Darío Ernesto Ferreira (Buenos Aires, 1975). Músico multi-instrumentista.

Ha participado en distintas bandas como cantante y guitarrista, pero su instrumento preferido es el saxo.

En los 90´s, Claxon, una de sus primeras bandas, fue muy popular en la incipiente movida roquera de Río Grande.

En los 2000´s formó Tres Orillas, agrupación con la que editó “Historias nuevas” (2010), “Salto & Sangro” (2014) y “Acertijos” (2016). Con Tres Orillas participó en distintos escenarios y festivales, como el festival del Bicentenario de 2010, General Rock Mendoza, Salamanca Rock y el Ciclo Recalculando que realizó en Tecnópolis.

En exclusivo para las lectoras y los lectores de EL ROMPEHIELOS, nos cuenta Darío Ferreira:

Como muchos vinimos con mi familia escapando de una Argentina difícil en los principios de los 80’s. Mi padre era músico y, quizás de él y de mi linaje de negro, es que viene mi musicalidad. Pero la realidad es que el primer músico que vi y escuché en directo fue mi hermano Gustavo (Lorda), que tocaba la flauta tenor en el conservatorio de Mar del Plata, donde vivimos hasta el 83.

Mi universo sonoro siempre fue muy rico, mi padre junto a amigos uruguayos que venían a visitarlo siempre estaban tocando y cantando en sus juntadas. Después atravesé mis días de niño con dos hermanos adolescentes escuchando en GELOSO (el geloso fue un grabador de cinta abierta) Led Zepelling, Queen, etc. La música se fue metiendo en mí como algo natural y en el momento de buscar una herramienta para poder expresarme sin duda lo más cercano fue la música. Creo que el entorno te va moldeando y después es solamente encontrar el soporte para desarrollarte.

Quizás es algo que viene con la edad, y no debo ser el único, pero a medida que me hago más grande vuelvo a los clásicos… Siempre los Beatles, pero también recorro lo que fue parte de ese universo sonoro de la juventud. En este momento estoy escribiendo y escuchando ¨Songs in the key of life¨ de Stevie Wonder. Mucho jazz, rock nacional, pero también Mercedes, Silvio, Caetano, Rada, Jaime Roos, Spinetta, etc… No hay mucha música nueva que me sacuda. Trato de investigar (hice 3 años un programa de radio con noticias sobre música nueva) pero casi siempre vuelvo a los que tocan las fibras más profundas, como escuchar a Billie Holiday cantando ¨Strange fruit¨.

Cuando vine a Tierra del Fuego pasé por distintas escuelas, la de Estancia Sara, la Esc. nro. 10 y, finalmente, la Esc. nro. 14, donde gente sumamente creativa y sensible, como el maestro de música Richard Riachi, la Profe de artística (plástica) Niní Bernardello y el maestro Yiyo, despertaron en mí la necesidad de expresar mis inquietudes desde los sonidos.

También por esa época se estaba gestando La Banda Municipal de música. Ese fue el punto de quiebre de mi vida. En la Biblioteca Smith, en una mesa larga estaban todos los instrumentos de la orquesta, en el mismo instante que entré me enamoré (o mejor dicho nos enamoramos) con el saxofón. Ese amor y mi ingreso al Centro Polivalente de Arte, hicieron un combo enérgico de música, sonidos e instrumentos; un viaje que empezó como un juego y se convirtió en mi profesión.

En el Polivalente comencé a tocar la guitarra para poder componer canciones. Así apareció La Ludwing Band, mi primera banda.

Después, Claxon, un proyecto algo más serio, que duró varios años y donde, sin ser cantante, descubrí la felicidad no sólo de componer sino también de tocar y compartir mi música con amigos.

De ahí nunca más paré: pasaron muchas bandas y grupos con los que hice folklore, rock nacional e internacional, etc.

Aunque siempre estaba haciendo música y tocando varios instrumentos, el saxofón fue mi base.

En el 1994 comencé a trabajar en la Municipalidad y, a los pocos años, ya estaba laburando como músico y como saxofonista. Esto me ayudó a formarme: no sólo tenía que tocar sino que tenía que tocar BIEN, estudiar y mejorar. Fue un cambio porque la música dejó de ser un pasatiempo y pasó a ser mi sustento y el de mi familia.

En 2007, después de trabajar, tocar y cantar durante 4 años, primero, en el Pub Latino y, luego, en Truman, formamos junto a Martín Cabello y a Diego Lassalle, Tres Orillas. Puedo decir que es lo mejor que me pasó en la vida a nivel musical, porque con esta banda no sólo hice mis mejores canciones sino que pude vivir en primera persona la vida del rock, en giras, en grabaciones con productores y estudios profesionales, haciendo videos, produciendo y editando discos. Tres Orillas es lo que me volvió músico al 100%, ya que durante estos últimos 10 años lo más importante en mi día es mi trabajo como músico en la Banda Municipal y mi pasión como músico en Tres Orillas.

Tierra del Fuego está dentro de mí. Cuando era más joven pensaba que el día que fuera autosuficiente buscaría un lugar para irme y vivir, pero eso no sucedió jamás porque este es mi lugar. Vivimos en un paraíso y tenemos la suerte de que cada gesto que hacemos está formando lo que en unas décadas será por fin “lo fueguino” y me gusta pensar que soy parte de esa construcción. Este lugar se esparció en toda mi música. También tengo que decir que me molesta cuando solamente se describe a nuestro lugar y nuestra sociedad con palabras como FRÍO, VIENTO, LLUVIA, etc. Creo que hay mucha más poesía en nuestro lugar y me gusta trabajar buscando la manera de decir que soy parte de la Isla.

“El mar siempre estuvo cerca, / como no podría estarlo. / Tengo mar por todos lados / Una reja, una reja de agua y sal.” (letra de Cárcel Ciudad de Tres Orillas )

Comienzo un día creativo siempre tocando mi saxofón.

De lunes a viernes, de 9 a 13 horas tenemos ensayo general en La Banda de Música de la Municipalidad de Río Grande. Eso sería el trabajo de puesta a punto del repertorio y los conciertos que hacemos durante el año. En esas horas estudiamos, ensayamos, ensamblamos toda la música para los conciertos y shows. Luego, durante la semana, en distintos horarios, tenemos lo que llamamos servicios, que son presentaciones que pueden ser oficiales (días patrios, actos de escuelas o gubernamentales) y también servicios didácticos y festivos en escuelas y organizaciones sociales de la ciudad. Por supuesto, los días claves son las fiestas patrias.

Los lunes, miércoles y viernes, de 18 a 20 horas, doy clases desde hace 10 años en el Taller de saxofón de la Secretaria de Cultura del Gobierno. Doy una introducción al instrumento para personas que no tienen experiencia. Es algo que me encanta porque puedo transmitir lo que he aprendido estos años y para gente de distintas edades pero con la misma pasión por la música y nuestro instrumento.

Con mi principal proyecto, Tres Orillas, actualmente estamos trabajando en editar material en vivo de nuestro último concierto: Tres Orillas 10 años.
Además soy parte de un trío con el que estamos armando música nueva un poco más alejada del rock. También hace un tiempo que escribo un tímido libro de poesía al que siempre vuelvo para agregar cosas. Así que con eso me voy entreteniendo en estos días.

Me es difícil contar toda mi historia y realmente puedo decir que hasta ahora va todo muy bien. Quizás me quedan las ganas de hacer algo solista, ya que tengo mucho material, pero también me gusta compartir porque me hace más humano y ayuda a dominar el ego.

Para escuchar a Darío Ferreira:

Contacto:

https://www.facebook.com/dario.ferreira.351

Fede Rodríguez

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