Se llevó adelante la reunión plenaria en la Cámara de Senadores en la que se abordó el proyecto que busca legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. Fue un día clave para ese debate, porque configuró la primer radiografía de lo que podrá suceder el próximo 8 de agosto, cuando finalmente la discusión sea abordada en el recinto de sesiones.
Quienes buscan que el proyecto se convierta en ley, introdujeron modificaciones a fin de seducir a los senadores indecisos. Si bien no reforman sustancialmente el proyecto, flexibilizan la obligación de realizar esa práctica en las clínicas privadas, que bajo el manto de la objeción de conciencia institucional buscaron cotizar el aborto y de alguna manera lo lograron. Así y todo, los diferentes movimientos feministas bancaron esas propuestas, porque aunque no es el proyecto ideal, es el proyecto posible. Y la política es el arte de lo posible.
Los senadores celestes intentaron por todos los medios bloquear el dictamen. Y amparándose en una discusión reglamentaria -que todavía no está zanjada- lo consiguieron. No hay acuerdo entre ambos bandos si hubo o no dictamen.
“Con 26 firmas no hay factibilidad de dictamen, el debate será en el pleno el día 8 de agosto”, dijo Mario Fiad, presidente de la Comisión de Salud que encabeza el plenario, y dio por finalizado el encuentro. La discusión reglamentaria pasa por si se necesita la mayoría de firmas del plenario o de cada una de la comisiones que lo integran.
Con este escenario, el #8A primero se va a debatir si se vota el proyecto tal cual llegó de la Cámara de Diputados -que es muy factible que no tenga el acompañamiento como para que la interrupción voluntaria del embarazo sea legalizada-, o la iniciativa con las modificaciones introducidas por la cámara alta, que tiene más posibilidades de ser aprobada. Si esto último ocurriera, la iniciativa volverá a la cámara baja y se especula que sea tratada el 23 de agosto. Si el proyecto no prospera, la marea verde tendrá que aguardar hasta que cambie la composición del Congreso para tener una nueva oportunidad de lograr que cada mujer tenga la soberanía sobre su cuerpo.
Hay algunos factores en contra de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. El principal es que en caso de empate, cosa que podría darse ya que la votación se presenta tan ajustada como la que se dio en la Cámara de Diputados, la Presidenta del Senado, Gabriela Michetti será quien desempate con su voto, y ya se sabe de su férrea oposición al aborto legal.
No fue un buen día para el feminismo. Tampoco es el final. Es una señal que deja en evidencia que el #8A lo define la calle. Y con el peor de los desenlaces, las mujeres que le pusieron el cuerpo, la palabra, la pluma y la voz a esta deuda de la democracia, hoy están haciendo historia. Tal vez el final no sea el deseado, pero aunque la discusión no se gane en el recinto, se ganó en las casas, en las escuelas, en las universidades, y será ley, más tarde o más temprano. Y tendremos memoria.
Luz Scarpati
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