Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunciaron al Gobierno Nacional por censurar el derecho a la libertad de expresión de la artista Silvia Lucero, autora de la obra María Feminista/Virgen Abortera.
A partir del 9 de marzo, comenzó a exhibirse la obra en el marco de la muestra “Para todes, tode – Plan de Lucha”, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, hasta que un grupo liderado por un abogado antiderechos presentó una acción de amparo con medida cautelar para remover la obra. En abril el Juzgado Contencioso Administrativo Federal n°10, concedió el reclamo de forma parcial.
El magistrado a cargo del juzgado, Dr. Esteban Furnari, dispuso el traslado de la obra a una oficina cerrada, con la prohibición de ingreso a niños y adolescentes. Según información del CELS, la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, que está a cargo de Claudio Avruj, no sólo no apeló la orden, sino que fue más allá, ordenando “de manera unilateral que la obra fuera quitada de forma definitiva de ese espacio”. Hoy se desconoce la ubicación de la Virgen Abortera.
El CELS asumió la representación legal de Silvia Lucero y hacia finales de abril solicitaron ante el juez que “revoque la medida cautelar ordenada y rechace la acción de amparo interpuesta por ese grupo. Que un grupo pueda sentirse genuinamente ofendido no justifica la censura de una obra en una sociedad democrática”.
Además de las organización explicaron a través de un comunicado: “La censura solicitada por los demandantes, la censura parcial como medida cautelar y la censura total de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural son contrarias a los derechos y garantías reconocidos en el bloque de constitucionalidad federal argentino. Desconoce el contenido y alcance del derecho a la libertad de expresión y artística de Silvia Lucero, así como del derecho de la sociedad en su conjunto de acceder a expresiones culturales como la censurada”.
Vale la pena recordar que “María Feminista” fue renombrada durante el XXXIII Encuentro Nacional de Mujeres como “Virgen Abortera” e integra la serie “Subversiones. El desplazamiento simbólico de la noción de ícono religioso a la de ícono popular” en la que se realizan intervenciones pictóricas sobre estatuillas de yeso blanco. Y por otro lado muestra “muestra la apropiación social y la reinterpretación de los valores –alejados de la institucionalidad– que se proyectan sobre esas figuras”.
Por último, a Corte Interamericana y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han dejado en claro que la libertad de expresión protege justamente a aquellas expresiones que chocan o irritan o inquietan a ya que “los estándares internacionales de derechos humanos ordenan proteger las expresiones de arte crítico, incluso cuando se cuestionan símbolos venerados, como los símbolos patrios o religiosos”.
Luz Scarpati
