El mayor buque de investigación de la flota española, el “Odón de Buen”, medirá unos 85 metros de eslora y 18 de manga y estará dotada de tecnología de vanguardia que le permitirá estudiar hábitats y fondos marinos a profundidades poco frecuentes.
De esta forma, será un barco de investigación único en el mundo por su energía limpia, que incluye, por primera vez, la propulsión de gas licuado como combustible y una autonomía de unos 50 días de navegación.
El buque estará destinado a estudiar ecosistemas, hábitats y fondos marinos en todos los océanos del mundo, incluidas las zonas polares, y en profundidades superiores a los 6.000 metros.
En cuanto al equipamiento científico, el “Odón de Buen” contará con ecosondas científicas, para estudiar tanto el fondo marino como para el de pesquerías; drones submarinos operados remotamente o autónomos; sistemas de muestreo, dragas y una zona de laboratorios de 500 m².
También, la nave tendrá sistemas para neutralizar derrames de combustible, verificar las emisiones de gases a la atmósfera.
El Ministerio de Ciencia español invertirá 85 millones de euros en su construcción, de los que el 80% procede de fondos europeos, y la fecha prevista de entrega es a mediados de 2024
El buque oceanográfico lleva el nombre del fundador en 1914 del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Se espera que el Odón de Buen se incorpore a la flota del IOE en 2025, formada por otros cinco buques oceanográficos: el Ramón Margalef, el Francisco de P. Navarro, el J.Mª. Navaz, el Lura y el Ángeles Alvariño