Los gobernadores de las diferentes provincias se encuentran en alerta a raíz de la merma de recursos nacionales que supone el acuerdo de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional por el que Argentina recibirá 50 mil millones de dólares y se verá obligada a reducir su déficit fiscal. Los fondos para el financiamiento de obra pública -clave en el programa de gobierno de la gestión Bertone- y las transferencias discrecionales están en la mira.
Las transferencias discrecionales son los anticipos financieros que envía el Poder Ejecutivo Nacional a las Provincias para asistir sus desequilibrios fiscales estacionales. Estos recursos provienen del Tesoro. Los famosos ATN (Aportes del Tesoro Nacional) son la moneda de cambio de las diferentes administraciones nacionales, básicamente porque desde su creación en 1988 a la fecha, es el Gobierno Nacional de turno, a través del Ministerio del Interior, quien los distribuye, en función de manitos levantadas para leyes clave que necesitan los oficialismos en el Congreso de la Nación. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), son sólo 8 las provincias que tienen superávit fiscal, con San Juan a la cabeza. Tierra del Fuego AIAS, tiene un déficit presupuestario de 1800 millones de pesos. El Ministro del Interior Rogelio Frigerio tiene esa llave.
Sin embargo, Ricardo Pierazolli, Secretario de Control y Gestión, aclaró en declaraciones radiales a FM Centro que nuestra Provincia no recibió durante el presente ejercicio recursos de este tipo. Lo que existen son diferentes acuerdos de financiamiento de obra pública, que se vienen respetando, aunque con algunas demoras, aclaró el funcionario.
Y es la obra pública lo que los gobernadores negocian frenéticamente por estas horas en la Casa Rosada. Pierazolli especificó que algunos de esos convenios tienen que ver con financiamiento para la construcción de viviendas que se concretan a través del Instituto Provincial de Viviendas y otros de obras específicas. El secretario sostuvo que hasta el momento no hubo ninguna comunicación formal sobre estos temas. Pero mucho de esto se resolverá en los próximos días.
De todas formas, un porcentaje del programa de obras públicas que proyecta esta gestión está financiado con endeudamiento genuino: esos 200 millones de dólares, motivo por lo que hay cierta -nunca mucha- calma, en ese sentido. Pierazolli afirmó que el índice de crecimiento de la construcción decreció y cuando así sucede, en el mercado baja la actividad económica, por lo que entienden que “los corrimientos de precios no van a tener un gran impacto, porque la demanda disminuye”. Es decir que a pesar de la depreciación de nuestra moneda en relación con el dólar y como el crédito es en billetes verdes, la planificación de este plan de obras financiado con estos fondos continúa siendo sustentable. Además, la devolución de este crédito en dólares está atado a las regalías hidrocarburíferas -que el Ejecutivo percibe en dólares- por lo que, si no baja abruptamente el barril de petróleo y no hay una disminución de la explotación de los yacimientos hidrocarburíferos, el empréstito podrá devolverse sin sobresaltos, evaluó el secretario. El problema podría llegar a surgir con las obras que tienen financiamiento compartido entre el Gobierno Nacional y Provincial. Pero eso es una puja política que sólo podrán resolver las máximas figuritas de este álbum.
Luz Scarpati
Deja tu comentario