Cuando hablamos del gobernador Campos inmediatamente se nos vienen a la memoria muchos hitos que marcaron sus períodos de gobierno. Resaltamos, incluso, su deseo de permanecer en estos suelos australes una vez que dejara la vida terrenal.

Aunque no era fueguino el profundo amor que le profesó a la isla durante toda su estancia en ella, marcó a fuego su presencia perenne en el fin del mundo.

Pero ¿qué sabemos de él? ¿de dónde vino, cuál fue su labor, cómo llegó a la gobernación del Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur?

Revisando bibliografía sobre su vida y obra nos encontramos con un publicación sumamente rica en el sitio centronaval.org.ar. En dicha página el retirado Capitán de Navío de Infantería de Marina, retirado, Oscar Gronda publica una pequeña pero muy interesante crónica sobre Campos.

Gronda cuenta en ese escrito que, en ocasión de prestar servicio en la provincia de Tierra del Fuego, tomó contacto con una ceremonia que homenajeaba al extinto gobernador. Motivado por la curiosidad, apeló a los registros de la fuerza naval y recopiló datos que ayudan a reconstruir un poco de historia.

Ernesto Manuel Campos nació en Buenos Aires el 5 de agosto de 1914. Ingresó a la Escuela Naval Militar el 1 de marzo de 1931 y egresó como Guardiamarina el 3 de julio de 1936.

En sus primeros años prestó servicios en el crucero ARA Almirante Brown y posteriormente en el guardacostas ARA Independencia en el año 1940.

Con la jerarquía de Alférez de Navío, en 1941 cursó la Escuela de Aplicación en la Especialidad de Armamento; posteriormente prestó servicio en el rastreador ARA Spiro, torpedero ARA Córdoba y trasporte ARA Ushuaia.

El 13 de agosto de 1943 el entonces Presidente Provisional de la Nación, General Pedro Pablo Ramirez, firmó el Decreto 5.626 creando la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego (hasta ese momento, Territorio Nacional) y disponiendo que el gobierno territorial fuese ejercido por un Oficial Superior de la Armada, en servicio activo, a propuesta del Ministerio de Marina, del cual dependería.

A partir de dicho año, el entonces Teniente de Fragata Campos se desempeñó como Ayudante Secretario del Gobernador Marítimo, comenzando por el primero de ellos, el Capitán de Navío Fidel Lorenzo Anadón, y luego de los Capitanes de Navío Gregorio Antonio Portillo y Fidel Antonio Degaudenzi.

Precisamente, mientras ejercía la Ayudantía del Capitán Anadón, recibió la directiva de trasladar la lancha ARA Zurubí y el remolcador Olco, navegando, desde Río Santiago hasta Ushuaia. Así lo hizo: con escalas en Mar del Plata, la Base Naval Puerto Belgrano y San Sebastián. Luego de poco más de 1.500 millas náuticas recorridas, y tras sortear múltiples peripecias, ambas unidades arribaron a Ushuaia el 16 de junio de 1944.

Producida la Revolución Libertadora el 16 de septiembre de 1955, el Gobierno Provisional, por Decreto Ley del 28 de febrero de 1957, restableció el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, que abarcaba “la parte oriental de la Isla Grande y demás islas del archipiélago de la Tierra del Fuego e Islas de los Estados y Año Nuevo, conforme a los límites fijados por el tratado del 23 de julio de 1881, las Islas Malvinas, las Islas Georgias del Sur, las Islas Sandwich del Sur y el Sector Antártico Argentino comprendido entre los meridianos 25 Oeste y 74 Oeste y el paralelo 50 Sur.

El Gobernador, como jefe de la administración del Territorio, era el representante directo y natural del Poder Ejecutivo Nacional con el deber de cumplir la Constitución y las leyes de la Nación y con las facultades de dictar “los reglamentos, ordenanzas y disposiciones convenientes para la administración, fomento y seguridad del Territorio, en todo lo que sea materia de su competencia, la recaudación de los impuestos y demás rentas del territorio y su inversión, como así la de los demás fondos que le corresponda”. Fue designado para ejercer el primer cargo de Gobernador con este régimen, el Capitán de Fragata (R) Pedro Carlos Florido; quien asumió el 1 de marzo de 1957; renunció luego de un corto período de ejercerlo, pasando a reemplazarlo “a cargo” de la Gobernación su Secretario, que no era otro que el Capitán Campos.

Asumida la Presidencia de la Nación por el Dr. Arturo Frondizi el 1ero de Mayo de 1958, mediante Decreto No 858 del 3 de junio de ese año, éste lo nombró Gobernador del Territorio Nacional “por un período de ley” (3 años).

Su primera gobernación abarcó desde el 7 de junio de 1958 hasta el 10 de junio de 1961.

Confirmado por el Presidente Frondizi y con acuerdo del Senado, su segundo período abarcó desde dicha fecha hasta el 11 de mayo de 1962, día en la cual presentó su renuncia, por solidaridad y lealtad con el Presidente de la Nación, quien había sido derrocado por las Fuerzas Armadas mediante un golpe de estado.

Difundida la renuncia del Capitán Campos, tuvo lugar en la población fueguina un inmediato movimiento tendiente a reponerlo en el cargo y fue así que un grupo de habitantes de Ushuaia, Río Grande, e inclusive de la zona rural hicieron llegar al Dr. José M. Guido, quien había asumido la primera magistratura, una solicitud en ese sentido; éste no demoró en acceder y es así que el 28 de julio de ese año el Capitán Campos prestó juramento por tercera vez como Gobernador del Territorio, cargo que desempeñó hasta el 12 de octubre de 1963 cuando, asumida la Presidencia de la Nación por el Dr. Arturo H. Illia, tras elecciones generales en todo el país, el Capitán Campos presentó nuevamente su renuncia.

Terminado su paso por Casa de Gobierno, fue convocado por la Secretaría de Marina de entonces para desempeñarse como personal retirado en servicio, fue así que se desempeñó como Secretario de la Comisión Nacional del Río Bermejo, que presidía el Contraalmirante Gregorio A. Portillo.

Posteriormente cumplió funciones directivas en la flota de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

Hay más, por supuesto, pues Ernesto Manuel Campos fue un estadista muy prolífico, pronto les contaremos cómo fue su paso por la vida legislativa.

María Fernanda Rossi

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