La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos puso fin a una de las máximas que rige la internet desde que es tal: la neutralidad de la red ¿Qué significa? ¿Qué representa y cómo nos afecta? Consultamos a los especialistas sobre el tema y se los contamos en esta nota.
Lo primero es intentar definir a qué se hace referencia cuando se habla de Neutralidad de la Red. Gustavo Fontanals lo explica ampliamente en varios artículos de Revista Fibra pero en particular destaca que existe “un consenso en una definición mínima pero general, que entiende a la neutralidad como la prohibición de introducir distorsiones (intencionales) en el tráfico de información en internet, rechazando toda discriminación de contenidos o servicios particulares (sea negativa o positiva)”.
La intención de este precepto es que “todo tráfico de datos debe ser tratado en condiciones de igualdad, con el propósito de garantizar a los usuarios igual libertad de elección respecto a los contenidos que quieran consumir, transmitir o crear”.
Natalia Zuazo es periodista y politóloga y escribió “Guerras de Internet”. En contacto con EL ROMPEHIELOS, aclara que el principio de neutralidad de la red “rige internet desde que internet existe como tal” y que es “una de las pocas cosas que no se había privatizado”. Zuazo explica que la neutralidad de la red garantizaba que los proveedores del servicio “no puedan interferir lentificando cierto contenido en detrimento de otros”, como, por ejemplo, cobrar un contenido en particular a mayor precio.
Además, dijo, “no se podía discriminar el contenido por paquete”, pero aclaró que con el fin de la neutralidad de la red en los Estados Unidos “van a poder ver qué tipo de contenido estás consumiendo” describe Zuazo.
Uno de los problemas para defender la neutralidad de la red es que parece dificil de explicar (y entender). Esta viñeta en inglés lo intenta bastante bien. #NetNeutrality pic.twitter.com/sa4syTbueF
— Pablo M. Fernández (@fernandezpm) 14 de diciembre de 2017
Fontanals -politólogo e investigador de la UBA- agrega que si bien en la práctica “en definitiva, el contenido no viaja ni se distribuye en internet en condiciones de igualdad”, sí es interesante como concepción para ejemplificar a qué hacen referencia esta noticia de carácter internacional.
La neutralidad de la red remite -según explica Fontanals- “a un precepto básico, ya reconocido por organismos multinacionales como la ONU y la OEA y en forma creciente por los gobiernos alrededor del mundo: internet es un medio esencial para garantizar derechos fundamentales de las personas, como el acceso a la información y las libertades de opinión y expresión” y que esta “idea rectora” implica que “todo tráfico de datos debe ser tratado en condiciones de igualdad, con el propósito de garantizar a los usuarios la libertad de elección respecto a los contenidos que quieran consumir o transmitir”.
Pero este precepto dejó de ser tal el último jueves, cuando la Comisión de Comunicaciones de los Estados Unidos puso fin a una serie de leyes que garantizaban la equidad en internet. El principio que permitía tratar por igual todos los datos por igual sin importar su origen, tipo y destino fue resquebrajado en una votación 3 a 2.
Ahora, ¿qué efectos colaterales podríamos recibir quienes estamos viviendo en otro país bajo otras normas?.
Efecto colateral
Las consecuencias podrían ser varias y en distintos plazos. El problema principal es que la mayor cantidad de servicios que usamos a diario en internet están radicados en Estados Unidos. Cerca del 80% de lo que hacemos a diario en la web se concentra en 5 empresas, todas radicadas en ese país, según relata Zuazo.
Con la muerte de la neutralidad de la red en EEUU, los operadores podrán cobrarte un acceso “premium” a algunos sitios (Netflix, YouTube) y un acceso mucho más lento (y que no te va a servir ni para ver un GIF)
— Federico Aikawa (@fedeaikawa) 14 de diciembre de 2017
Las empresas de servicios (Facebook, Netflix, Youtube) podrían ver afectados la calidad de sus servicios ahora que los proveedores pueden tener “usuarios premium” que paguen por tener mayor velocidad para consumir un contenido determinado.
Sin embargo, a largo plazo existen efectos que van en detrimento de la innovación. Esto han asegurado muchos activistas en favor de la neutralidad de la red, según explica Zuazo. “Si creas un servicio en internet y luego algo te limita”, entonces las oportunidades de producción dejan de ser equitativas.
“Los más afectados son los más pequeños”, aclara la periodista, y explica que en Estados Unidos “mucha gente con muchos menos recursos utiliza internet, por ejemplo, en las Bibliotecas Públicas” algo que profundizaría la desigualdad del acceso. Con la innovación trunca, los emprendimientos -los mismos que retro alimentan a su vez a las grandes empresas de Internet-, se restringen. Por ende, los cientos de miles de puestos de trabajo que dependen de ello.
Para la periodista, si bien no está claro cuáles serían los efectos a corto plazo y remarca que en Argentina “estamos en un limbo” respecto del DNU que modificó la ley de Comunicación Audiovisual y la ley de Argentina Digital, a la espera del avance del proyecto de Ley de Comunicaciones Convergentes que lleva más de un año de retraso.
Neutralidad Argentina
En argentina la neutralidad de la red está contemplada en la ley 27.078, mejor conocida como Argentina Digital, sancionada el 16 de diciembre de 2014 y promulgada el 18 de diciembre de ese mismo año.
El decreto de necesidad y urgencia 267/2015 modificó esa ley, pero solamente en los artículos 6 al 12. Son los artículos 1, 56 y 57 los que hacen mención a la neutralidad de la red. En principio, el Artículo 1 reza: “Declárase de interés público el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, las Telecomunicaciones y sus recursos asociados, estableciendo y garantizando la completa neutralidad de las redes”. Y en el articulado describe lo que -en líneas generales- se entiende por neutralidad de la red.
El Artículo 56 garantiza “a cada usuario el derecho a acceder, utilizar, enviar, recibir u ofrecer cualquier contenido, aplicación, servicio o protocolo a través de Internet sin ningún tipo de restricción, discriminación, distinción, bloqueo, interferencia, entorpecimiento o degradación”.
Y en el 57 enumera dichas prohibiciones para los prestadores de servicios, que no podrán “bloquear, interferir, discriminar, entorpecer, degradar o restringir la utilización, envío, recepción, ofrecimiento o acceso a cualquier contenido, aplicación, servicio o protocolo salvo orden judicial o expresa solicitud del usuario” además de “limitar arbitrariamente el derecho de un usuario a utilizar cualquier hardware o software para acceder a Internet, siempre que los mismos no dañen o perjudiquen la red”.
Enrique Chaparro es especialista en seguridad de los sistemas de información y secretario de la Fundación Via Libre. En contacto con EL ROMPEHIELOS, Chaparro cuestionó que si bien legalmente se está en un limbo, existe en la letra pero “no se cumple”. Y ejemplificó el caso con algo que se anunció con bombos y platillos de parte de los operadores de telefonía móvil como es la gratuidad de WhatsApp, explicado en detalle por el periodista Valentín Muro en La Nación. “Va en contra de la neutralidad de la red”, sentenció Chaparro y criticó al ENACOM. El cuestionamiento del especialista se centra en que “el proyecto de ley de Comunicaciones Convergentes debió estar dispuestos en Julio de 2016 y todavía no se conoce”. Para Chaparro, el marco regulatorio “es correcto; Criticamos alguna ambigüedad técnica” pero que “le corresponde a la autoridad de aplicación” el control del mismo. En este caso, “no hay ninguna garantía que una ley futura si no se cumple la ley vigente”.
En todo caso, la decisión tomada por la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos sienta un precedente peligroso para la neutralidad de la red con todo lo que implica. Resta preguntarse qué camino tomará Europa en este sentido y qué opción elegirá la Argentina de cara a los cambios que son impulsados desde Norte América en relación a la equidad y libertad que hasta el jueves reinaba sin problemas en la web.
Pablo Riffo