El titular de la empresa petrolera Austral Total, Dominic Marion, comunicó la suspensión de “la esperanza gasífera” de Tierra del Fuego AIAS, como llamaron al proyecto Fenix. Una iniciativa que preveía la extracción de 10 millones de metros cúbicos (m³) diarios de gas y que iba a entrar en funcionamiento durante el segundo trimestre de 2020 con una inversión de 1.000 millones de dólares, aproximadamente.
De todas formas, lo que hay que tener en cuenta sobre ese proyecto es que el principal y casi único beneficio para la provincia sería a través del Fideicomiso Austral, porque se encuentra por fuera de las 12 millas y la generación de puestos de trabajo en etapa de obra.
Es que la industria hidrocarburífera fueguina, basada en un lógica meramente extractiva no puede pensarse como un sector que aporte más que regalías a Tierra del Fuego, lo que no está mal, ya que se constituye como uno de los pocos ingresos de dólares fresquitos y necesarios, pero no es suficiente. En términos de empleo, los hidrocarburos generan casi 1100 puestos de trabajo directo. Lo que no llega a compararse con los 9 mil que provienen del sector electrónico, en este momento de crisis nacional.
Y el otro temita para considerar es: ¿Qué podríamos hacer con esos 10 millones de metros cúbicos (m³) diarios de gas? Ya que la capacidad de transporte del gasoducto General San Martín está casi en su máximo desempeño. Ese cañito puede mover 30 millones de metros cúbicos diarios y en la actualidad transporta 26 millones.
Y el otro factor a tener en cuenta es Vaca Muerta. Recientemente Alejandro Aguirre, geólogo y ex Secretario de Hidrocarburos relató en el portal “Dar la Palabra”:
“Como parámetro comparativo, debe tenerse en cuenta y en base a los datos de la Secretaría de Gobierno de Energía, que la Argentina en total, hoy cuenta con 11,9 TCF de reservas comprobadas de Gas y 2,1 Bbbl de reservas comprobadas de petróleo.
Estas magnitudes ubican a Vaca Muerta, en Recursos No Convencionales de Gas, en segundo lugar a nivel mundial solo detrás de China y por sobre Argelia y EEUU; y en cuarto lugar detrás de Rusia, EEUU y China respectivamente”.
Pensar en ampliar la matriz productiva potenciando la industria hidrocarburífera sin tener en cuentas esas variables, deriva en continuar con una lógica extractiva que no genera grandes beneficios para la Provincia. Hay que industrializar. Pero para eso hace falta muchos dólares, y sobre todo mucha coordinación con el gobierno nacional, para que Vaca Muerta no se chupe todas las inversiones.
La industria dowstream (hidrocarburos industrializados) genera entre 6 o 7 puestos de trabajo por cada 1 que genera la upstream (exploración y explotación.) Pero, por ejemplo, para instalar una planta para licuar gas en puerto, se necesitan 1.600 millones de dólares, pero en tierra se necesitan entre 5.000 y 10.000 millones de dólares.
De todas formas, Aguirre relató a El ROMPEHIELOS que “tenemos la posibilidad de desarrollar y poner en producción alrededor de 15 millones de metros cúbicos más, pero sólo podemos pasar por el caño 3 millones, o sea que tenemos disponibles 12 millones de metros cúbicos para hacer lo que queramos”.
Ese “hacer lo que queramos” es lo que presenta el mayor desafío si la búsqueda de la ampliación de la matriz productiva es genuina. El geólogo explicó algunas de las cosas que se pueden desarrollar: “A través de un interconectado abastecer Tierra del Fuego para que la generación sea de boca de pozo, lo que generaría otros remanentes de gas, porque lo que utiliza la Dirección Provincial de Energía, se podría destinar a otra cosa. Se podría instalar petroquímicas. También se podría exportar gas natural licuado, ser un polo logístico y tener plantas de liquiefacción móviles, tipo barcazas, lo que colocaría a Tierra del Fuego como polo exportador”.
Las potencialidades parecen ser muchas, falta decisión política y faltan dólares, lo que en un contexto de crisis nacional y con un país endeudado en moneda verde, requiere de mucha imaginación y creatividad para poder conseguir.
Luz Scarpati
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