“Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un Nuevo Contrato de Ciudadanía Social. Un contrato social que sea Fraterno y Solidario. Fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente. Solidario, porque en esta emergencia social, es tiempo de comenzar por los últimos, para después poder llegar a todos. Este es el espíritu del tiempo que hoy inauguramos. Con sobriedad en la palabra y expresividad en los hechos”, inició el presidente Alberto Fernández a los pocos minutos de haber asumido su cargo.
En un discurso que siguió con la línea del tono de la conciliación con que desarrolló gran parte de su campaña presidencial, Fernández apuntó en más de una ocasión a dejar de lado la “grieta” que tanto ha caracterizado a la sociedad argentina de los últimos años.
Para lograr el sueño de una convivencia positiva entre los argentinos, partimos de que toda verdad es relativa. “Tal vez de la suma o la confrontación de esas verdades podamos alcanzar una verdad superadora”, supo decir con acierto Néstor Kirchner.
Durante su alocución, el presidente se refirió en reiteradas oportunidades a la necesidad de “comenzar por los últimos, para llegar a todos”.
Hubo dos capítulos que ocuparon particularmente la atención de los fueguinos. Por un lado la referencia a la industria local, cuando recordó “la capacidad ociosa de nuestras fábricas, industrias y comercios que constituye un despilfarro de energías productivas”.
“El nivel de producción industrial hoy es equivalente al del año 2006: retrocedimos 13 años. El empleo industrial registrado tiene el nivel de 2009. La cantidad de empresas es equivalente al nivel registrado en 2007: retrocedimos 12 años. Se cerraron 20 mil empresas en 4 años. De ellas, 4.229 eran empresas industriales”, apuntó.
En este sentido, Fernandez agregó “el PBI industrial cayó un 12,9 %, comparando el primer semestre de 2019 contra el mismo período de 2015. 23 de las 24 ramas de la industria bajaron su nivel de actividad en 2018 respecto de 2015. En estos 4 años se perdieron en la industria más de 141 mil empleos registrados del sector privado. En términos interanuales, el empleo industrial registrado lleva 42 meses consecutivos de destrucción. Detrás de estos terroríficos números, hay seres humanos con expectativas diezmadas”.
Otro de los momentos que captó el interés de la provincia más austral fue el referido a la cuestión Malvinas, cuando aseguró que “reafirmamos nuestro más firme compromiso con el cumplimiento de la Cláusula Transitoria 1ra de la Constitución Nacional y trabajaremos incansablemente para potenciar “…el legítimo e imprescriptible reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes…”.
“Lo haremos sabiendo que nos acompañan los pueblos de América Latina y el mundo y convencidos de que el único camino posible es el de la paz y la diplomacia. Honraremos la memoria de quienes cayeron en la lucha por la soberanía. Lo haremos trabajando por la resolución pacífica del diferendo y sobre la base del diálogo que propone la Resolución 2065 de las Naciones Unidas. No hay más lugar para colonialismos en el Siglo XXI”, sostuvo.
Y añadió “sabemos que para esta tarea no alcanza el mandato de un Presidente, o de un Gobierno. Exige una política de Estado de mediano y largo plazo. Por ello convocaré en la órbita presidencial a un Consejo donde tengan participación todas las fuerzas políticas, la Provincia de Tierra del Fuego, representantes del mundo académico y de los excombatientes. Su objetivo será forjar un consenso nacional para diseñar y llevar adelante las estrategias que permitan conducir con éxito el reclamo más allá de los calendarios electorales”.
“Defenderemos nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, la plataforma continental, la Antártida Argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen porque pertenecen a todos los argentinos”, insistió.
Mientras tanto, la jornada se hizo extensísima en Plaza de Mayo, donde cientos de miles de concurrentes siguieron con entusiasmo cada uno de los pasos de la toma de posesión del presidente Fernández y su gabinete.
Con el correr de las horas no faltaron la música ni los paisajes característicos de una plaza llena y celebrante, siempre a la expectativa de la aparición tanto de Cristina Fernández como del propio presidente.
Finalmente, pasadas las ocho de la noche ese esperado encuentro se concretó. Cristina Fernandez de Kirchner recordó su discurso de 2015 e insistió “no fue magia” sino “la suma de voluntades de aquellos que creen que es posible vivir en un país mejor”, lo que posibilitó su regreso a la casa de gobierno.
“Ninguna sociedad que no tenga memoria difícilmente pueda llegar a algún lugar. Le hemos puesto a esa voluntad política de cambio la memoria del pueblo”, remarcó.
La vicepresidenta advirtió que los dirigentes deben entender de una vez “que es más importante lo colectivo que lo individual”.
Dirigiéndose a Alberto Fernández, manifestó “confíe siempre en su pueblo, son los más leales, solo piden que los defienda y los represente. No se preocupe por las tapas de un diario, preocúpese por llegar al corazón de los argentinos y ellos siempre van a estar con usted”.
Para cerrar, el mandatario se dirigió a las miles de personas que inundaron uno de los lugares más emblemáticos de la Argentina, frente a Casa Rosada.
“Agradezco a Dios porque un día el destino me cruzó en el camino a Néstor Kirchner. Ese día también me crucé con Cristina. Nos distanciamos por formas y por modos, pero lo importante es que en esta plaza está Cristina, estoy yo, estamos todos unidos y decididos a poner la Argentina de pie”, afirmó.
Fernández aseguró que el Frente de Todos es “un movimiento político que nació para ser solidario con el prójimo”.
Y concluyó instando a trabajar a su equipo para “cuidar el bolsillo y los derechos de todos ustedes”.
Ambos discursos fueron vitoreados por los presentes que no se movieron de sus lugares a pesar del intenso calor que reinó durante toda la jornada.
Alberto Fernández había cerrado su discurso ante la Asamblea Legislativa diciendo que presentaba más preguntas que respuestas, con la intención de promover el diálogo entre todos los sectores políticos y sociales. Será momento de listar los interrogantes y preguntarnos también si finalmente habremos madurado y podremos mantener esas diferencias al margen del daño que provocan -sobre todo- en los sectores más necesitados.
Algunas respuestas recién las conoceremos en cuatro años, pero mientras tanto esperamos que empiecen a develarse algunas pistas y podamos saber cuál es el rumbo que tomará la Argentina y con ella, toda la sociedad.
María Fernanda Rossi