Tiene 11 años y padece de leucemia, pero el cuadro se complicó con un virus que le ocasiona pérdidas de sangre. La familia apela a la solidaridad de los fueguinos que tengan familiares en la zona.
Mónica Becerra, representante del municipio en la ciudad de Buenos Aires, hizo un llamado a la solidaridad por FM Aire Libre para la niña Milagros Lescano, de 11 años, internada en el Sanatorio de la Trinidad en la habitación 510, que necesita con urgencia donantes de sangre.
La pequeña llegó derivada en un avión sanitario y tiene un diagnóstico de leucemia. “La situación es complicada porque le agarró un virus que se llama neutropenia, está atacando a la sangre y le produce pérdidas, por eso necesita transfusiones cada doce horas y también le están poniendo plaquetas. Estamos al lado de ella y hay un pedido desesperado de donantes”, dijo. “Entre todos estamos haciendo la campaña en el hospital, con la Casa Tierra del Fuego, la gente de la obra social, y tratamos de pedir a toda la gente que se acerque. Le pedimos a los fueguinos que tengan familiares en Buenos Aires, a los estudiantes, que se acerquen desde las 8 de la mañana hasta las 11 inclusive, de lunes a viernes, a la calle Bartolomé Mitre 553, donde está el sanatorio, que queda a tres cuadras de la plaza Once”, detalló. “Es un pedido desesperado de la mamá, porque el hospital tiene un banco de sangre, pero el caso de Milagros es particular porque le están haciendo transfusiones cada doce horas. Ayer no estaba bien, pero creemos que va a salir adelante”, confió, si bien aclaró que “es un tratamiento largo y el trasplante se va a hacer en el Hospital Italiano”, una vez que logren estabilizarla.
En estos momentos recibe alimentación por sonda y los profesionales realizarán estudios a los hermanitos para ver cuál de ellos puede ser compatible para ser el donante de médula. “Hay que estabilizarla primero y le están dando medicación”, subrayó Becerra, sobre esta complicación que surgió con el virus. “La mamá está a disposición y venir acá es toda una historia para la familia, porque tienen cuatro hijos más, que quedaron en Río Grande cuando Milagros vino derivada. El papá trabaja en una fábrica y le dieron un permiso para que pueda cuidar a sus hijos mientras mamá está con Milagros”, apuntó.