En una iniciativa conjunta entre la Fundación Inalafquen de San Antonio Oeste y Estepa Viva, de Tierra del Fuego, se ha puesto en marcha un importante proyecto de monitoreo de la población del Playero Rojizo, especialmente centrado en los individuos jóvenes que realizan su primer viaje desde Canadá hasta Tierra del Fuego.

Cristina Willner, experta observadora de aves y colaboradora de ambas organizaciones, ha liderado numerosas expediciones a las playas de la Reserva Costa Atlántica en busca de estos jóvenes viajeros alados. Sin embargo, su labor no se limita únicamente a la búsqueda de estas especies migratorias, sino que también se enfoca en la identificación de aves anilladas, permitiendo así calcular su edad y rastrear sus movimientos a lo largo del tiempo.

Recientemente, durante una de sus salidas de monitoreo en el área del Monumento a los Héroes de Malvinas, Willner tuvo un encuentro emocionante con un playero rojizo que ya había avistado en años anteriores.

“Yo ya lo había visto en años anteriores, pero le envié las fotos a Patricia Gonzáles de Fundación Inalafquen y ella me confirmó que es “H9S” anillado el 18/12/2008 en Río Grande, cuando ya era un adulto de 2 años, o sea que nació probablemente en 2006 y ¡tiene ahora unos 18 años!”, cuenta.

Según relata Willner, este avistamiento no es el primero: ha registrado encuentros con el mismo individuo en febrero de 2020, enero de 2021 y marzo de 2023, siempre en las inmediaciones del Monumento a los Héroes de Malvinas.


Este hallazgo no solo destaca la longevidad de estas aves migratorias, sino que también subraya la importancia de la observación de aves como una actividad llena de sorpresas y descubrimientos.

Cada salida de monitoreo representa una oportunidad emocionante para presenciar nuevas maravillas de la naturaleza, incluso en entornos familiares donde se pueden encontrar las mismas especies. Como señala Willner, nunca se sabe qué nos deparará la próxima observación de aves.

Cuando realizan estos vuelos extensos, las aves pierden prácticamente la mitad del peso, pero tienen la capacidad de llegar a las paradas migratorias y duplicarlo nuevamente luego de comer. Como ejemplo, la bióloga destaca que, en Península Valdés, estudiaron que un Playero Rojizo come un promedio de 8000 almejas por día para recuperar su energía.

Paradas locales

En la Argentina, el playero rojizo suele detenerse en la zona en la costa de Buenos Aires, (área de Samborombón y Punta Rasa), en San Antonio Oeste, (Provincia de Río Negro), en Península Valdés y en el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (Provincia de Chubut) y en el estuario de Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz), antes de llegar al lugar donde se congrega la mayoría de estos playeros, en el extremo migratorio en Tierra del Fuego, tanto del lado argentino como chileno, más precisamente Bahía San Sebastián y Bahía Lomas, respectivamente. 

El Rompehielos con información de Estepa Viva

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