Seguir los indicadores que difunde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) permite conocer el rumbo de la economía real argentina, más allá de de las sensaciones. Discutir los números difundidos por el organismo oficial resulta de mínima ingenuo, ya que es el único con la capacidad e infraestructura como para llevar una medición en todo el país, incluso cuando estaba bajo la conducción de Guillermo Moreno y los números no coincidían con la “sensación”. De todas formas, resulta sano explicar que desde que llegó Macri a Casa Rosada, las fórmulas metodológicas cambiaron -lo que es legítimo también- por lo que hacer una comparación entre los indicadores kirchneristas y los posteriores derivaría en conclusiones erróneas, básicamente porque la gracia de las comparaciones reside en que se aplique la misma fórmula.

Ayer, el INDEC difundió el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero), que mide la evolución mensual de la actividad productiva de las ramas industriales. Es uno de los indicadores que observa la economía real del país. En el mes de diciembre de 2018, el índice serie original registró una caída de 14,7% respecto a igual mes del año anterior; el acumulado anual presentó una disminución de 5,0% respecto a igual período del año 2017. Mientras que el índice de la serie desestacionalizada arrojó una variación negativa de 1,7% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registró una variación negativa de 1,2% respecto al mes anterior.

El gráfico 1.1 que acompaña el informe del INDEC permite visualizar con mayor claridad el chorizo de números antes descrito. Hay tres líneas, la amarilla es la más importante porque aísla la ecuación de componentes extraordinarios o vinculados con la estacionalidad (por ejemplo la incidencia que puede tener el mundial de fútbol 2018 en la venta de televisores). Esa línea amarilla, indica con honestidad brutal que la producción manufacturera viene en picada desde octubre de 2017, y eso es un problema.

Vamos a centrarnos en dos categorías en particular por tratarse de las actividades de mayor relevancia para Tierra del Fuego AIAS; “Maquinaria y equipo” que muestra una caída de 29,4%, y “Otros equipos, aparatos e instrumentos” que expone una contracción de 31,4%. Vale aclarar, que hay otras industrias en la Provincia, como la textil o la de autopartes, que también arrojan indicadores negativos y que cayeron sobre las espaldas de las trabajadoras y trabajadores de Badisur y Audivic.

Sobre la primera categoría las principales incidencias se observan, en primer lugar, en la fabricación de maquinaria agropecuaria y, en segundo lugar, en la producción de aparatos de uso doméstico que evidencia una disminución de 52% respecto de igual mes de 2017 debido a “la retracción del mercado interno”, explica el informe oficial y agrega que los segmentos “de calefactores, lavarropas, cocinas, heladeras y freezers” fueron los más afectados.

La categoría correspondiente a “otros equipos, aparatos e instrumentos” explica su contracción en base la disminución en un 58,9% de la fabricación de “equipos y aparatos de informática, televisión y comunicaciones, y componentes electrónicos”. El segmento más afectado son los productos informáticos y los televisores. La explicación de la baja de los primeros según el propio INDEC macrista radica en la ”la sustitución por productos importados de distintas líneas que se fabricaban localmente”, touché para los que alertaban sobre la apertura de las importaciones y fueron tratados como apocalípticos. Para el caso de los televisores, “se registra una caída de la demanda interna”.

Estos números, luego se traducen en suspensiones, “retiros voluntarios” y cierres de fábricas. Y mientras tanto la otra economía, la de pocos y millonarios, la de papeles, la financiera, “está de fiesta” como tituló el portal Ámbito Financiero; la séptima suba consecutiva de la bolsa porteña que no detiene su marcha alcista y que va de la mano de un riesgo país en baja, y con los mercados internacionales en alza. Cosa que a los trabajadores de Brighstar y BGH les importa un rabanito.

Luz Scarpati

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