Seguramente el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, está esperando que el mes de noviembre de 2017 se termine cuánto antes.

Es evidente que las últimas semanas han sido las peores en su vida política luego de que el periodista Jorge Lanata presentara un informe en el que se lo acusa, entre otras cosas, de la entrega de subsidios a acaudalados clubes de Golf, de utilizar becas destinadas a deportistas con fines políticos y de que un subordinado suyo, el subsecretario Orlando Mocaggatta, direccione obras con fines personales.

Ayer al mediodía un nuevo capítulo se abrió en el escándalo que tiene al pampeano en el ojo de la tormenta: las oficinas que la Secretaría de Deportes tienen en la sede del Cenard fueron allanadas tras una orden judicial.

Según informó el diario deportivo Olé, medio amigo del macrismo, el operativo guarda relación con la denuncia que hubo en el programa PPT (canal 13) contra Orlando Moccagatta, subsecretario desplazado del puesto, por favorecer a la empresa Myrtha Pool, que construye piletas de natación.

El juez Ariel Lijo a cargo del juzgado Criminal y Correccional Número 4 de Capital Federal, actuó por una denuncia judicial que realizó el abogado José Magioncalda.

 

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