CARLOS AUGUSTO GARRIDO. Poeta, dramaturgo y músico.
Nació en la ciudad de Rosario y desde el año 1980 reside en Ushuaia.

En 1987, editó su primer libro de poesías ¨El Fuego de la Tierra¨.
Garrido es autor y compositor de numerosos temas musicales, muchos de los cuales se refieren a la temática fueguina y patagónica.

En el 2007 publicó ¨El infinito vuelo de la flecha¨, novela socio-histórica del pueblo selk´nam. En el 2012, salió la segunda edición ampliada y actualizada, con ilustraciones de Cany Soto.

Carlos Garrido tiene una amplia trayectoria en el folclore de Ushuaia. En el 2010 escribió la obra danza en un acto Despuntando ‘l Vicio -Homenaje a Florencio Molina Campos, la cual fue puesta en escena por el Ballet Cruz del Sur.

Recibió la distinción de “Ciudadano Destacado” de la ciudad de Ushuaia por su constante labor en pos de la cultura como autor, interprete, poeta y escritor.

Compartimos con las lectoras y lectores de EL ROMPEHIELOS un fragmento de la novela El infinito vuelo de la flecha de Carlos Garrido:

K´aux reparte los járuwen

Luego de que la perversa Táita fuera eliminada por el poderoso Táiyin y el valiente Kjnkai, amnos tomaron las armas que encontraron dentro de la choza de la bruja y se las entregaron a los demás, quienes prontamente aprendieron a construir arcos y flechas. Desde ese momento las usaron para cazar a los yohwén y nunca más sufrieron hambrunas extremas. Tiempo después se produjeron reyertas entre los clanes a causa del reparto de las presas obtenidas.

K´aux, el poderoso Jo´on, decidió entonces repartir la tierra a cada clan, su járuwen (territorio). Dividió la járuk en sesenta y nueve partes, que era el número de familias que moraban en las dos regiones dividas por el Río Grande (Jurr).

Dijo entonces K´aux:

Entregaré a cada patriarca un pedazo de tierra, el que será heredado por línea paterna y ninguna familia podrá invadir el járuwen de otra, a menos que pida permiso a sus dueños y éstos se lo otorguen. Nadie se enseñoreará sobre otro, porque de ser así repetiría lo de Táita, la poderosa y perversa Jo´on, y tendríamos que matar al que lo hiciera. Cada uno de vosotros será total y absolutamente libre en todas sus decisiones.

Y así le repartió la tierra a cada uno de los patriarcas según su parecer. Primero lo hizo con los de Jérks, al sur del río Jurr, luego con los de la región norte del río llamada Párik.

Desde entonces, los járuwen fueron heredados de padres a hijos y cada uno conservó su linaje patriarcal hasta el fin de los tiempos.

¡Estas palabras han sido repetidas por las innumerables generaciones de Lailuka-aín y que las innumerables generaciones de los Chan-aín, Padres de la Palabra, han puesto en bocas de los Sabios!

Fede Rodríguez

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