La Legislatura sancionó por unanimidad la ley de Lineamientos para la conservación y el manejo sostenible de algas, para promover la alguicultura y la protección de los bosques submarinos nativos.
Tierra del Fuego otra vez pionera a nivel regional en cuestiones ambientales. En la última y maratónica sesión del año, se aprobó la “Ley de Lineamientos generales para la conservación y el manejo sostenible de los bosques marinos de macroalgas conformadas por la especie Macrocystis pyrifera”, presentada por el legislador Federico Sciurano. La ley promueve una alternativa productiva para desarrollar la alguicultura de manera sostenible.
Al mismo tiempo supone la protección de estos ecosistemas nativos y las investigaciones científicas. “Vivo con mucho entusiasmo la decisión que acaba de tomar la Cámara porque una de las razones por las cuales decidí vivir en Tierra del Fuego fue por su patrimonio natural”, comenzó su discurso Sciurano y detalló: “Esta ley contempla el hecho de que Tierra del Fuego se dé la posibilidad, preservando su recurso nativo, de desarrollar un recurso a través de la siembra”, explicó.
Federico Sciurano – Foto de Prensa Legislativa
A la hora de tomar la palabra el Legislador hizo un especial agradecimiento a Laura Colazo, Presidenta de la Comisión de Recursos Naturales; a la Secretaría de Pesca, al CADIC – Conicet; y a la Fundación Por el Mar. “Un bosque de macroalgas lo que permite es, entre otras cosas, que especies como la centolla y el centollón puedan sobrevivir, que puedan reproducirse y que eso además nos permita a nosotros tener un recurso económico y gastronómico que es requerido y solicitado por todo el mundo”, argumentó Federico Sciurano sobre los beneficios de preservar el ecosistema marino. Si bien para muchos los bosques de cachiyuyo pasan desapercibidos, lo cierto es que funcionan como zonas de cría, guardería o áreas de desove, promoviendo la abundancia de una gran cantidad de especies que interactúan con la comunidad fueguina tanto en restaurantes como en propuestas turísticas.
Centolla en los bosques de algas de Tierra del Fuego – Foto de Rod Sánchez
Puesta de huevos de calamar en las algas patagónicas – Foto de Cristian Lagger
El punto fuerte de la Ley está orientado a promover el desarrollo sostenible del ecosistema a través del cultivo de Macrocystis pyrifera, “desarrollar la actividad y técnica de cultivo con un enfoque ecosistémico”, tal como está redactado. Se trata de fomentar un sistema de producción alternativo a la extracción y que permita la sostenibilidad en el tiempo del recurso. El cultivo no implica la extracción directa por lo que se garantiza que no se sobreexplote el recurso disponible. Este tipo de técnica se está llevando a cabo en distintos lugares del mundo, y por ejemplo, se está investigando en la provincia vecina de Santa Cruz.
Foto de Cristian Lagger
La Ley está en consonancia con un pedido global sobre la protección de las macroalgas. En una reciente publicación de la prestigiosa Revista científica Science se alertó sobre la situación mundial de estos ecosistemas: “Los bosques de algas, sustentan una elevada biodiversidad y servicios ecosistémicos (…) Sin embargo, están sometidos a graves amenazas. Las olas de calor marinas, la deforestación submarina, la contaminación y la sobrepesca están comprometiendo su capacidad de proporcionar miles de millones de dólares en servicios ecosistémicos, junto con beneficios culturales y sociales para las comunidades costeras”. En esa misma publicación se menciona que Chile y Perú han sido testigos de una degradación a gran escala por extracción directa, lo que ha provocado una drástica pérdida de biodiversidad. Con respecto a la amenaza siempre latente de la deforestación submarina, la Ley es clara: “La extracción directa de Macrocystis pyrifera será autorizada únicamente para la actividad de cultivo y la investigación científica”, detalla el cuerpo de la Ley.
Foto de Victoria Álvarez
Minutos antes de que se tratara el proyecto de macroalgas, se sancionó otra histórica ley ambiental, también por unanimidad: la Ley Marco Normativo Provincial Complementario de Protección Ambiental en materia de Incendios Forestales. Esta iniciativa fue promovida por Laura Colazo, presidenta de la comisión de Recursos Naturales quien detalló: “Todas estas leyes hablan de consensos para el presente y para el futuro, y consolidan el desarrollo sostenible y el cuidado de nuestra biodiversidad y la fuente de trabajo de tantas personas”.
La “Ley de Lineamientos generales para la conservación y el manejo sostenible de los bosques marinos de macroalgas conformadas por la especie Macrocystis pyrifera” junto a otras normativas históricas, posicionan a Tierra del Fuego como pionera en cuestiones ambientales. Así también lo festejó Federico Sciurano: “nosotros como cuerpo legislativo interpretamos y percibimos lo que a nuestra ciudadanía la motiva y valora. Claramente, el fueguino, tiene un compromiso adicional con lo que es la preservación del medio ambiente. Y eso también a nosotros nos da valor para encarar grandes decisiones como fue en su momento (la regulación en aguas abiertas de las) Salmoneras, como fue en su momento (la creación del área protegida provincial) Península Mitre, punto de mayor captura de carbono del país. Y en este aspecto teníamos una materia pendiente. El buceo me dio la posibilidad de abrir mi cabeza a un mundo que no conocía. Uno debe entender y saber que debajo de la superficie hay un mundo extraordinario que necesitamos también cuidar”.
El Rompehielos
Foto de portada de Victoria Álvarez