Cientos de personas, entre los que se contaban deportistas de elite hasta amateurs, participaron hoy de la “Marchablanca” y el “Ushuaia Loppet”, las pruebas de esquí de fondo más multitudinarias y populares de Tierra del Fuego que además constituyen una de las atracciones turísticas del invierno fueguino.
Las dos competencias organizadas por el Club Andino Ushuaia (CAU) se llevaron a cabo en el centro invernal Tierra Mayor, situado a 15 kilómetros de la capital fueguina, en medio de una jornada con precipitaciones de nieve y aguanieve en las afueras de la ciudad.
La “Marchablanca”, con un circuito competitivo de 21 kilómetros que recorre bosques de lenga, arroyos y turbales, posee también dos distancias promocionales de 3 y 7 kilómetros.
En la faz competitiva, el ganador fue el deportista fueguino Matías Zuloaga, que cruzó la meta en 1 hora 14 minutos 45 segundos, mientras que entre las mujeres se impuso la también fueguina Catalina Frungieri, con un tiempo de 1 hora 41 minutos 31 segundos.
Por su parte el “Ushuaia Loppet” forma parte de la organización Worldloppet FIS y su recorrido de 42 kilómetros inauguró el circuito mundial de maratones de esquí de fondo con la participación de esquiadores de nueve países.
El ganador de la décima edición fue el brasileño Víctor De Lima Santos con un tiempo de 2 horas 29 minutos 45 segundos.
Sin embargo, el colorido del evento lo aportaron las decenas de familias participantes de las categorías promocionales de la “Marchablanca”, un evento que lleva 34 ediciones en Tierra del Fuego y que incluye un premio especial para los mejores disfraces de la competición.
De este modo, pasaron la línea de largada a las 12.30 familias completas disfrazadas con trajes relacionados a cuentos infantiles, con consignas relacionadas a la donación de sangre o alusivas a la causa Malvinas, entre muchos otros motivos.
El organizador de la prueba, Pablo Valcheff, se mostró satisfecho por la multitudinaria participación y destacó el “reencuentro con el público de manera presencial después de dos años de interrupción por la pandemia de coronavirus”.
“La Marchablanca es muy tradicional en la provincia y con el paso de los años terminó convirtiéndose en un evento más social que deportivo. Sin embargo, había competidores que iban a hacer marcas y a ganar y entonces volvió a tomar auge la faz competitiva”, sostuvo Valcheff.
En ese sentido, recordó que al ser una competencia de 21 kilómetros no trascendía en el circuito internacional de la especialidad, lo que llevó a generar un segundo evento simultáneo, el “Ushuaia Loppet” de 42 kilómetros de extensión.
“Empezamos con 30 competidores y llegamos a tener 120. Después apareció la posibilidad de sumarnos a la “World Loppet”, una federación que reúne a las principales carreras del mundo y que otorga un galardón a quienes finalicen al menos diez. Y eso le dio otra dimensión al evento”, señaló el instructor y dirigente deportivo.
Por su parte Martín Bianchi, director de Promoción Turística del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur) sostuvo que la “Marchablanca” y el “Ushuaia Loppet” logran reunir en un mismo sitio a “familias fueguinas, aficionados al esquí de fondo y deportistas con los turistas que visitan la ciudad y que tienen así la posibilidad de vivir esta fiesta del deporte característica de Tierra del Fuego”.
Según Bianchi, esquiadores nacionales pero también internacionales procedentes de países como Estados Unidos, Canadá, Kenia y Chile llegan al “Fin del Mundo” para realizar la prueba y sellar sus “pasaportes Worldloppet”.
Voceros del Infuetur confirmaron a Télam que a raíz de estos eventos de esquí, el nivel de ocupación en Ushuaia durante el fin de semana largo alcanzó el 85% (de las 8000 camas disponibles) con picos del 90% en hoteles de cuatro y cinco estrellas y con algunos establecimientos con “ocupación plena”.
Fuente: Agencia Télam