El Congreso nacional, en una sesión histórica, aprobó la paridad de género en las listas. A través de un acuerdo alcanzado entre diputadas nacionales de diferentes bloques, incorporaron el asunto sobre tablas, hecho que expuso al resto de los legisladores nacionales; no les quedó otra alternativa que acompañar la iniciativa o quedar en evidencia. La misma ya contaba con media sanción en la Cámara de Senadores y rompió el techo del 30 por ciento. La sanción de esta ley reavivó los debates sobre paridad que se encuentran pendiente en Tierra del Fuego AIAS.
En la Cámara Legislativa provincial hay dos proyectos presentados que proponen la paridad: uno del bloque de la UCR y otro del bloque del FPV-PJ. Ambos espacios han demostrado ser aliados a la hora de avanzar en leyes clave y juntos representan la mayoría de la cámara -aunque el FPV-PJ tiene mayoría propia, cuando no rebalsan las internas-. Sin embargo, ambas iniciativas duermen el sueño de los justos en la Comisión Nº1, presidida por la legisladora Myriam Martínez.
Otra de las esferas -y tal vez la más urgente, por su actual conformación- en la que hay presentado proyectos que buscan garantizar la presencia femenina en las bancas, es en el Concejo Deliberante de Ushuaia, que está integrado por 7 hombres.
El 18 de julio de este año, diferentes organizaciones de mujeres presentaron un proyecto ante el cuerpo deliberativo para modificar la Ordenanza N° 2578 -norma que establece el Régimen Electoral de la ciudad- a través del mecanismo conocido como Iniciativa Popular.
El sistema electoral de Ushuaia habilita la posibilidad de preferir a cada uno de los candidatos o candidatas que integran las listas de cada partido político. La iniciativa del movimiento de mujeres propone subsumir las preferencias a la paridad de género, con el fin de garantizar que el 50 por ciento de las bancas estén ocupadas por mujeres.
Después de 4 meses la propuesta sigue sin tratarse, a pesar de que los concejales tienen 6 meses para hacerlo, como indica la ordenanza que regula la Iniciativa Popular y a pesar de que cada 3 de junio se cuelgan el cartel de #NiUnaMenos. El edil Silvio Bocchicchio presentó otra iniciativa que busca la paridad, pero que elimina directamente el sistema de preferencias del régimen electoral de la capital fueguina. Más allá de todo lo que se puede debatir sobre las preferencias, lo cierto es que el camino para su eliminación es más complejo y genera rechazo en una sociedad que tiene muy arraigada esa posibilidad.
El colmo de la situación ocurrió la semana pasada, cuando los 7 ediles varones comenzaron a debatir sobre la implementación del programa de provisión gratuita de elementos para la gestión menstrual. No es casual que la información sobre la iniciativa -también presentada por el concejal Bocchicchio- haya sido, cuanto menos, insuficiente. El proyecto surge de la campaña nacional #MenstruAcción y combate el ausentismo escolar, los problemas de salud y el deterioro ambiental. Nada de esto se dijo, y en el imaginario colectivo quedó resonando que el Ejecutivo Municipal gastará 70 millones de pesos en la compra de tampones.
La implementación de programas de estas características busca que el Estado reconozca estos productos como artículos de primera necesidad, ya que la falta de los mismos impide trabajar o estudiar y expone a las mujeres a enfermedades evitables. Además, difunden los diferentes métodos de gestión menstrual que existen para que cada mujer pueda elegir qué producto usar. Los métodos reutilizables, como “la copita”, contribuyen a la preservación de los bosques.
Estos proyectos se están discutiendo en diferentes partes del mundo; en Nueva York -por ejemplo- se aprobó una norma que garantiza la provisión gratuita en escuelas, cárceles y refugios de mujeres de productos de gestión menstrual.
Luz Scarpati