Se trata de una de las especies emblemáticas de la Patagonia, formando parte de su paisaje habitual. Esta ave migratoria se encuentra hoy al borde de la extinción. Se estima que su población bajó de los 40.000 ejemplares a poco más de 1000 en los últimos 40 años. Su pérdida significaría un duro golpe para el ambiente y la identidad de la región.

Numerosas son las especies nativas que definen las características que hacen de la Patagonia una región única. Lamentablemente muchas de esas especies han sido arrastradas al borde de su desaparición debido a las actividades del ser humano. La destrucción del hábitat, la introducción de especies exóticas y la caza son los principales motivos que producen la disminución de las poblaciones autóctonas. El frágil equilibrio ambiental depende de la existencia armoniosa de todos sus componentes. Cuando uno de ellos falta, el balance se pierde y las repercusiones pueden ser enormes.

Una de las especies cuyo destino actualmente pende de un hilo es el Cauquén Colorado, ave migratoria exclusiva de Sudamérica, cuya presencia en las praderas patagónicas es emblemática. Debido a su estado crítico, la especie está declarada como “en peligro de extinción”, máxima categoría de amenaza que prevé la Resolución N°. 348/2010 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. La presencia de esta ave, como la de cualquier otra especie autóctona, resulta fundamental para el correcto funcionamiento del ecosistema. Lamentablemente, la especie fue considerada plaga durante muchísimos años y su cacería era habitual, lo que ocasionó que la población en la zona magallánica (Tierra del Fuego y Santa Cruz), difícilmente supere los 1000 individuos, posicionándola en la grave situación en la que se encuentra.

Las dificultades para sobrevivir que enfrenta el Cauquén Colorado son variadas y se ven incrementadas debido al hecho de encontrarse tan disminuida su población. En las áreas de cría las amenazas están alrededor de sus nidos, cerca de lagos, lagunas y ríos, donde ponen entre 5 y 8 huevos. De esta forma, las crías y huevos serán vulnerables a ser predados por especies nativas y exóticas, como el zorro gris o el visón americano, que generan una fuerte presión y disminución del éxito reproductivo.

El Cauquén Colorado tiene su área de invernada en el sur de la provincia de Buenos Aires, donde la caza furtiva amenaza fuertemente a la especie. Para protegerla, en el año 2000 la provincia de Buenos Aires lo declaró Monumento Natural Provincial, otorgándole la máxima categoría de protección a través de la Ley 12250. En 2009, se suspendió la caza por 5 años de cualquier especie de Cauquén en todo territorio de la provincia. La caza de esta especie se da por los productores agrícolas, que la consideran como una plaga que amenaza a sus cultivos. Este año la fundación Azara, ONG conservacionista, creó en la provincia de Buenos Aires el primer santuario para la conservación del Cauquén Colorado.

Además del trabajo de protección en la Provincia de Buenos Aires, son diversas las acciones que se están tomando en orden de salvar a la especie. Asociaciones Civiles como Aves Argentinas vienen trabajando hace años, participando con campañas de monitoreo, difundiendo la problemática, visitando los sitios de concentración invernal y dictando charlas en las comunidades. Este año, la Asociación Ambiente Sur, con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, dió inicio a la implementación de un programa de concientización para promover acciones que posibiliten la subsistencia de estas aves.

En Tierra del Fuego, recientemente se comenzaron a llevar adelante trabajos para la recuperación de sitios de nidificación en la provincia. El proyecto impulsado por la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático pretende rehabilitar el área de nidificación y así mejorar los índices de reproducción y poner a prueba aspectos sobre el manejo, la reparación de su hábitat y protección de los depredadores.

Los esfuerzos son diversos y de ellos depende la supervivencia del Cauquén Colorado. Si estas acciones continúan y se multiplican, si existe la voluntad política y el apoyo estatal, y si la sociedad toma verdadera conciencia de la importancia de cada una de las especies que conforman nuestros ecosistemas, las bandadas de Cauquenes Colorados volverán a poblar el paisaje patagónico en un futuro no muy lejano. Como siempre, todo depende de nuestras acciones.

 

Abel Sberna

 

También te puede interesar: “Castores chilenos en la mira”

 

Deja tu comentario