Se cumple un nuevo aniversario de la edición del segundo álbum de estudio de Serú Girán. Una excusa perfecta para pensar en la obra de este artista durante el período más oscuro de la historia argentina.
“Tener un enemigo y defenderte de él te hace funcionar el bocho” (Charly García) Si hablamos de referentes dentro del rock nacional podemos mencionar varios: Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, el Indio Solari, Litto Nebbia, Luca Prodan, Federico Moura, Fito Páez, Andrés Calamaro, León Gieco, Sandro y la lista sigue… Estas tierras dieron muchos por suerte. Sin embargo, hay un artista que seguramente está en el top 3 del ranking de cualquier amante de nuestra música: estamos hablando de Charly García.
Cuando alguien piensa en Carlos Alberto García Moreno se le pueden venir a la cabeza mil imágenes. Cuando cantaba con Nito Mestre haciendo Sui Géneris, cuando tocó en el estadio de Ferrocarril Oeste en 1982, cuando se tiró de un noveno piso en un hotel en Mendoza, cuando grabó el MTV Unplugged o cuando volvió con el “Concierto Subacuático”, recital que se desarrolló bajo una intensa tormenta en la cancha de Vélez. También se nos vienen los escándalos que protagonizó y tantas otras cosas más… Pero seguramente estaremos obviando una etapa en la que Charly fue valiente.
Elegimos ese término -con toda la fuerza que contiene y sin temor a exagerar- porque define a la perfección el rol de García durante la última dictadura militar en la Argentina. Valiente por dos razones: primero, debido a que no se fue del país cuando muchos de sus pares emigraban para escapar de la feroz represión; y, segundo, porque siguió componiendo y habló de la dictadura sin hablar de la dictadura.
Fue tan inteligente y magnífico que logró saltar la censura gracias a su poesía. Hablaba de lo que pasaba sin que los militares pudieran señalarlo. No le dejaba lugar a la censura.
En agosto de 1979 se editó La grasa de las capitales, el segundo álbum de estudio de Serú Girán. Pensamos que este aniversario era un buen disparador para plantear cómo hizo Charly García para saltar la censura durante el período militar.
Es en este trabajo donde hace una dura crítica de la sociedad argentina, hecho que convirtió a la obra en uno de los discos conceptuales más exitosos del rock argentino. También llamó la atención la tapa del álbum porque se trató de una sátira a la revista Gente. “La idea fue mía. Estaba podrido de todas esas revistas tipo Gente, que eran tan caretas. Habíamos compuesto ese disco para ir al choque directamente. Las canciones eran más pesadas, más contestatarias. Había que salir de la grasa, de la mediocridad”, afirmaba Charly.
En esa portada, que quedó en la memoria de todos, Pedro Aznar era el oficinista, David Lebón el rugbier, Oscar Moro el carnicero; y Charly el empleado de estación de servicio, en lo que se trataba de una crítica a las petroleras. “Fue la figura más creativa de la época, sobre todo si comparamos su obra de entonces con otros momentos de su propia producción musical. Me parece que fue central, en particular por su agudeza para poder decir, para trabajar la metáfora siempre vinculada a lo sonoro, a lo musical. En ese sentido, me parece que las canciones de Charly García son maravillosas y que, a diferencia de otras de la misma época, se bancan perfectamente el paso del tiempo”, expresó Sergio Pujol, especialista en el tema y autor del libro Rock y Dictadura, en una entrevista con Página 12 en noviembre de 2005.
Invitado por Felipe Pigna en el programa Qué fue de tu vida el 19 de enero de 2012, Charly explicó cómo compuso Alicia en el país. “Cuando hay un enemigo visible uno se tiene que esforzar más para protestar y que no se den cuenta. Me puse metafórico pero bastante directo. Bastante directo porque hablaba de las torturas; de las morsas, que era Onganía; los brujos, que era López Rega”, contó el músico. En la misma entrevista recordó un hecho puntual que sirve para pintar cómo se vivían esos duros años. “Yo creo que los recitales de Serú Girán en Obras eran lugares de resistencia. La gente iba ahí y se expresaba. Una vez se iban a llevar a una chica en cana y yo paré el concierto y le dije al iluminador: ‘Iluminá ahí’. Y entonces estaba el tipo con la mina y le digo: ‘Somos 5.000 contra uno’. Y no se la llevó”.
7 canciones en las que Charly García habla de la dictadura
Hipercandombé (El grito milenario del Río de la Plata) es el tema 5 del disco Películas, último de La máquina de hacer pájaros, que fue editado en 1977 por el sello Talent Microfón. Allí Charly empezaba a referirse al momento político y social que atravesaba la Argentina. Cuando la noche te hace desconfiar yendo por el lado del río, la paranoia es quizás nuestro peor enemigo. Cubrís tu cara y tu pelo también como si tuvieras frío pero en realidad te querés escapar de algún lío. Dejenme en paz no quiero más no hay esperanzas en la ciudad. Mi amada está lejos de acá en un país hipernatural. Cuando la lluvia de gas y alquitrán cubra tu cuerpo podrido toda tu caretez, mi amigo, no tendrá sentido y si te asusta este canto final o no le encuentras sentido podes cambiar el dial y escuchar algo más divertido.
Los sobrevivientes es la canción 7 de La grasa de las capitales. De la mano de Charly, como decíamos anteriormente, el grupo presentó una propuesta más directa y frontal. Estamos ciegos de ver, cansados de tanto andar. Estamos hartos de huir en la ciudad. Nunca tendremos raíz, nunca tendremos hogar, y sin embargo ya ves: somos de acá. Vibramos como las campanas, como iglesias que se acercan desde el sur, como vestidos negros que se quieren desvestir. Yo siempre te he llevado bajo mi bufanda azul, por las calles como Cristo a la Cruz.
Canción de Alicia en el país es una de las composiciones más recordadas del álbum Bicicleta, de Serú Girán, que salió al mercado en 1980. “Era una descripción bastante realista de la Argentina del Proceso. Abundaba sobre el juego de realidad – irrealidad de la novela de Lewis Carroll, salvo que en lugar de partir de la realidad para llegar al absurdo, Charly hacía lo inverso”. Esas líneas escritas por Sergio Pujol en su libro Rock y dictadura sintetizan de manera excepcional lo que hizo García con esta canción: hablaba de política sin hablar de política, hablaba de la dictadura sin hablar de la dictadura. Ya no hay morsas ni tortugas / Enciende los candiles / que los brujos piensan en volver a nublarnos el camino Cuando Charly hacía referencia a las “morsas” y “tortugas” estaba pensando en Onganía e Illia; y cuando mencionaba a los “brujos” se refería -sin nombrarlo claro está- a López Rega. Ese año se había instalado que el ex ministro de Isabel Perón hacía especulaciones políticas en España. “El trabalenguas trabalenguas, el asesino te asesina”. Ahí se refería a la censura y los represores. Quién sabe Alicia este país no estuvo hecho porque sí. Te vas a ir, vas a salir pero te quedas, ¿dónde más vas a ir? Y es que aquí, sabes el trabalenguas trabalenguas el asesino te asesina y es mucho para ti. Se acabó ese juego que te hacía feliz. No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó. Ya no hay morsas ni tortugas Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie juegan cricket bajo la luna Estamos en la tierra de nadie, pero es mía Los inocentes son los culpables, dice su señoría, el Rey de espadas. No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo, no tendrás poder ni abogados, ni testigos. Enciende los candiles que los brujos piensan en volver a nublarnos el camino. Estamos en la tierra de todos, en la vida. Sobre el pasado y sobre el futuro, ruinas sobre ruinas, querida Alicia. Se acabó ese juego que te hacía feliz.
Encuentro con el diablo, compuesto por Charly y David Lebón, también formó parte de Bicicleta. Sobre este tema han circulado distintas versiones nunca confirmadas. Algunos afirman que surgió tras la invitación de Albano Harguindeguy, ministro del Interior durante la dictadura de Jorge Videla, en un momento en que la junta quería tener relación con referentes de los jóvenes. Otros desestiman esa teoría, como por ejemplo el ya citado Sergio Pujol, quien sostuvo: “Casi todas las especulaciones fueron infundadas. El tema de la cita con el diablo tenía más que ver con una vieja leyenda del blues que con supuestas conversaciones entre militares y figuras del ambiente (de cualquier modo, esas reuniones tendrían lugar al año siguiente)”. (Extraído de Rock y Dictadura). Nunca pensé encontrarme con el diablo tan vivo y sano como vos y yo Tenía la risa que le dan los años y la confianza que le da el temor. Nunca pensé encontrarme con el sabio que me analiza como una ecuación que espera una respuesta de mis labios mientras estoy cantando esta canción. Yo solo soy un pedazo de tierra, no me confunda señor por favor. Yo solo soy uno más en la Tierra Yo solo soy uno más bajo el Sol. Nunca pensé encontrarme con el jefe en su oficina de tan buen humor, pidiéndome que diga lo que pienso qué pienso yo de nuestra situación Qué tensión que hay en el ambiente cuántos pensarán como yo. Si las papas están calientes ¿por qué tengo que ser yo el que dé el primer mordiscón?
José Mercado es el tema 9 del disco Peperina, lanzado por Serú Girán en 1981. Allí Charly parodiaba al ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, cuyo plan fue el de abrir las importaciones en el marco de su “Programa de recuperación, saneamiento y expansión de la economía argentina”. José Mercado compra todo importado Lleva colores, síndrome de Miami. Alfombras persas y muñequitas de goma olor a Francia y los digitales. Hering, Chanel, Disco Show. José Mercado para ahorrar el pasaje se fue en un charter del gurú Maharahi. Volvió con cosas para la oficina y ni noticias de la luz del día. …, Hong Kong, Disneyworld. Pide rebaja antes de ver el prospecto viaja a Marruecos pero no le hace efecto José es licenciado en economía pasa la vida comprando porquerías. Yo también.
No bombardeen Buenos Aires es el tema 3 del disco Yendo de la cama al living, publicado en octubre de 1982, apenas meses después de la Guerra de Malvinas. Y, tanto su título como su letra, narran el momento histórico que atravesaba el país. La canción expresa ese clamor a los ingleses, también recuerda la movilización obrera del 17 de octubre de 1945, que exigió la liberación de Juan Domingo Perón; y señala a la dictadura indirectamente, como siempre hacía Charly por esos años. “Terror y desconfianza por los juegos; por las transas, por las canas; por las panzas, por las ansias; por las rancias cunas de poder”. No bombardeen Buenos Aires no nos podemos defender. Los pibes de mi barrio se escondieron en los caños espían al cielo usan cascos, curten mambos escuchando a Clash. Estoy temiendo al rubio ahora no se a quién temeré después. Terror y desconfianza por los juegos por las transas, por las canas por las panzas, por las ansias por las rancias cunas de poder cunas de poder Si querés escucharé a la BBC aunque quieras que lo hagamos de noche y si quieres darme un beso alguna vez, es posible que me suba a tu coche. Pero no bombardeen Buenos Aires. No quiero el mundo de Cinzano no tengo que perder la fe quiero treparte pero no pasa nada ni siquiera puedo comer un bife y sentirme bien. Los ghurkas siguen avanzando los viejos siguen en TV los jefes de los chicos toman whisky con los ricos mientras los obreros hacen masa en la Plaza como aquella vez como aquella vez Si querés escucharé a la BBC aunque quieras que lo hagamos de noche y si quieres darme un beso alguna vez, es posible que me suba a tu coche. Pero no bombardeen Barrio Norte
Los Dinosaurios es el tema 7 del disco Clics modernos, editado el 5 de noviembre de 1983, pocos días antes de la vuelta de la democracia. Es por eso quizás que sea la canción que más explícitamente habla de la dictadura militar en ese período. El miedo a expresarse ya estaba quedando a un lado y la censura no era como en años anteriores. La letra es contundente ya desde el comienzo: “Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer. Los que están en los diarios pueden desaparecer, la persona que amas puede desaparecer”. Charly habló de desaparecidos por primera vez con todo lo que ese término implicaba (e implicó después). El mismo García la considera una de las canciones favoritas de su discografía. Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer. Los que están en los diarios pueden desaparecer, la persona que amas puede desaparecer. Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire. Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle. Los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van a desaparecer. No estoy tranquilo, mi amor, hoy es sábado a la noche, un amigo está en cana. Oh, mi amor, desaparece el mundo. Si los pesados, mi amor, llevan todo ese montón de equipaje en la mano. Oh, mi amor, yo quiero estar liviano. Cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada, imaginen a los dinosaurios en la cama. “Milagrosamente no me llevaron preso ni me torturaron. Me pasó lo que le pasó a cualquier tipo que tenía el pelo largo: que me llevaran frecuentemente a comisarías, por ejemplo para pedirme explicaciones sobre las letras de las canciones”, narró el propio artista al recordar esos años.