La cría de guanaco había sido rescatada por el Consejo Agrario Provincial tras una denuncia por tenencia ilegal. Murió luego de intoxicarse por una alimentación inadecuada, según confirmó Fauna Silvestre.
El caso se conoció a principios de diciembre, cuando La Opinión Austral publicó la denuncia sobre la presencia de una cría de guanaco en cautiverio, sin acceso a agua y en un entorno completamente ajeno a sus necesidades biológicas. A partir de esa información, se activó un operativo encabezado por el Consejo Agrario Provincial, con acompañamiento del Ministerio de Seguridad, que permitió rescatar al animal y trasladarlo a un espacio habilitado para su recuperación.
Al momento del rescate, el chulenguito presentaba lesiones leves en las extremidades y signos evidentes de estrés. Recibió atención veterinaria y cuidados específicos, y durante los primeros días su evolución generó expectativas. “Venía fuerte, estaba bien, corría, lo sacaban para pasear un poco durante las tardes cuando no había tanta gente”, contó Espino. Sin embargo, el desenlace fue otro.


Según explicó la funcionaria, durante un fin de semana largo una persona ajena al equipo de cuidado le suministró alfalfa, un alimento completamente inadecuado para un animal de esa edad. “Alguien se metió a darle alfalfa… capaz con alguna buena intención. Pero es como darle un bife a un bebé”, señaló con pesar.
Espino detalló que un chulengo necesita leche en sus primeras etapas y luego una incorporación progresiva de gramíneas. “No estaba preparado para la alfalfa. Lo que hace es hincharlo y le revienta el hígado. Entonces no sobrevivió”, explicó.
Más allá del caso puntual, la directora de Fauna Silvestre volvió a insistir sobre una problemática recurrente: la humanización de animales silvestres y la falta de información. “Nuestra comida no le hace bien a los animales. Muchas veces creemos que ayudar es darles de comer, pero en realidad les hacemos daño”, advirtió. Y agregó: “El animalismo es cuando les ponemos valores humanos a animales que evolucionaron para vivir en otros entornos”.

En esa línea, recordó situaciones recientes como el ingreso de un elefante marino al río Gallegos, que generó preocupación entre vecinos. “Ellos entran a descansar. Lo que hay que hacer es dejarlo tranquilo. Después vuelve solo al mar”, explicó.
El caso del chulenguito expone, una vez más, las consecuencias del maltrato y de la tenencia ilegal de fauna silvestre, prácticas prohibidas por ley. Desde el Consejo Agrario Provincial remarcaron la importancia de no intervenir sin conocimiento y de dar aviso inmediato ante cualquier situación similar. Para ello, recordaron que está disponible el número de Fauna Silvestre: 2966 62-2457.
A veces, como insistió Espino, ayudar significa algo mucho más simple: mantener distancia, observar y respetar que ese territorio, antes que nuestro, es el de ellos.