El ciclo escolar 2018 comienza con caras viejas que vuelven a los pasillos de las escuelas y a sus aulas. Comisiones de servicio y horas cátedras que se dieron de baja unos días antes del inicio de clases. El Gobierno Provincial aduce que se está realizando una revisión integral de la distribución de las horas cátedra en todos los niveles, a través de la implementación de un sistema informático denominado “SIGE” (Sistema Integral de Gestión Educativa), que permitirá -dicen- eficientizar la distribución de horas y cargos y agilizar la carga de datos, lo que derivará en que los docentes que recién ingresan al sistema cobren su primer haber con mayor celeridad, sin tener que esperar hasta tres meses, como sucede en la actualidad.
La olla estalló en el IPES Florentino Ameghino, cuando la comunicad educativa del establecimiento denunció que perdían, a raíz de esta medida, alrededor de 1500 horas cátedra institucionales, lo que impide que la casa de estudios continúe con actividades como investigación, capacitación o realizaciones artísticas. El sábado pasado se llevó adelante una asamblea de la que participaron estudiantes y docentes, en la que acordaron realizar un petitorio para revertir esta decisión del Ministerio de Educación.
La respuesta del Gobierno Provincial a la denuncia de docentes y directivos del IPES Florentino Ameghino fue difundir un informe en el que se cuestionaba la cantidad de recursos que el Estado destina a la institución en función de la cantidad de estudiantes que contiene: “Información difundida por el Gobierno da cuenta que el IPES de Ushuaia capacita a 514 alumnos contra 636 alumnos en Río Grande, sin embargo utiliza 223 legajos docentes para realizar la tarea, mientras que el IPES de Río Grande utiliza sólo 196 legajos, lo que genera que el costo por alumno en la capital fueguina ascienda a 14.007 pesos mensuales, casi el doble que en Río Grande. No se descarta la existencia de potenciales irregularidades en la asignación de horas cátedra”. (Nota El Diario del Fin del Mundo)
Vale la pena agregar que el secretario de Gestión de Recursos Humanos, Martín Solá, repitió en cada medio en que fue entrevistado, que cuando fueron a realizar la carga de algunas horas se encontraron con que éstas no tenían normativa que la respalde, lo que generó esta situación. Esto es llamativo -expresan desde el IPES FA- porque los cargos y horas fueron distribuidas por concursos avalados por el Ministerio de Educación el año pasado.
Desde el comienzo del año, uno de los focos de la discusión docente se centró en la calidad educativa que reciben los estudiantes. Es difícil saber cómo este programa informático mide esa calidad o qué parámetros se toman para determinar que alguna política educativa es un éxito o un fracaso.
Existe, en el imaginario colectivo, la sensación de que existen docentes que tienen horas cátedra y que no las trabajan… Esta idea es alimentada por noticias como la que se difundía la semana pasada, en la que un informe realizado por el Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano revelaba que casi el 35% del plantel docente de Tierra del Fuego no cumple funciones frente al aula. Ese informe no menciona, por ejemplo, que los docentes del IPES de Ushuaia realizaron más de 10 investigaciones durante el año 2017 y que esa producción fue financiada con 1944 horas cátedra anuales. Investigaciones que impactan directamente el el mejoramiento de la calidad educativa.
En el global de la discusión, es válido hacer una revisión para garantizar una eficiente distribución de los recursos para brindar una educación de excelencia a los estudiantes fueguinos, la pregunta que surge es si esa misma revisión no podría haberse llevado adelante con la gente adentro.
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