La primera página es un autorretrato fresco y divertido, Seelvana pone rumbo norte y apunta hacia el consultorio de su médico ginecólogo. Pero era todo risas hasta que dio mal el resultado del PAP.
Me dio mal el fucking pap es un fanzine descontracturado en el que la dibujante cuenta, en primera persona, cómo tuvo que enfrentarse al duro momento de conocer el resultado poco favorable de sus estudios anuales. Repetir el estudio -con la esperanza de que hubiese un error y al mismo tiempo con la certeza de que no iba a salir bien-, acordar un plan con los profesionales médicos, someterse a una intervención quirúrgica y el cáncer de cuello coqueteando con el miedo y los nervios.
“Se me ocurrió dibujarlo porque vi que alguien tenía que visualizarlo sin dramatizar”, dice Seelvana mientras el traqueteo del tren en el que va sentada se lo permite. “Tiene un tinte humorístico pero al mismo tiempo, mis amigas que lo leen, me confiesan hace cuánto que no se hacen el pap”.
Su costado artístico no puede esquivarle al resultado del papanicolau, lo resuelve desde lo que sabe, desde lo que le nace con total naturalidad, necesita la devolución del papel para darse cuenta lo que está pasando.
“Supongo que una parte de mí quiso verlo escrito/dibujado para entender posteriormente a qué me sometí. Hubo cosas que tuve que resolver con demasiado apuro y estuvo bueno revisarlas después”.
Es descontracturada y aunque la comunicación sea mediante un smartphone, se le notan la sonrisa cálida y las ganas de llegar a muchas, muchas mujeres.
“Los primeros en leerlos fueron mis amigos, varios me dijeron que era muy divertido, si no fuera porque es una cagada y porque me quieren, una linda devolución. Me gusta que haya salido divertido”.
No todo es diversión, este fanzine es desopilante, pero una cosa seria: “mis amigas se ‘empilaron’ y empezaron a sacar turnos con el ginecólogo”. Se le nota la satisfacción, pero nada pretenciosa. Está satisfecha sinceramente, sabe que es un trabajo de concientización de pasitos de bebé.
“Tengo 33 años y este pap de mierda me salvó la vida. Siempre fui muy prolija con los controles. Una vez creí que me había colgado por un año y cuando finalmente fui el médico me dijo que hacía cuatro años que me había controlado por última vez. Ahí me di cuenta que cualquier cuelgue era muy subjetivo, que tenía que planearlo mejor. Como es tan horrible una lo evita y supe que en mi mente no podía volver a confiar”.
Seelvana pasó por todas las etapas. Pap, repetición de pap, prequirúrgicos, operación, recuperación y controles. “Hace dos viernes me dijeron que estoy curada y que me tengo que hacer un pap en noviembre. Después a los tres meses y después otro a los seis. Y como nueva”.
Después de muchas páginas graciosas y fuera de la estructura de cualquier publicación que hable sobre cáncer de cuello de útero, aparece lo serio y con una advertencia inevitable: “esto es aburrido, pero léelo igual”, allí nos encontramos con información útil y sencilla con respecto a la importancia de los controles ginecológicos.
Quizás tener una mirada alternativa sobre un tema del que a veces nos parece que sabemos todo nos hace un llamado de atención necesario. Agendar una visita al médico es una obligación que en general solemos relegar. Que el trabajo, que la casa, que los hijos, siempre hay una buena excusa para dejar el control ginecológico para otro momento.
No es nuestro paseo favorito, es lógico, pero si entendiéramos que esa visita incómoda de 20 minutos al año nos puede salvar la vida, literalmente, tal vez nuestro compromiso con nosotras mismas sería otro.
Normalmente son cosas que “le pasan a los demás”, una se confía y cree que si demora otro año en hacerse un papanicolau nada va a ocurrir.
El tiempo es crucial, pero más crucial aún es saber. Negarse a ese conocimiento es lo que puede cambiarlo todo. Enfrentar los temores es una decisión sabia que definitivamente puede darnos años de vida.
Seelvana hace un rato que llegó a su casa, ya no se siente el traqueteo del tren, ahora las respuestas son más tranquilas y más largas, y hay dos cosas que no se quiere quedar sin decir:
- si hay alguien que está pasando por un momento parecido y quiere contactarse conmigo para contarme o para charlar, me pueden escribir a seelvana@gmail.com
- ¿ya te hiciste el pap este año?
María Fernanda Rossi

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