La mujer que denunció al secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación de Ushuaia por violencia de género se constituyó como querellante en la causa. Su representante legal, Raúl Paderne, apeló la decisión que tomó el Dr. Javier De Gamas Soler a cargo del Juzgado de Instrucción de Ushuaia, solicitó que se cambie la carátula del expediente y requirió una audiencia ante la Cámara de Apelaciones, Sala Penal.

La resolución del juez de primera instancia se basó en tres argumentos: una pericia psicológica que arrojó como resultado que la denunciante no presentaba signos de ser víctima de violencia; un certificado médico sobre el que concluyeron que el tiempo de los hematomas no se corresponde con la fecha del episodio violento; el último argumento que utilizó el magistrado fue que la denunciante mantenía relaciones sexuales de corte sadomasoquistas con Luis Bechis.

Los tres elementos fueron rechazados en duros términos por el Dr. Paderne en su escrito. Sobre el certificado médico, expresa que “resulta equivocado descartar las lesiones por una supuesta anuencia, la liviandad con la que el juez descarta la ocurrencia de las lesiones en el tiempo denunciado por un certificado médico impreciso, conforma el otro groso error que causa agravio resolutorio puesto en crisis.
De la simple consulta a cualquier médico y con más razón a un forense, podría V.S.* [N. de E.: Vuestra Señoría]  haber advertido que la evolución de un hematoma es diferente en cada persona y que sólo se pueden tener parámetros aproximados.
En consecuencia resulta absolutamente erróneo desestimar el requerimiento sin investigar las lesiones con el agravante de violencia de género que ocurrieran y fueran denunciadas, basado en una supuesta de 48 horas en la certificación médica
”.

De las actuaciones del juez se desprende que la que está siendo juzgada es la víctima y no el denunciado. Hecho que también es puesto de relieve por la querella en la presentación: “Ni siquiera se realizó una pericia psicológica para determinar si el denunciado, el Sr. Luis Bechis, presenta patrones mentales relaciones con prejuicios, costumbres y todo tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer.
Mucho menos aún se lo llamó a declaración indagatoria acerca de la existencia del hecho y la modalidad en la que ocurrió, descartándose sin ello y de plano sin investigar los extremos denunciados”.

Las supuestas prácticas sexuales fueron descartadas de plano por la querella. De todas formas, no es menor el reclamo de la denunciante hacia De Gamas Soler: “Con el criterio que sostiene el juez de grado, un homicida quedaría exculpado ante la eventual prueba del pedido de la víctima para que lo maten”. Sobre el final del documento agregó: “La justificación que implica un decisorio de esta naturaleza que por esta vía recurre conforma un semáforo en verde para actitudes violentas hacia la mujer”.

En diálogo con EL ROMPEHIELOS, la denunciante destacó la contención brindada por el equipo del Juzgado de Familia y Minoridad a cargo de Alejandro Ferreto.

A partir del martes, y después de la conferencia brindada por la colectiva de Actrices Argentinas, la relaciones sociales signadas bajo el paradigma heteropatriarcal están bajo la lupa con un grado aún mayor de atención. A partir de las denuncias que realizan las mujeres, cada vez son más las que se animan a hacerlo. Cada vez son más las que se atreven decir “A mi también me pasó”. Ahora será cuestión de ver si el Poder Judicial es permeable a los nuevos esquemas que propone una sociedad que no está dispuesta a tolerar más impunidad.

Luz Scarpati

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