Desde Chubut, Carola Puracchio impulsa Amar Algas, un emprendimiento que transforma el alga invasora Undaria en platos que sorprenden al paladar. Entre talleres, charlas y experiencias gastronómicas, propone volver a mirar el mar y aprovechar un superalimento cargado de nutrientes.

En Camarones, un pequeño rincón de la costa chubutense, la cocina tiene aroma a mar y sabor a algas. Ahí, Carola Puracchio creó Amar Algas, un proyecto que nació casi como un experimento y hoy se convirtió en una propuesta que combina conservación, innovación y gastronomía.


“Amar nace principalmente para intentar hacer algo con esta alga exótica invasora que está en nuestra Patagonia. Conocí a una bióloga marina que me contó de la undaria, y pensé ¿qué puedo hacer yo para colaborar? Así empezamos a cocinar con ella”, cuenta Carola en diálogo con Radio Provincia.

La Undaria pinnatifida es una especie de alga parda, conocida en Asia como wakame, llegó en barcos pesqueros y desplazó a especies nativas de la costa. Convertirla en ingrediente es, en palabras de Puracchio, un “ganar-ganar”, porque al mismo tiempo que se quita presión al ecosistema marino, se abre la puerta a un superalimento con vitaminas, minerales y un potencial enorme en la cocina.

cocina con algas en Camarones


Lo que comenzó como una aventura se transformó en un menú que sorprende tanto en lo salado como en lo dulce. Pastas con masa de algas, salsas marinas y hasta helados y cremas pasteleras son parte de las creaciones que ofrece Amar Algas. “Al principio te miraban raro cuando decías que eran de algas. Ahora la gente viene especialmente a Camarones a probarlas”, cuenta entre risas.

La propuesta no termina en el plato, sino que también invita a quienes visitan la localidad a cosechar su propio alimento en la costa y luego verlo transformado en una comida. Esa experiencia, dice Carola, es la que más busca la gente. “Bajás a la playa y encontrás pescado, algas, mejillones, lapas. Nuestro mar nos da todo y es importante cuidarlo”.

cocina con algas en Camarones


Además de su cocina en Camarones, Carola comparte talleres y masterclass en otras localidades patagónicas. Hace poco estuvo en Puerto Deseado, donde su propuesta tuvo gran repercusión. Su objetivo es claro: multiplicar el uso de las algas para que más personas se animen a incorporarlas en sus mesas.

“Yo sola no puedo hacer mucho, necesitamos que muchos más las usen. Ya es difícil erradicar la undaria, pero podemos controlarla y aprovechar sus cualidades. Para mí es un superalimento, y estaría buenísimo que lo aprovechemos todos”, asegura.

cocina con algas en Camarones


Mientras tanto, Amar Algas crece de manera artesanal, con la frescura de los productos de estación y la certeza de que en cada plato hay más que un sabor: hay una forma distinta de relacionarse con el mar.

“Nosotros los argentinos no somos muy de comer mar, entonces está bueno empezar a verlo desde otro punto de vista. Y esto sin perder la conexión y el respeto por nuestra tierra y nuestro mar”, dice, mientras sigue abriendo caminos en la cocina patagónica con identidad propia.

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