El fotógrafo Horacio Barbieri recorrió el Parque Nacional Perito Moreno durante seis días, documentando con su cámara la inmensidad y la belleza intacta de este rincón de la Patagonia. En su testimonio, comparte su experiencia y reflexiona sobre un destino “para quienes buscan aventura y autenticidad en un viaje“.

Ubicado en el centro-oeste de la provincia de Santa Cruz, el Parque Nacional Perito Moreno es una de las joyas menos exploradas de la Patagonia. Con una extensión de más de 126.000 hectáreas que combinan bosques de lengas y ñires, lagos de aguas turquesas y vastas extensiones de estepa, este parque ofrece un refugio para quienes buscan aventura, soledad y conexión con la naturaleza. Como destino turístico, asegura una experiencia auténtica y libre de masificaciones, ideal para exploradores, fotógrafos y amantes de la vida al aire libre.

Horacio Barbieri, fotógrafo y viajero, se adentra en este Parque para recorrer dos de los circuitos más emblemáticos, y comparte sus fotografías y su experiencia con El Rompehielos

Sendero Brazo Belgrano, Circuito Azara 

Cada persona conocida que visitaba el Parque Nacional Perito Moreno me lo recomendaba y me decía que tenía que ir.  Me imagino que le suele ocurrir a cada turista que escucha del lugar pero que aún no han ido. Y es así, inconscientemente al volver de la desconexión queres mostrar y recomendar el parque a quienes te preguntan ¿Cómo fue el viaje?. 

El Parque Nacional Perito Moreno es un destino para quienes buscan aventura y autenticidad en un viaje, vas a disfrutar de un mate o un café con una vista poco inusual, sin ruidos abrumantes alrededor o también disfrutar de una comida caliente cerca de un fuego, incluso vas a participar en charlas o de algún juego de mesa sin preocuparte por el tiempo y con buena compañía. Y sin olvidarme vas a contemplar las vistas panorámicas con lagos de agua turquesas, bosques de lengas, ñires y extensiones de estepa con fauna visible.  

Lago Azara desde la Península Belgrano 

Istmo entre el lago Belgrano con el lago Azara

Cascada Azara, Circuito Azara 

Mi estadía por el parque nacional fue de seis días donde fui recorriendo dos circuitos de todos los que ofrecen. Los primeros cuatro días, nuestro primer objetivo fue hacer 52 kilómetros para recorrer el Circuito Azara y los dos últimos  días recorriendo 17 kilómetros de la Península Belgrano. En ambos circuitos haciendo noche en los diferentes refugios que el parque tiene para ofrecer, también hay opciones de camping y domos donde se puede reservar previamente antes de    viajar dependiendo la disponibilidad. 

En esa semana me quedé en los refugios que suelen ser para 3 a 6 personas y te podés cruzar con viajeros de todos lados: montañistas, fotógrafos, aventureros o simplemente personas curiosas que buscan desconectarse.  Entrar a un refugio luego de haber caminado varios kilómetros, te garantiza que vas  recibir la calidez de un hotel cinco estrellas que es algo difícil de encontrar en otros lados de la patagonia y de forma gratuita.  Te vas a sorprender con sus diseños y de la calidad de la construcción, te vas a encontrar con una salamandra para poder hacer fuego y unos catres para poder dormir bastante cómodo, así es, todo lo que necesitas para poder descansar y seguir caminando el próximo día.

Lo que me sorprendió en los refugios también es que está todo muy bien cuidado y es por  el mensaje que traspasa de viajero a viajero: dejar el refugio más limpio de como lo encontraste. Creo que el viajero cumple un rol fundamental en visitar el parque, un rol de responsabilidad y de valorar lo que está a disposición para que más personas puedan visitarlo para que pueda trascender incluso en generaciones.

Refugios del circuito Azara: Refugio Tucúquere (Tres Personas) y Refugio Azara ( Seis Personas)

Mensajes de visitantes en el libro de visitas

En fin, en la noche se descansa bien y el día se disfruta recorriendo cada kilómetro de los circuitos. Con un buen calzado y la mochila en la espalda donde poder cargar el alimento justo, la ropa justa, la bolsa de dormir, el kit de cocina y el higiene personal es lo que se necesita para comenzar la travesía. Aunque en lo personal dejé espacio para cargar mis equipos fotográficos que fue el propósito de visitar y conocer el parque; poder ir registrando lo que me iba encontrando desde los colores que despliegan en una paleta vibrante y con contrastante o los musgos que aportan matices grisáceos y plateados en las texturas de las rocas o la luz del día que transformaba el paisaje que veía.

Me gusta la idea de caminar y fotografiar haciendo como una bitácora personal de lo vivido teniendo un recuerdo de lo observado. no solo lo que veo,  sino también lo que he sentido en cada momento: el viento, la inmensidad del paisaje, la soledad, la tranquilidad. Pero también poder dar a conocer el parque a través de la fotografía es una forma de hacer un pequeño aporte a que se visite y de hacer un turismo más consciente de elegir un destino donde no se consume más de lo necesario y dejando un aprendizaje del cuidado. 

Sendero Laguna Islote, Circuito Azara

Sendero Laguna Islote, Circuito Azara

Volviendo y viendo las fotografías que termine realizando veo la extensión del parque y como nosotros (los visitantes) quedamos diminutos rodeados de naturaleza con montañas imponentes y bosques densos. Hay muchos escenarios confirmando esa autenticidad del destino, siendo perfecto un lugar para amantes de la naturaleza e incluso para fotógrafos/as  donde puedan fotografiar varias postales. El tiempo no me ha alcanzado para poder hacer todas las propuestas pero contento de dejar senderos pendientes para poder volver con la cámara y poder seguir fotografiando el Parque Nacional Perito Moreno.

Fotografías de Horacio Barbieri – instagram.com/hori_barbieri

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