El lunes 10 de diciembre se realizó en el Centro Sociocultural Walter Buscemi de la ciudad de Río Grande, una charla abierta con el escritor español José Luis Alonso Marchante, autor del libro “Menéndez, rey de la Patagonia”. Estos son algunos fragmentos de lo conversado.
Tercera parte
Matar gente no está bien visto
En la investigación tuve contacto con un bisnieto de MacLennan ¨El chancho colorado¨. Su testimonio es estremecedor. Él, que es una persona como los que estamos aquí sentados, me dijo que obviamente lo de matar selk´nam no está bien. Eso lo puede entender cualquiera. Y en la época tampoco. Hay que saber que en Punta Arenas se juzgó a los crímenes que habían hecho contra los selk´nam. Lo que pasa es que obviamente se sobreseyó y terminó sin condena. La sociedad y la prensa sabían que acá estaban matando a las personas y eso estaba mal visto en la época. Hay mucha gente que dice que no se puede juzgar con los criterios de hoy, hechos del pasado. Sin duda. Yo no voy a juzgar lo que hicieron los romanos cuando entraron en España. Pero en el año 1895 hubo un juicio en Punta Arenas contra los cazadores de indios, que tuvieron que ir a dar testimonio e, insisto, después terminó sobreseído.
Entonces en esa época no estaba bien visto matar personas y ahora tampoco. Lo que me decía este descendiente es que gracias a lo que hicieron MacLennan y otros cazadores de indios, hoy no había indios en Tierra del Fuego y se estaba muy tranquilo en esta isla. Y se equivoca porque sí que hay, por supuesto. Están aquí presentes Margarita Maldonado y Víctor Vargas, que no sólo son personas de sus comunidades sino que escriben sus propios libros, y hay muchísimas más personas. Pero fijaros un poco por dónde iba la imagen: él hubiera querido extender esto a los mapuches, a cualquiera, si no hay nadie entonces nadie puede reclamar. Pero no lo pudieron hacer.
Resistencia Selk´nam
Un historiador chileno, que se llama Alberto Harambour Ross, habla de toda una resistencia muy planificada de los selk´nam contra las estancias. Yo que pensaba que los actos que habían hecho contra las ovejas o contra los alambrados eran espontáneos, me ha ido convenciendo poco a poco. Por ejemplo, los selk´nam agarraban y cortaban todo el alambrado en muchísimos sitios. Pillaban un piño de ovejas y les cortaban el cuello a todas. ¿Qué querían? Hacer el mayor daño posible para que los grandes terratenientes pensaran: ¨Aquí no voy a poner mis ovejas, me voy a otro lugar¨. Y se fueran por donde habían venido. Y por lo tanto, ellos pudieran recuperar su territorio. Lo que pasó no fue eso, sino justamente lo contrario. Ahí es cuando deciden ejecutar un plan sistemático de eliminar a la población selk´nam del lugar donde están las ovejas, que era desde el Lago Kami hasta el estrecho. Ahí se pacta ese plan de cacerías masivas.
Cuando se produce el remate de indios de Punta Arenas, en agosto de 1895, son 165 personas que se trasladan. Estos son los que pudieron coger con vida. En la Misión había puras mujeres porque los hombres los mataban. Y no por casualidad. Los mataban porque ellos trataban de resistir y de proteger a su familia como haríamos cualquiera de los que estamos acá si tocaran a nuestros hijos. Lo que hicieron fue una estrategia de resistencia bien pensada para que se vayan, pero eso no sucedió.
No fue casualidad que lleven a los selk´nam a isla Dawson, a la primera misión. No eran un pueblo canoero, no había posibilidad de escape. Sin embargo, los kaweskar que fueron los primeros inquilinos de misión, algunos escaparon.
Cuando uno lee las crónicas de los salesianos se estremece. Utilizaban indios mansos para aquietar a los más rebeldes, para tratar de conseguir convencerles que era una buena idea quedarse en la isla. Una isla de la que desgraciadamente no salieron. Cuando se cierra isla Dawson en 1911, hay 25 sobrevivientes. Ese es un porcentaje de mortandad que llega al 99%.
Lo que la industria textil necesitaba
En 1881 se firma el tratado de límites entre Argentina y Chile, que parte a la Tierra del Fuego con tiralíneas como hacían con los países coloniales en África, sin respetar accidentes geográficos ni poblaciones originarias. ¿Cómo esa barrera, que es una barrera para las personas, no es una barrera para los capitales? Menéndez el primer emprendimiento que tiene es la Estancia San Gregorio, que está en Chile, y después es accionista de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, que está en la parte chilena de Tierra del Fuego, pero después pasa a Argentina y tiene dos estancias, que él llamó Primera y Segunda argentina. Ya después pasa a la Patagonia y se extiende, cosa que no podía hacer en Chile por la orografía del terreno, las ovejas no podían subir más arriba. Pero llega a colonizar con su familia Santa Cruz y Chubut. Cuando estudio la documentación oficial de los gobernadores, de los diputados, también las cartas comerciales, me doy cuenta de que ellos se mueven con muchísima soltura tanto en el congreso chileno como en el senado argentino. Ahí es cómo consiguen vulnerar una ley clave que decía que nadie podía tener más de 20 mil hectáreas de terreno. Porque cuando piensan la colonización de la Patagonia, que por supuesto no tienen en cuenta a los pueblos originarios, creen que la mejor manera de poblar es con muchas pequeñas estancias de muchas miles de personas de origen argentino y europeo. Pero lo que hacían estas personas es pedir las estancias con prestanombres y palos blancos (testaferros), para poder conseguir extensiones muchísimo mayores de lo que la ley permitía. Hemos dicho que si la ley decía que lo máximo que podían tener en Argentina eran 20 mil hectáreas, y Braun y su familia llegó a tener 4 millones de hectáreas, no es ni el doble ni el triple sino muchísimo más. Sólo se podía conseguir con esa ascendencia sobre los políticos, sobre las oficinas de tierras, sobre los gobernadores. Eso es algo que trabajan con muchísima inteligencia y lo que les permite crear un latifundio que, atención, no tiene parangón en el mundo. 4 millones de hectáreas, eso no existe ni en Australia ni en Sudáfrica. No lo busquen en otro lugar. Pasó aquí, y pasó en términos históricos, ayer, que fue hace 100 años.
El objetivo que tenía Alejandro Menéndez Behety o Mauricio Braun (que tuvo 40 estancias a su nombre) no era repartir para que así parezca que cumplimos. La ley era clara: tú y tu hermano no podían tener una estancia. Podían llevar una entre los dos pero no una cada uno. El límite era 20 mil. Aquí querían que hubiera cien familias de argentinos y europeos. En Santa Cruz, 2000 familias. ¿Por qué se produce este latifundio tan tremendo? Y aquí es donde nos tenemos que ir a un país que está al norte de Europa, que se llama Gran Bretaña, que era la receptora de todo la lana, sin excepción, que se faenaba aquí, y cuya industria textil no podía permitir que hubiera mil personas con las que negociar. Sólo podía haber un grupo familiar.
Uno de los documentos que he encontrado más recientemente, y no nombro en el libro porque no lo conocía, es un préstamo que hacen uno capitalistas británicos a Mauricio Braun, para la Estancia Sara. Braun tenía una finalidad clara que era conseguir tierras. Ese era su papel. Pero la plata la ponían los británicos. Lo que hacían era prestarle el dinero y en el contrato ya se pactaba que toda la producción va a ser vendida a gran Bretaña. No valía vendérsela a Alemania o a otros países. Gran Bretaña lo que hace es una colonización económica. Y la hace económica porque se había llevado muchos disgustos en Sudáfrica, en la India, en Australia. Mantener eses imperios con gobernadores, ejércitos, era algo carísimo. Y aquí, ese salto desde Malvinas a la isla, o a Magallanes primero y luego a la isla y al continente, ya no se podía hacer en 1885 o 1890 con un ejército aquí. Eso iba a ser un problema. Pero al final consiguen lo mismo: extraer los recursos naturales. No nos olvidemos que los grandes países de Europa que son ricos, y no es mi caso porque España es hoy en día un país pobre, pero fue muy rico en el pasado e hizo imperio, lo levantaron esquilmando la riqueza de otros pueblos. Es así. Y esto lo reconocen hoy los propios británicos, lo que pasa es que obviamente no van a devolver nada ni van a decir vénganse ustedes aquí.
Tenemos que pensar las economías de las regiones. Cuando las Islas Malvinas ya no admiten ni una sola oveja más porque ya está completamente poblado todo el territorio, y hacen los primeros ensayos y se dan cuenta de que tanto el continente como la Tierra del Fuego son lugares ideales para continuar con ese negocio ovino. Entre los comerciantes más prósperos de Punta Arenas, y Menéndez era uno de ellos, son con los que hablan para llevar a cabo las explotaciones o para que aparezca la titularidad. Así es cómo se organiza. No es que mandaran a Menéndez aquí. Cuando los británicos deciden expandirse eso piensan: sólo hay una ciudad en 1876/77, Punta Arenas, hablan con el gobernador de Punta Arenas que se llama Diego Dublé Almeyda en ese momento, y quiénes son aquí las personas que tienen ascendencia sobre el gobernador, y eran Menéndez, Nogueira, tres o cuatro personas muy concretas, que eran los prósperos comerciantes de la época, que si no hubiera llegado la ganadería ovina, se hubieran quedado ahí. A partir de ahí se construye toda esta historia de ir ensayando con las ovejas, ir viendo cómo son las estancias. Las sociedades se fundaban con sede en Londres.
Otra cosa muy importante, que todavía no se ha estudiado con profundidad, es que el tratado de límites que se firma entre Argentina y Chile se hace con el arbitrio de Inglaterra. Podemos llamarle arbitrio o podemos llamarle supervisión, en el sentido de yo voy a decirles por dónde va la línea. Ese es un tema por investigar y me consta que hay gente que lo está haciendo y en el futuro harán trabajos excelentes.
Para mi investigación estuve tanto en la Estancia María Behety y José Menéndez, por supuesto en San Gregorio, que es una estancia mítica y legendaria porque es la primera. En el viaje que hice entre el 2009 y 2012, una de mis intenciones era visitar esas estancias. Cuando estuve en el 2009, no tenía ni una línea escrita del libro. Era un viaje con un tema que perseguía y que, por supuesto, no sabía si iba a poder avanzar en él o no.
Continuará…
Moderador y encargado de la transcripción: Fede Rodríguez.