Los pulpos son de los animales más raros que existen, hasta el punto de que algunos científicos aseguran que, si tenemos que fijarnos en un ser de la creación para pensar en cómo serían los extraterrestres, sin duda él debería ser el elegido. Son icónicos por su inteligencia y porque tienen ocho ‘brazos’, pero quizá no sabías que también tienen más de un corazón.
En concreto, tres. Según informa ‘Live Science’, no es el único animal con esta particularidad, sino que les sucede igual a sus parientes más cercanos como son el calamar y la sepia. El corazón más grande de los pulpos (el corazón sistémico) se encuentra en medio de su cuerpo y bombea sangre oxigenada por todo el cuerpo, aunque no hacia las branquias. Es el más grande y ‘musculoso’ de los tres.
Los otros dos corazones se llaman corazones branquiales, cada uno de los cuales está unido a una de las dos branquias del pulpo (por eso se les llama así). El trabajo de cada uno de ellos es bombear sangre a través de la branquia a la que está unido. Son relativamente pequeños y no especialmente fuertes. Entonces, ¿por qué el pulpo necesita tres corazones? Pues la razón es la misma por la cual los humanos y otros mamíferos necesitan cuatro cámaras en el corazón: resolver el problema de la presión arterial baja.
Los animales necesitan suficiente presión arterial para administrar sangre a través de sus cuerpos de manera efectiva. Si una persona sufre de presión arterial baja puede marearse o incluso desmayarse si se pone de pie demasiado rápido o se esfuerza, porque la presión tan baja no es suficiente para llevar sangre al cerebro. En el caso del pulpo, las branquias le ayudan a extraer oxígeno vital del agua, y los corazones branquiales ayudan a bombear sangre pobre en oxígeno a través de las branquias. Sin embargo, la sangre rica en oxígeno que emerge de las branquias sale a baja presión, por eso tienen otro corazón después de las branquias para volver a presurizar la sangre para que pueda ser enviada al cuerpo de manera eficiente.
Los humanos tienen un problema similar. Las dos cámaras derechas del corazón, la aurícula derecha y el ventrículo derecho, bombean sangre pobre en oxígeno desde las venas hacia los pulmones. Cuando la sangre rica en oxígeno sale de los pulmones, sale a baja presión. Sin embargo, los humanos luego envían esta sangre rica en oxígeno de regreso al corazón, específicamente a las dos cámaras izquierdas: la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo. Estas cámaras represurizan la sangre y la envían a través de las arterias al resto del cuerpo.
En otras palabras, los pulpos y los humanos resuelven el mismo problema de dos maneras muy diferentes: los pulpos al tener varios corazones y los humanos al tener un corazón con múltiples cámaras. Otra curiosidad más de este peculiar animal es que sus corazones se detienen por unos momentos cuando nadan, y nadie está seguro de por qué. Una posible explicación es que nadar ejerce una presión tan alta sobre sus corazones que es mejor detenerlos por unos momentos mientras nadan en lugar de tratar de bombear contra esa presión.
Otra forma en que el sistema circulatorio de los pulpos difiere del de los humanos es que su sangre es azul. Esto se debe a que los pulpos y sus parientes cefalópodos usan proteínas a base de cobre llamadas hemocianinas para transportar oxígeno en la sangre, en lugar de la proteína a base de hierro llamada hemoglobina que usan los humanos.
Fuente: Noticias Ambientales