Con los eventos de las últimas semanas no queda ni una duda que son eficientes. ¡Que la inocencia le valga a todos aquellos que tildaron de inútiles a los integrantes “del mejor equipo en los últimos 50 años”!. Marquitos Peña, Fede Sturzenegger, Mau Macri, Nico Dujovne y toda la troop, van a celebrar la despedida de este año con habanos importados, que tienen mucho de cubanos y poco de revolucionarios.

El Gobierno Nacional está tan confiado en su efectividad que ya adelantó que buscará meter el último de sus proyectos que tenía en agenda en las extraordinarias de febrero: la reforma laboral. Probablemente lo logren. Mientras, los gordos de la CGT y la CTA todavía están pensando si no será que tardaron mucho en convocar al paro nacional.
Es real que desde la desaparición de Santiago Maldonado en la Patagonia hubo una escalada de tensión entre los sectores populares, peronistas, progresistas y de izquierda con el Gobierno Nacional. Pero el relato oficial penetró a fuerza de mil agujas hipodérmicas; a Santiago no lo mataron, simplemente se ahogó en el río. Tal vez falte agregar una pequeña oración, como para contextualizar: “en el marco de una represión encarada por Gendarmería”. No cabe ninguna duda que a Rafael Nahuel lo mataron de un tiro por la espalda, pero bueno, es mapuche en el medio de la nada… Mejor dicho, no es porteño.
Y es interesante esta visión, porque el modelo del Gobierno Nacional es centralista y de industrial tiene poco. Basta con recapitular las medidas que han mantenido en vilo a los dirigentes de Tierra del Fuego AIAS: la eliminación del impuesto del 35 por ciento para la importación de algunos productos electrónicos. Y la baja -finalmente progresiva y que costó el congelamiento salarial de los trabajadores de la UOM- de los impuestos internos a los productos fabricados fuera de esta Provincia. Son medidas que todavía no devastaron la industria fueguina -aunque claramente la golpearon fuerte- pero que traza un horizonte por lo menos gris oscuro.
El 22 de Octubre, el Gobierno Nacional recibió un espaldarazo de confianza al ganar las elecciones de medio término. Los candidatos de los gobernadores es sus provincias perdieron; Cristina perdió en Buenos Aires. Mau Macri pensó “ahora sí no vuelven más” y arrancaron con las medidas judiciales. Y aceleraron a 120.
Metieron presos a una serie de dirigentes kirchneristas a través de procesos, cuanto menos, dudosos, cuestionados por más de un organismo de Derechos Humanos, pero con un despliegue multimediático pocas veces visto. Vale la pena recordar el bajón que presentaba para algunos las largas cadenas nacionales de la presidenta (MC) Cristina Fernández de Kirchner. Dicho eso, hay que señalar que estos muchachos están en cada video de YouTube o foto de Instagram que se pretenda navegar. Por eso, es necesario decir que pensar que las redes sociales contrarrestan el peso de los medios hegemónicos es, por lo menos, ingenuo; mientras cualquier medio obedezca a la lógica comercial y capitalista, es la plata quien garantiza el éxito. Y ya sabemos quiénes concentran la mayoría de los recursos (y si lo olvidaste, miralo acá)
El juez Claudio Bonadio pidió la detención y desafuero de la ex presidenta por traición a la patria, a raíz del memorandum de entendimiento con Irán. Más allá de la discusión sobre el acuerdo en sí mismo, lo preocupante es el precedente que el magistrado sienta; ahora resulta que la política exterior de un país no la define un Presidente electo democráticamente sino el Poder Judicial. Avanzaron igual, y quedará ver qué sucede en la Cámara de Senadores.
En el medio de todo esto, desapareció el Submarino ARA San Juan, cuando iba desde Ushuaia hasta Mar del Plata, lo que desató una crisis en la cúpula de la Armada. Misterio total. Hasta el día de hoy no hay certezas sobre lo sucedido. Lo que sí hay son muchas especulaciones, teorías conspirativas y muchas ganas de encontrar a un responsable para meter preso, y si es kirchnerista mejor.
El Congreso Nacional cerró el año aprobando la reforma previsional tras una fallida sesión que se tuvo que levantar por la brutalidad con la que se manejó la Gendarmería Nacional que comanda Patricia Bullrich. Ese día había trascendido que Mauricio Macri sacaría el proyecto a través de un decreto de necesidad y urgencia. Fue la propia Elisa Carrió la que a través de Twitter desarticuló esta posibilidad, a la vez que cargó contra la Ministra de Seguridad. En este punto, la administración nacional flaqueó, pero rápidamente se acomodó y con un Congreso completamente vallado, en una sesión maratónica, finalmente se aprobó la reforma, gracias a la presión que desde el Ministerio del Interior ejercieron contra la “liga de gobernadores”. Cambiaron votos por letras de tesorería y lograron aprobar otra iniciativa a medida del Fondo Monetario Internacional.
Para cerrar el año, después de haber logrado contrarrestar el nefasto fallo del 2×1 a través de multitudinarias movilizaciones que llenaron las plazas de todo el país, y el mismo día que teníamos la alegría de escuchar que Abuelas había encontrado a la nieta 127, le otorgaron la domiciliaria a Miguel Etchecolatz. El Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, celebró la restitución de la nieta… nada dijo de la prisión domiciliaria.
Luz Scarpati
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