El desencadenado de beneficios que provocó la nueva modalidad de créditos hipotecarios promovidos por la Nación dejó en evidencia una virtud poco habitual de la clase política actual. Municipio, Provincia y Nación pueden articular beneficios para los ciudadanos sin importar los símbolos políticos.

Inútil: Adj. Que no produce provecho, servicio o beneficio / Que no produce provecho, servicio o beneficio.

Algo que debería ser habitual en el sistema democrático con el que convivimos termina requiriendo visibilidad porque a muy pocos les pareció importante el detalle. Que tanto los representantes legislativos municipales como los de la provincia generen herramientas que complementan una medida que impulsa la Nación. Que los egoísmos políticos queden de lado y se busque el bien común del protagonista de la gestión pública: el ciudadano de a pie. El que habita Río Grande, Tolhuin o Ushuaia.

El disparador fue la promoción de créditos hipotecarios en el marco del Plan Procrear, abriendo el juego a un importante universo de entidades bancarias como medida original. El Concejo Deliberante de Río Grande tomó la posta y en lo que el propio Paulino Rossi menciona como “plan de reactivación económica” se lleva adelante la baja del 50% en el impuesto inmobiliario municipal durante dos años.

Mientras tanto, una medida similar se tomaba en la Legislatura provincial donde se promovió una rebaja impositiva para los créditos hipotecarios eliminando la alícuota adicional del 3% y la general del 4% al 1,5% ¿El resultado? Más créditos hipotecarios, más beneficios impositivos, menos alquileres, mayor arraigo.

¿Cómo pudo ser que tres poderes del Estado funcionen mancomunadamente sin chicaneo político en el medio? El concejal radical riograndense dialogó con EL ROMPEHIELOS. Frente a la caída de la actividad económica decidió llevar adelante una “serie de acciones para fomentar la construcción”.

Frente a la posibilidad que ofrecía los créditos UVA se planteó “la baja de la presión tributaria con dos proyectos. Reducción del 50% del impuesto inmobiliario durante 2 años -un tiempo prudente para que los gastos de mudanza no resultaran tan engorrosos-, además que para el estado es mejor un 50% de una vivienda que nada”.

La segunda propuesta terminó en la Legislatura donde el mismo bloque presentó el proyecto de eliminación de alícuota de ingresos brutos para los beneficiarios de créditos Hipotecarios, aprobado por unanimidad en la sesión del pasado 24 de agosto. Como efecto contagio, dentro del parlamento riograndense se trabaja en una medida similar de reducción impositiva para quienes mantengan los puestos de trabajo durante dos años.

¿Por qué esto que debería ser común a la vida política llama la atención? Para Rossi, “cuando se personaliza la política se promueve que todo lo que hace el otro es malo”, algo que llama la “lógica de la vieja política”. Algo que sin embargo, sigue vigente en el diario convivir político.

No hay que tener miedo a reconocer cuando una medida que se toma está bien hecha” agrega Rossi, destacando que la provincia se encuentra en una delicada situación económica. Otra cosa que destaca el edil, autor además de Convivencia App, una aplicación para realizar todo tipo de denuncias que van a parar directo a su despacho, tiene que ver justamente con la forma de contacto de los vecinos.

La tecnología habilita la posibilidad de contactarse con mucha gente y ver qué necesita” cuenta Rossi desde su experiencia y cuestiona que “la única que se resiste a cambiar es la política. El umbral del cambio es la comunicación”. La posibilidad que alguien del otro lado escuche y busque una solución “genera en la gente la esperanza que puede cambiar”.

Otro motivador grande del contacto directo con las personas es la omisión de intermediarios en la política. Los conocidos ‘punteros’ dejan de tener su rol preponderante y el control real recae sobre los ciudadanos.

La articulación como política de estado

Fernando Álvarez de Célis es Subsecretario de Planificación Territorial de la Inversión Pública, dependiente del Ministerio del Interior que conduce Rogelio Frigerio. Su trabajo consiste justamente en articular los municipios, la provincia y la nación para la concreción de obras.

En dialogo con EL ROMPEHIELOS, Álvarez de Célis contó que la lógica orgánica es de relacionarse primero con los gobiernos provinciales que con los municipios. Aunque en un país con una amplitud de fuerzas políticas esta relación puede variar.

Sin embargo opina que dentro de las obras es indispensable una “mirada municipal” ya que otorga una visión diferente. Por lo mismo -en líneas generales-, las soluciones de Hábitat se resuelven con los municipios y las Obras Hídricas con la provincia.

Uno de los problemas principales que encontró el Arquitecto al hacer pie en las provincias fue que “la burocracia estatal no funciona. No contamos con información de Obras Públicas y en muchas provincias no habían equipos técnicos conformados” además de una falencia clave en estructura administrativa.

El funcionario nacional, sin embargo, apuesta que la articulación para el feliz desembarco de las obras en los lugares que se las necesita “es una política de estado” para la actual gestión. Esto queda plasmado en la digitalización de los proyectos de todo el país que centralizados en el Sistema de Identificación y Ponderación de Proyectos Estratégicos (SIPPE).

Hay vicios de la política, falta de información, falta de planificación” enumera Álvarez de Célis, “tienen que adaptarse” menciona. El funcionario recuerda que la obra pública fue sinónimo de empleo, pero que hoy busca ser sinónimo de trasformación en función del déficit.

El SIPPE reactivó fuerte en octubre del año pasado cuando desde los distintos distritos, tanto oficialistas como opositores, vieron que los fondos llegaban a quienes cargaban los proyectos en el sistema. “La clase política entendió” opina Álvarez de Célis, aunque sigue siendo la misma que pelea por los cambios de paradigma.

¿Utópico?

El planteo de un esquema de articulación que exceda los mandatos y aceite el mecanismo de recepción de obras suena a eso. Utópico. La experiencia, las expresiones en contra de quienes todavía ostentan lugares de poder y las constantes riñas que perjudican únicamente a los ciudadanos; generan dudas.

La sistematización de la obra pública requiere además del acompañamiento del cambio de paradigma de la mecánica de acceso a la misma. La política de amiguismo debe ser por el bien común, parte de un pasado que amenaza con seguridad al presente.

La sociedad en su conjunto debe ser veedora de la sustentabilidad del sistema por lo que el sistema de representatividad democrática es clave ¿llegarán los representantes a modificar sus conductas comunicacionales? ¿Mejorarán los sistemas de resolución de problemas? ¿dejará la política de ser inútil? Esperemos que si.

 

Pablo Riffo

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