Las Áreas Marinas Protegidas podrían ser parte de la solución para protección y multiplicación de la pesca.
En altamar se encuentra la mayor biodiversidad de todo el planeta y año a año estamos perdiéndola. La Organización Mundial de Conservación, afirma que las poblaciones marinas a nivel mundial se redujeron un 50% en los últimos 40 años, y algunas hasta el 75%.
Más de la mitad de los océanos del mundo no le pertenecen a nadie y eso los convierte en un blanco fácil para la explotación. La sobrepesca, el mal uso de los artes de pesca y la pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR), entre otras cosas, hacen que los peces de nuestro mar, así como los del resto del mundo, estén desapareciendo.
“Todos debemos involucrarnos y velar por la sustentabilidad de los recursos para que ellos sigan siendo fuente de alimento y desarrollo futuro de nuestra especie”, sostiene Alan Mac Kern presidente de Estremar, la compañía pesquera líder de Argentina que busca lograr resultados a través de operaciones responsables en un mar sustentable.
La Organización de las Naciones Unidas propuso la protección del 10% de las áreas marinas de cada país como un primer paso para solucionar este gran conflicto que está pasando en el planeta.
Los Parques Marinos son Áreas Marinas Protegidas (AMP) en donde hay ciertas actividades que están limitadas o totalmente prohibidas con el fin de lograr objetivos específicos en materia de conservación, protección del hábitat, seguimiento del ecosistema u ordenación de pesquerías.
La idea es no alterar la vida que se encuentra en ese área con el fin de lograr la resilencia, es decir darle un “respiro” al ecosistema para que se recupere y regenere naturalmente. Esto permitiría que las especies vulnerables puedan procrear y migrar a otras zonas en donde la pesca está permitida. A su vez, multiplicaría los peces ya que se les da un mayor tiempo para crecer y reproducirse.
Un caso de éxito sobre los AMP es Cabo Pulmo. Hace solo veinte años, los arrecifes de este gran lugar de México se encontraban degradados. La comunidad comenzó a notarlo y gracias a un duro trabajo se lo declaró parque nacional. Tan sólo dos décadas más tarde el total de la biomasa de los peces dentro de la reserva ha aumentado más del 400 % de los niveles previos a la existencia del parque.Hoy, Cabo Pulmo, se encuentra entre los ecosistemas más prístinos del mundo.
Creíamos que el mar era eterno y inagotable pero la naturaleza demostró que no es así. Afortunadamente, todavía no es tarde para remediar la situación. Los Parques Marinos podrían ser el comienzo del cambio de panorama. Un estudio de la Universidad de George Mason comparó los peces de 218 áreas marinas protegidas con áreas sin protección. El equipo encontró que, en promedio, la biomasa de peces dentro de las AMP era 1.6 veces más alta que en áreas desprotegidas.
Somos concientes de que el crecimiento de vida marina no es la única medida que debemos tomar para tener un océano saludable, aunque sí es un primer paso.
El nuevo sistema de Global Fish Watching (GFW) también es un gran avance en el camino hacia la sustentabilidad y la regulaciónde la pesca. Esta plataforma muestra la actividad de la pesca comercial mundial en línea y de manera gratuita. Con ella, ciudadanos, gobiernos, empresas y organizaciones pueden seguir las embarcaciones desde sus dispositivos. Esto abre una puerta para la transparencia en la información sobre la pesca Ilegal No Reglamentada y no Declarada (INRND) lo cuál es fundamental para combatirla.
“Global Fish Watching tiene como objetivo crear transparencia mediante la revelación de la actividad de la flota pesquera comercial mundial, lo que nos permite rastrear el camino de un buque a través de los mares e identificar patrones de comportamiento entre las flotas, estados de abanderamiento, embarcaciones individuales y más.” Explica David Kroodsma responsable del área de investigación en GFW.
El desarrollo sostenible es el desarrollo con futuro que garantiza la satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales y futuras sin comprometer los recursos naturales ni los sociales. A la hora de tratarse de la creación de los AMP y la salud del océano debemos cuestionarnos ¿Es únicamente el océano quien necesita de nosotros o nosotros quienes necesitamos de él? Vivimos en un planeta que es 90% agua. Sin embargo, todavía no logramos hacer uso de este recurso de manera adecuada.
La pesca está en el ADN del ser humano. Desde sus orígenes el hombre dependió del mar para subsistir. El mar nos da comida, produce el oxígeno que respiramos, y nos ayuda a combatir el calentamiento global, entre otras cosas. El camino a la sustentabilidad requiere de una visión holística del problema donde comprendamos, además de sus beneficios económicos y sociales, la importancia que tiene para nosotros un océano sano. Algo tan simple como pescar responsablemente nos ayuda a mantener nuestro recurso a salvo y devolverle al mar, al menos un poco, de lo que él nos da.
Martina Álvarez – Sin Azul no hay Verde
Fotos: Beagle Secretos del Mar

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