María Mercedes y Josefa Dominga acompañaron a su abuelo y libertador en sus últimos años de vida. Una de ellas se dedicó a la asistencia social y fue condecorada con la Legión de Honor francesa por su ayuda durante la Gran Guerra.

n sus últimos años de vida, José de San Martín, el Padre de la Patria Argentina, estuvo rodeado del amor de sus nietas. María Mercedes y Josefa Dominga, hijas de María de los Remedios de Escalada y Mariano Balcarce, alegraron la etapa final de uno de los grandes Libertadores de Sudamérica, que por entonces residía en Francia.

Las hermanas nacieron con casi tres años de diferencia: María Mercedes, el 14 de octubre de 1833 en Buenos Aires. Y Josefa Dominga, heroína durante la Primera Guerra Mundial, el 14 de julio de 1836 en la residencia familiar de Grand BourgFrancia.

¿Qué ocurrió luego de la muerte de San Martín?

El Libertador falleció el 17 de agosto de 1850, fecha que en Argentina fue elegida como feriado nacional. Luego de su deceso, la familia se mudó de Grand Bourg París y también adquirió una residencia veraniega en Brunoy. Ambas hermanas se criaron bajo las enseñanzas familiares que San Martín escribió para educar a su hija, las famosas “máximas a Merceditas“. Entre ellas:

  • “Dulzura con los criados, pobres y viejos”.
  • “Estimular en Mercedes la caridad con los pobres”.
  • “Inspirar amor a la Patria y a la Libertad”.

Esas enseñanzas marcarían, sobre todo, a Josefa Dominga, cuya historia de vida tuvo un sinfín de momentos importantes para la vida en sociedad.

¿Cuál es la historia de Josefa Dominga?

Su hermana, María Mercedes murió en 1860, a los 27 años. Al año siguiente, Josefa o “Pepa“, tal como le decían cariñosamente, contrajo matrimonio en París con Fernando Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina, un joven que pertenecía a una noble y acaudalada familia mexicana y que, al momento del matrimonio, era representante diplomático en la ciudad francesa.

A pesar de haber nacido en Francia, “Pepa” hablaba correctamente el español, ya que era el idioma que se utilizaba en el hogar y conocía al detalle los sucesos de la patria lejana de su abuelo. Siguiendo el legado del libertador, dedicó su vida a la asistencia social.

Al enviudar, creó la Fundación Balcarce y Gutiérrez de Estrada en 1905, con el objetivo de ayudar y asistir a quienes más lo necesitaban. Fundó un Hogar de Ancianos en la casa familiar de Brunoy con el mismo propósito, y este se convirtió en un establecimiento con una estructura importante y equipo hospitalario a la vanguardia. Allí trabajaría el resto de su vida.

¿Cómo llegó a ser heroína de guerra la segunda nieta de San Martín?

Cuando la Primera Guerra Mundial estalló en 1914, Josefa tomó la decisión, a sus 82 años, de ampliar la estructura del Hogar para que fuera un hospital de emergencia que recibiera heridos de guerra. Con el correr de los meses y la escalada del conflicto, se convirtió en el más importante de la región por su equipamiento médico.

Sin embargo, cuando inició la segunda batalla de Marne entre julio y agosto de 1918, el ejército alemán avanzó ampliamente sobre territorio francés, motivo por el que la región de Brunoy fue evacuada. A pesar del riesgo, Josefa decidió quedarse para continuar la labor en el Hogar.

Así fue como, luego de la contienda, el gobierno francés le otorgó la distinción de la Legión de Honor. Por otro lado, la segunda nieta de San Martín se encargó de conservar y compartir los bienes y el legado de su abuelo, donando muchas pertenencias al Museo Histórico Nacional. Con su director, el Dr. Adolfo Carranza, mantuvo una correspondencia al respecto.

Fuente: Billiken

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