EL ROMPEHIELOS presenta el ciclo Mitologías fueguinas.

Los días domingos y los miércoles publicaremos las apasionantes leyendas del pueblo selk’nam y del pueblo yámana.

Cultura Selk´nam: Kenos

Kenos se sitúa en el comienzo del mundo legendario. Es hijo de Temáukel y padre de todos los antepasados selk´nam.

Este dios descendió por una larga cuerda desde el cielo, para cumplir una importante misión: ordenar el mundo. Pero la cuerda se rompió justo en el momento en que pisó la tierra. Por este motivo tuvo que quedarse un largo tiempo.

En ese entonces en que la tierra era amorfa, Kenos tomó barro de un pantano y modeló los genitales masculinos. De la misma manera, modeló los genitales femeninos. Ambas creaciones las puso juntas en el suelo y se fue a descansar.

A la mañana siguiente, encontró el lugar lleno de hombres y mujeres de piel oscura como el barro. Cuando llegaba la noche, los genitales se juntaban y generaban nuevos hombres. Así aparecieron los primeros selk´nam.

Kenos le enseñó a hablar a los antepasados, y cuando aprendieron el idioma les enseñó lo que era bueno y lo que no lo era; les enseñó que hombre y mujer debían vivir juntos para que nacieran los niños; les enseñó cuáles serían los trabajos de los hombre y cuáles los de las mujeres; entre muchas otras cosas.

Para que haya paz entre ellos, repartió la tierra en muchos haruwen, y todos los antepasados tuvieron magníficos territorios provistos de alimentos.

Luego de días de educar, Kenos envejeció. Envuelto en pieles, se acostó para recuperar fuerzas y se quedó dormido. Todos los selk´nam hicieron lo mismo. Al despertarse era joven otra vez. Algunos selk´nam también rejuvenecían. Entonces iban a ver a Kenos para que los lave y les saque el olor a cadáver. Todo aquel que era lavado por Kenos continuaba viviendo.

Cuando ya no querían levantarse más, entonces se convertían en una montaña o en un albatros, en un viento o en un calamar, en una roca o en un zorro.

Cuando Kenos terminó su labor se fue a los cielos. Los hombres y mujeres que lo acompañaron se transformaron en las estrellas y las nubes.

Los primeros fueguinos, como hizo siempre toda la humanidad, han narrado el origen de su mundo, han elaborado ideas sobre la vida y la muerte, sobre la moral y las costumbres, han creado historias para contar los poderes de sus dioses y las hazañas de sus héroes, han desarrollado una rica mitología para explicarse a ellos mismos de dónde venían y quiénes eran.

Estas son historias que desde tiempos antiguos han servido para dar apoyo y enriquecer a los hombres y a las mujeres que se enfrentan a la experiencia de estar vivos.

Las leyendas que entretejían los ancianos frente al fuego, hoy llegan recreadas por la sobria pluma de Fede Rodríguez y los mágicos pinceles de Omar Hirsig.

Dejá que las Mitologías fueguinas te atrapen.

Fede Rodríguez
Ilustración: Omar Hirsig

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