Las especies fueron encontradas por una expedición realizada en Cerro Guido.

Por medio de un artículo científico, se revelaron nuevos detalles respecto a doce troncos y tallos fosilizados, piezas que formaron parte de la diversidad arbórea que alguna vez existió en esta región hace 68,9 millones de años.

El descubrimiento tuvo lugar en el valle del río de las Chinas, provincia de Última Esperanza, por medio de expediciones paleontológicas organizadas por el INACH y la Universidad de Chile en 2017. En ese trabajo, el equipo encontró dichas piezas, las cuales varían en longitud desde los veinte centímetros hasta dos metros
De esta manera, y tras su análisis, los fósiles pasaron a ser uno de los primeros registros que se tiene detallado respecto a la anatomía de la madera del Cretácico superior de esta localidad. Junto con esto, también se arroja algunas características respecto al ambiente donde existieron estas plantas, además de la abundancia durante este periodo.

La Dra. Cristine Trevisan, paleobotánica e investigadora del INACH, se refirió respecto a la importancia del reciente descubrimiento: “Las circunstancias únicas de preservación, con la fosilización conjunta de estos elementos, permiten una detallada reconstrucción del bosque y su entorno, contribuyendo al conocimiento del cambio climático. Además, el estudio del registro fósil y de los ecosistemas actuales proporciona información sobre la interacción entre el clima y la vegetación”.

Junto con especies conocidas en la Patagonia, entre los troncos y tallos se encontraron cuatro nuevos grupos. Una de estas, la Austroginkgoxylon dutrae, obtiene su nombre de la Dra. Tania Dutra, quien ha sido pieza clave en este tipo de estudios.

El camino a seguir
Tras este descubrimiento, se destaca la particularidad del ecosistema que existió en el pasado, donde los taxones han permitido abrir nuevas interrogantes con base en las variables climáticas.

“Lo interesante es seguir estudiando la flora fósil y así aportar nuevos datos para reconstruir este único escenario que existió en el sur de Chile, ver la relación filogenética entre las especies encontradas en la región de Magallanes y otras partes del mundo, así como en el descubrimiento de nuevos especímenes que afinen la reconstrucción de los ambientes y condiciones climáticas donde crecieron estas especies fósiles”, finalizó el Dr. Martínez.

Fuente: El Pingüino

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