El día viernes se produjo un intercambio de opiniones en las redes sobre la posibilidad de que un tramo del 100° Rally de APITUR: El “Gran Premio Coronación” se realizara dentro de dos reservas naturales.  A pesar de que la actividad nunca fue autorizada por las autoridades competentes, los aficionados al deporte automovilístico expresaron su malestar.

En los últimos tiempos hemos asistido con entusiasmo a todo el proceso de creación de lo que será la nueva Área Protegida Península Mitre. Tras años de reclamos e insistencia, se logró que el Gobierno disponga de los espacios necesarios para el debate y la elaboración participativa de un proyecto para que esta nueva reserva sea una realidad. Por otro lado, el debate sobre la instalación de proyectos como las salmoneras en el Canal Beagle y la apertura de la ruta 30 ha dado mucho que hablar de un lado y del otro, poniendo en discusión preocupaciones sobre la conservación del patrimonio ambiental y cultural de la región. Diversas organizaciones y profesionales insisten en que estos proyectos no son viables, mientras que desde el Gobierno afirman que las condiciones están dadas para que se puedan llevar adelante con los cuidados correspondientes. Desde la Legislatura surgen buenas señales, como el proyecto de ley para el cuerpo de guardaparques o la asignación de una partida presupuestaria para el sistema de áreas protegidas de la provincia. Todas estas discusiones, debates y las nuevas herramientas que surgen a partir de ellas son muy positivas para el crecimiento de la provincia, ya que permiten construir mediante el diálogo y la oposición de puntos de vista, un equilibrio que satisfaga lo más posible a todas las partes e intereses.

Todo este trabajo no tendría ningún sentido si en la práctica se llevaran adelante acciones contradictoras a la conservación, como la realización de un rally dentro de los límites de una reserva natural. Y este fue justamente el eje del debate (devenido en enfrentamiento) que se suscitó el día viernes en las redes sociales a partir de una petición de la Asociación Manekenk a la Secretaria de Ambiente para que no permita la realización del 100° Rally de APITUR: El “Gran Premio Coronación” en las rutas provinciales que atraviesan las reservas Rio Valdez y Playa Larga. La respuesta del organismo gubernamental fue rápida haciendo llegar a la ONG las notas donde queda explicitado que no está permitida la realización de las pruebas. Hasta aquí, todo dentro de los esperable de cualquier sociedad compuesta por personas adultas que comprenden los límites de la legalidad, la necesidad de hacer un uso racional de los recursos, la importancia de que las actividades no impacten negativamente sobre el patrimonio que es público y la autoridad de los organismos del Estado y sus dictámenes. Sin embargo, lo que debería haber pasado como un ejemplo de buenas prácticas ciudadanas de preocupación por el ambiente y la adecuada decisión del Gobierno sobre el uso de una reserva natural, se convirtió en un intercambio de acusaciones, ataques y reclamos por parte de aficionados al rally que expresaron su descontento (muchas veces de forma agresiva) con la decisión del Gobierno y los reclamos de los ambientalistas.

Los argumentos fueron de los más variados: “Hay desmontes por todos lados, ¿Por qué no se preocupan por eso?”, “Playa Larga esta todo arruinado, ¿de qué reserva natural me hablan?, “Vayan a laburar y dejen de romper las pelotas a la gente que quiere disfrutar”, “Esto se hizo siempre, ¿por qué rompen las pelotas?” y así en una escalada que llega hasta frases que no sería adecuado reproducir por este medio. Lamentablemente se tomó el justo reclamo y preocupación de la asociación como un ataque al automovilismo y la respuesta de los aficionados y aficionadas fue el ataque, el cuestionamiento a la ONG y su trayectoria e insultos a sus integrantes y a las autoridades de Gobierno. En definitiva, una pataleta digna de un adolescente que no está satisfecho con alguna decisión de su padre o su madre.

Es cierto que nuestra provincia es víctima de numerosas amenazas a su ambiente. Es cierto que se violan sistemáticamente las normas y leyes ambientales y que muchos espacios se han deteriorado a niveles irrecuperables. También es cierto que la reserva Playa Larga ha sido víctima de años y años de desidia por parte de los Gobiernos y de un mal uso por parte de la ciudadanía y que recién ahora el Gobierno ha dado señales de querer recuperarla y ponerla en valor. Sin embargo, esto no debería ser un argumento para que un grupo de personas sienta que tiene el derecho de pasar por encima de las legislaciones y de las autoridades de aplicación. ¿Es lógico denunciar que Playa Larga está deteriorada, o que hay desmontes por todos lados y al mismo tiempo defender la intención de que más de 100 autos de rally compitan dentro de una Reserva Natural? ¿No es justamente ese tipo de actitudes las que llevaron a Playa Larga a su estado actual en un primer momento? Es difícil de comprender que gente adulta, miembros activos de una sociedad, no puedan (o no quieran) comprender que no se puede realizar un rally dentro de una reserva natural, que las condiciones actuales de abandono del espacio no es una justificación para seguir deteriorándola y que el hecho de que una actividad se haya realizado antes no la convierte en una actividad permitida. Por el contrario, es responsabilidad y obligación de cada ciudadano y ciudadana preservar ese lugar, hacer un uso adecuado y exigir a las autoridades que intervengan cuando sea necesario.

Entiendo que todos y todas queremos una provincia mejor, con un ambiente saludable donde podamos realizar las actividades que más nos gustan en armonía con el resto de la sociedad. Estoy convencido de que es así, por ello resulta fundamental que comprendamos que el cambio comienza en nosotros, en entender qué podemos y qué no podemos hacer y que todas nuestras acciones repercuten en la persona que tenemos al lado.

Luego de pensar mucho en todo lo que se dijo el viernes en las redes, me queda una sensación de tristeza, al ver que nos enfrentamos entre vecinos y vecinas cuando deberíamos estar de acuerdo en respetarnos mutuamente. Nadie pretende prohibir el automovilismo, el cual forma parte de la identidad de una gran parte de la población. Es innegable que eventos como la Carrera de La Hermandad o la prueba motociclística La Vuelta de Tierra del Fuego son carreras tradicionales que atraviesan a generaciones de fueguinos y fueguinas. Pero también es innegable que las reservas naturales forman parte de la identidad y de los intereses de otra gran parte de la sociedad fueguina, que invierte mucho esfuerzo y trabajo por defender y preservar. Se trata de una cuestión de empatía, de respeto por los demás. Hay cientos de rutas donde el rally puede desarrollarse con total normalidad. Playa Larga no es el lugar. Y esto debería ser tan sencillo de entender y aceptar como que dos más dos es cuatro.

 

Abel Sberna

 

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