El siglo XXI está signado por cambios en las estructuras comerciales, sociales y culturales tan profundos que plantean al sistema capitalista nuevos desafíos. Ese mundo post Estado de Bienestar patea las relaciones laborales como las conocemos hoy, de manera que éstas van quedando obsoletas.
Con un camino atravesado por la automatización, que genera incertidumbre sobre el lugar que ocupará la humanidad en el futuro, los número uno del mundo comienzan a preguntarse cómo sostener el consumo que motoriza al capitalismo si la clase media, reemplazada por las máquinas, no tiene trabajo. Esas preguntas todavía no tienen respuestas, pero si la intención es formar parte del mundo que se viene, conviene que empecemos a realizar los mismos cuestionamientos.
Los hijos del siglo XX son los emprendedores del siglo XXI, dotados de la agilidad necesaria para adaptarse a las condiciones despiadadamente cambiantes de la economía globalizada. Esa habilidad los deja afuera de la categoría de empresarios y le asigna la etiqueta de innovadores, una especie de buscador creativo de soluciones a los problemas de siempre.
Así como cambian las relaciones comerciales, cambian los consumos y las formas. Y las nuevas plataformas audiovisuales introducen el “play on-demand”. Y la creatividad, la expertise y la singularidad son factores clave para ocupar un lugar en ese sector.
En ese escenario surgen jóvenes talentos vinculados a las industrias culturales y en Tierra del Fuego AIAS “quieren pegar un salto y hacer que su emprendimiento comience a tener efectos reales y concretos en la economía de su vida familiar”, como explicó el secretario de cultura de la Provincia, Gonzalo Benito Zamora, en declaraciones a Desde Estudio (Fm Centro), hecho que impulsó la realización de la Convención de Música Innovación y Diseño que se realizará este fin de semana en Río Grande.
Hoy, cuando hablamos de industrias culturales incorporamos “por ejemplo la producción de música para videojuegos, el diseño de indumentaria”, relató el funcionario. La Secretaría detectó un número importante de emprendedores que todavía “no están encontrando herramientas para poder difundir y vender mejor sus productos, o tener un espacio de encuentro y capacitaciones”.
En la convención, Benito Zamora adelantó que habrá ”un espacio de capacitación para aquellas personas que se inscriban para participar de los stands, con cincuenta stands disponibles para que puedan exponer y vender (aquellos que estén en condiciones legales de poder hacerlo) y también espacios de capacitaciones y charlas abiertas para el público general”. Y agregó que lo que se trabajará en este primer encuentro “tiene que ver con cómo vender los productos a través de las redes sociales, como aprovecharlas, porque tenemos muchos emprendedores que tal vez publican pero no tienen el conocimiento para un uso estratégico de las redes sociales”. También abordarán lo que se conoce como “pricing” que es, lisa y llanamente, “cómo ponerle precio a las cosas”.
Finalmente Gonzalo Benito Zamora relató que cuentan con un diagnóstico que prevén afinar: “Hemos encontrado gente que trabaja mucho a partir del diseño. A veces tal vez son arquitectos o diseñadores industriales o de interiores que trabajan en la elaboración de cuadros, posavasos, mesadas. Hay gente en Tierra del Fuego que diseña muebles, otros que diseñan y elaboran sillones. Hemos encontrado gente que trabaja otro tipo de diseño más vinculado a la elaboración de remeras, a la impresión de tazas, vasos, individuales; así como también a la elaboración de agendas, cuadernos y ese tipo de elementos”.
Y agregó: “También hay productoras audiovisuales que están avanzando bastante y, a medida que avance la carrera de comunicación audiovisual en la Universidad, habrá más; pero con mucha satisfacción encontramos muchos chicos y chicas trabajando en el desarrollo de programación, es decir, aplicaciones, programas, diseños web o directamente videojuegos”
Luz Scarpati