Policías y funcionarios judiciales no dudan que están ante el autor de un crimen con notable saña, pero todavía no tienen las causas del hecho.
El Calafate cierra el año con un crimen que llama la atención por la saña con la que fue perpetrado. El remisero Héctor Esponda, de 53 años, fue encontrado el lunes sin vida, con múltiples puñaladas. El cuerpo estaba en el asiento trasero del remis que conducía, mientras se producía un incendio intencional en el interior.
Alrededor de las 02.30 de la madrugada, vecinos del barrio Manantiales dieron aviso a los bomberos de un vehículo Chevrolet corsa que había comenzado a incendiarse.
Un testigo le dijo a la policía que alrededor de la medianoche escuchó que una discusión provenía de la vivienda de Sanfelippo, y que luego vio salir un remis (con las mismas características que el de Esponda), con un conductor y un pasajero.
En la casa del sospechoso la policía encontró prendas de vestir manchadas, que ahora son sometidas a laboratorio para confirmar que sea sangre del fallecido. Además, las pericias también arrojaron la presencia de sangre que habría sido limpiada.
Poco antes de que se denunciara el incendio del automóvil, el sospechoso había pedido un remis desde cercanías de ese lugar, sin mencionar un domicilio preciso. Desde el barrio Manantiales se fue hasta su casa en el barrio Cañadón. Después pidió otro remis desde el barrio Las Piedras (cerca de su casa) hasta el barrio Campo de Invierno, un sector alejado de la ciudad.
Según el primer informe que recibió el juez de la causa, Carlos Narvarte, las heridas son profundas y habrían sido efectuadas con un cuchillo de cocina.
Fuentes judiciales confirmaron que la autopsia indicó que el remisero murió por las mas de 40 puñaladas que le propinó su agresor.
Por el crimen está detenido un hombre de 34 años identificado como Luis Antonio Sanfelippo, un ex remisero, ahora desempleado.
Hasta el momento, los investigadores entienden que Sanfelippo solicitó el servicio de Esponda, como lo había hecho en anteriores oportunidades. Se cree que ambos hombres tenían algún tipo de vínculo, aún no claro.
El cuchillo con el que se dio muerte al remisero aun no es encontrado, al igual que el celular de la víctima.
Además, Sanfelippo protagonizó una fuga y tuvo que ser recapturado, horas antes de ser indagado.

A las 02.30 horas de este miércoles, el detenido se escapó por una ventana de la comisaría. Ante la falta de lugar físico, y para que guarde su condición de incomunicado, fue alojado en una oficina, de la que se escapó por la ventana. Casi tres horas después fue recapturado en un parque céntrico de la ciudad.
Al mediodía fue llevado ante el juez de instrucción, con la asistencia de una defensora oficial. El hombre de 34 años se negó a declarar.
Policías y funcionarios judiciales confían en que tienen detenido al autor del asesinato, pero todavía no saben por qué se habría producido el ataque. Hasta el momento no surgen testimonios que reflejen qué tipo de relación tenían ambos hombres, y sus probables diferencias.
El fallecido vivía solo en El Calafate, mientras que el sospechoso lo hacía con una pareja que se encuentra de vacaciones.
Un dato llama la atención: el hecho ocurrió en las primeras horas del lunes 28 de diciembre, fecha del cumpleaños de Sanfelippo.