saca precisamente lo que está en la esencial de uno, que es crear y traer desde mundo de las ideas y del lenguaje, o sea, desde la abstracción, algo completamente nuevo para compartirlo con otros y así les sirva en la alimentación de su propio hacer. Ante esto el muralismo y el arte callejero funcionan perfectamente a mi parecer y ese año hice la intervención “De papel” buscando relacionar la fragilidad del material en que se trabajó con el patrimonio local que se intervino, poner en valor esos espacios utilizando la imagen selknam como símbolo de lo frágil que es el patrimonio, posteriormente los trabajos se destruyeron por el tiempo.

 

Mi trabajo gráfico por el momento lo mantengo en estudio y experimentación, trabajando desde el cuaderno de bocetos y complementando con distintas técnicas pictóricas, análogas y digitales apoyándome de la ilustración para crear mundos ficticios y escenas que rozan entre lo real y lo imaginario, es por esta investigación de mis intereses personales en relacion al dibujo que me encuentro dibujando sin un proposito o contexto predeterminado y entregándome de cierta manera a ese azar propio de estas técnicas, ya no pienso mucho en que lo que voy a hacer, en como agradar al espectador, ahora sólo muevo el lépiz y comienzo a rallar sin sentido, de pronto unas líneas toman forma de algo y voy viendo el camino que estos me entreguen, a veces un dibujo no sé como continuarlo y queda guardado semanas o mas, hasta que lo vuelvo a ver y comprendo para dónde hay que dirigirlo.

La pintura también me resulta un formato interesante para trabajar pero no tanto como el trabajo en cuaderno, ya que en el proceso de preparar el bastidor, la tela y los materiales terminan aburriéndome, en ese escenario me pongo más meticuloso, tengo que pensar más la idea que voy a trabajar ya que a diferencia del papel que puedo desechar o pasar a la siguiente página cuando me equivoco o no me gusta lo que estoy haciendo, con el bastidor tengo que detenerme y prestar mayor atención a lo que quiero lograr, equivocarme o no quedar conforme con el proceso que estoy realizando significan comenzar todo el proceso de cambiar la tela o pintar encima, quizas porque aun no lo he logrado la soltura en el trazo que me ha entregado los otros materiales.

 

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