Frente al Congreso de la Nación y en la provincia de Tierra del Fuego el reclamo contra la actividad salmonera en el Canal Beagle estuvo presente en la manifestación nacional por el Día Mundial del Agua. En este mismo contexto, la Legislatura fueguina volvió a presentar el proyecto contra la industria después de haber perdido estado parlamentario.

Este lunes y en el marco del Día Mundial del Agua, diferentes organizaciones se manifestaron frente al Congreso de la Nación contra las actividades extractivistas que tienen un uso irresponsable del agua en diferentes partes del país. El reclamo es concreto: los valores naturales, de los cuales nuestra sociedad depende, deberían ser considerados de una manera más estratégica y largoplacista, en vez de ser hipotecados en nombre de un beneficio estrecho y para unos pocos.

En este escenario donde se debaten problemáticas como la megaminería, la deforestación, los incendios intencionales, la megaproducción de carne porcina, el reclamo fueguino de “No a la Salmonicultura” llegó a la casa de gobierno Nacional. La industria, que se desarrollaría en las aguas de Tierra del Fuego, es una de las más contaminantes y nocivas para el ecosistema marino dejando a su paso espacios muertos a medida que se instala. 

Augusto De Camillis, parte de Sin Azul No Hay Verde, es buzo profesional y también parte de la ONG Beagle Secretos del Mar, quien junto a otras organizaciones participaron en las movilizaciones en Buenos Aires y en Ushuaia.

“Creo que es super importante la representación en el Congreso y en Tierra del Fuego, hay que estar ahí” aseguró y remarcó que “en el Día del Agua es importante plantear que los recursos naturales son finitos y que los tenemos que conservar”.

“La salmonicultura es una industria que viene con muy malas prácticas y demasiado anticuadas, y es el momento de que se empiece a acomodar a nuevas tecnologías, hacer las inversiones que corresponde y no que solamente se dedique a predar los recursos y quedarse con los beneficios” describió De Camillis quien insistió en la importancia de que “el poder legislativo pueda escuchar la voz de la comunidad y la gente que está trabajando en conservación”.

Sin dudas el reclamo contra las salmoneras cada vez tiene más fuerza a nivel social y de las organizaciones, pero según considera De Camillis, también “se arribó a un consenso entre los diferentes actores políticos de que la Industria no es beneficiosa para Tierra del Fuego”.

Es importante recordar, como bien describe Augusto, que el Canal Beagle es un sistema de aguas semi cerrado y que “no tiene la misma circulación como puede ser en mar abierto, entonces los riesgos son mucho mayores” como también el impacto que puede tener sobre “el turismo y lo que generaría a nivel económico” advirtió.

En este sentido, un análisis económico publicado en la revista “Estudios Económicos”, de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, demostró que en relación a la salmonicultura, ciertas actividades entrarían en competencia directa, como el turismo y la pesca artesanal, éstas últimas, con una capacidad mucho mayor de derramar positivamente en el territorio. Mientras que el turismo emplea más de 5.000 personas directamente (16.500 considerando el empleo indirecto), siendo su efecto multiplicador desconocido y de gran proyección, la salmonicultura generaría solamente 75 puestos directos con perfil calificado, que difícilmente puedan ser cubiertos por profesionales y técnicos locales, y 177 indirectos, relacionados a servicios en su mayoría no desarrollados en la provincia. 

“Si bien la pandemia viene arrastrando mucho de esto, la salmonicultura sería la estocada final. Tomar una decisión en pos de desarrollar una industria que va a terminar destruyendo de alguna forma el principal sustento que es el turismo, una actividad muy pujante en Tierra del Fuego y en Ushuaia en particular, sería muy imprudente”.

Y es que la pandemia por covid-19 golpea fuertemente, inclusive de manera económica, por eso el discurso de las “ventajas” de una industria como la salmonicultura (como la megaminería) vuelve a tomar fuerza.

Para De Camillis “post pandemia cualquier industria extractivista se ve como una posibilidad de generación de fuentes de trabajo y obviamente divisas, y es un error muy grande. Hay costos que pagar frente a eso, y esos costos muchas veces en las evaluaciones de negocio no son tomados en cuenta”.

“Nos están queriendo imponer una industria que en el resto del mundo está migrando a la recirculación en tierra, que no pone en riesgo las aguas abiertas como en este caso puede ser el Canal Beagle. Lo que no quieren tener en el patio de su casa (en referencia a Noruega), se lo están queriendo instalar a otro”.

En Ushuaia, haciendo eco de esta manifestación de alcance nacional, vecinos, organizaciones y artistas marcharon y expusieron su compromiso frente a la problemática ambiental. La jornada fue convocada por Jóvenes Por el Clima Ushuaia, quienes invitaron a la comunidad a participar y sumarse en esta fecha tan relevante.

Mientras tanto en la Legislatura provincial se están cerrando los asuntos que serán ingresados en la próxima sesión ordinaria el 25 de marzo. Este es el caso del proyecto ingresado por el Movimiento Popular Fueguino que pretende prohibir la explotación de la salmonicultura en las aguas de Tierra del Fuego. El mismo había ingresado en 2019 y girado a la Comisión 3 de Recursos Naturales, pero nunca obtuvo dictamen por lo que perdió estado parlamentario.

El proyecto se vuelve a presentar nuevamente para ser ingresado en sesión y ser girado a comisión esperando que, esta vez sí, consiga ser analizado por los Legisladores.

“Tenemos que cuidar los recursos que tenemos y desarrollar procesos productivos de punta, donde los beneficios y los costos queden equiparados y los ecosistemas sean cuidados, para pensar en las futuras generaciones que van a habitar este único planeta que tenemos” remarcó De Camillis finalmente. 

EL ROMPEHIELOS
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