El lunes 10 de diciembre se realizó en el Centro Sociocultural Walter Buscemi de la ciudad de Río Grande, una charla abierta con el escritor español José Luis Alonso Marchante. Estos son algunos fragmentos de lo conversado.

Primera parte

José Menéndez, emigrante asturiano

Yo soy asturiano y mi región, que está al norte de España, es una región de emigrantes. Durante siglos, los asturianos hemos tenido que emigrar, subirnos arriba de un barco y venir a América. Pero no sólo a América, también a Australia y otras partes de Europa; a sitios donde la lengua era extraña, las costumbres eran otras y eso ha sido una época muy dolorosa porque ninguno de esos emigrantes que se subieron a esos barcos lo hicieron porque querían; lo hicieron porque no les quedó más remedio.

Ahí tenemos una figura que son los indianos, aquellos emigrantes que regresaron tan ricos que se hacían el palacio más grande que uno se pueda imaginar en su pueblo y colocaban en el frente una palmera. Esa palmera era símbolo de que su fortuna la habían hecho en América. Aunque no regresó a vivir a Asturias, Menéndez es una de estas figuras míticas y legendarias de alguien que construyó un imperio económico sin parangón y sin precedentes.

Me encuentro con la figura, con un busto suyo en el centro asturiano de Buenos Aires. (Para que entendamos la importancia, este centro es el tercero más grande del mundo después del de La Habana, Cuba, y del de México.) Me encuentro con el busto de “El rey de la Patagonia”. En ese momento yo no conocía nada de la historia. Acababa de terminar mi anterior libro que era sobre la guerra civil española y estaba en búsqueda de un tema de investigación. Entonces, lo que hago es recorrer un camino parecido a lo que hizo Menéndez para tratar de conocer su historia. ¿Cómo alguien que había viajado en las bodegas de un barco, hacinado, cuando murió era dueño de una flota inmensa? Siguiendo un poco el hilo de esa historia empiezo un proceso de investigación que dura 4 años.

La investigación

El primer viaje que hago es acá, a Tierra del Fuego, en el año 2009, donde lo que quería era recorrer un poco el territorio para saber cómo era la fisonomía de la isla y cómo se organizaba. También ver las estancias, porque el modelo económico, por lo menos en lo visual, se mantiene.

Ya después, en el 2011, voy a Punta Arenas, que es un hito muy importante en la historia de esta familia, y a Santa Cruz. Aquí hay un proceso de expansión del negocio ovino: empiezan con las estancias en Magallanes, luego pasan a la Tierra del Fuego chilena, Tierra del Fuego argentina y van subiendo hacia el norte por la Patagonia argentina, ocupando cada vez con más y más ovejas.

Esos viajes se complementaron con otros viajes que hice a Santiago de Chile, donde estás los archivos de los gobernantes de Magallanes que informaban de lo que pasaba en la colonia, y a Buenos Aires, donde están los archivos de la Misión Salesiana, porque los salesianos los reunieron ahí y en Roma. Esto unido a otras visitas como a Francia e Italia (donde está el Museo de Montaña con las fotografías de De Agostini). Todo ese proceso va conformando una idea del libro, donde yo me voy enterando de muchas cosas a medida que avanzo en la investigación.

Expulsados del territorio

Por ejemplo, yo estaba convencido de los selk´nam habían sido diezmados por las enfermedades, pero cuando estoy en el archivo salesiano me encuentro con que los salesianos ponen documentos del tipo: “Los hombres de Menéndez mataron a tres indios y nos trajeron a las mujeres”. Entonces me doy cuenta de que buena parte de los selk´nam que vivían en ese momento al modo tradicional, habían sido perseguidos a balazos. Y luego, lo que me sorprende mucho más, es como se pacta todo un proceso de deportación. Ayer lo comentaba Mingo Gutiérrez, si aquí el negocio ovejero hubiera necesitado mano de obra, hubiera pasado probablemente como en el norte de Argentina donde están los ingenios y los indios hubieran sido incorporados al peonaje. Aquí, como no se necesitaba mano de obra, fueron expulsados del territorio. Una cosa muy importante que me enteré después, porque para el historiador que trabaja el tema de los selk´nam desde Europa una de sus referentes es Anne Chapman, y ella habla de la “extinción”. Ese discurso de las ciencias y las autoridades, los incorporé en el libro, y es una de las cosas que están erradas (aparte de muchas otras). ¿Por qué? Porque los selk´nam existen hoy, existen los yaganes, existen los kaweskar y existen los aóniken. Todas esas comunidades están hoy presentes. La intención de este viaje fue conocer un poco a la gente de las comunidades.

Continuará…

 

Moderador y encargado de la transcripción: Fede Rodríguez

 

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